Los objetivos de la reunión fueron: 1) Debatir e intercambiar experiencias en torno a la resistencia contra un sistema que busca que vidas, salud, cuerpos, energía, educación, conocimientos y saberes sean meras mercancías. 2) Denunciar, protestar, detener la guerra impuesta por los poderosos y el imperio estadunidense como estrategia para establecer un control contrainsurgente sobre los territorios, ciudades y carreteras, en la que el pueblo pone los muertos, presos y desaparecidos, mientras se pretende sembrar el terror y la pasividad. 3) Proteger, preservar, defender a la madre tierra y la biodiversidad, los bosques, el agua, y luchar contra la depredación y la contaminación que provocan las corporaciones capitalistas. 4) Fortalecer y seguir construyendo organización desde abajo, autonomía, poder popular, democracia directa, autodeterminación, autogestión, autorregulación, para que los de abajo recuperen el control de sus vidas, su presente y su futuro.
Conformado en su gran mayoría por jóvenes y arropado por mensajes de apoyo de colectivos de Europa y Estados Unidos, y de intelectuales de diversas latitudes, encabezados por Pablo González Casanova y Michael Löwy, el encuentro expresó en todas sus etapas una cálida solidaridad con el municipio de Cherán, cuyo consejo comunitario autónomo resiste los ataques del crimen organizado, a la par que las presiones permanentes de los partidos políticos y las estructuras estatales que consideran una herejía la decisión del pueblo de regirse por usos y costumbres.
La reunión se organizó en mesas de trabajo que discutieron en torno a estos cuatro ejes, así como plenarias centrales, destacando la profundidad de los análisis de los participantes y la contribución de hombres y mujeres de Cherán, quienes relataron el proceso de toma de conciencia colectiva que experimentan desde hace un año –impulsado, por cierto, en un inicio por las mujeres– y del papel jugado por los mecanismos antiguos de acción colectiva, como los barrios, ahora resignificados, y por los nuevos, como el propio consejo, las comisiones comunales, las fogatas y barricadas de autodefensa. Parafraseando al Che, se propuso ¡crear uno, dos, tres Cherán!
La mesa articulatoria, al igual que durante el diálogo de San Andrés, fue la de Construcción de autonomías y alternativas de organización, en la que se destacaron las dificultades y trances de los diferentes procesos autonómicos, aunque se constató que vale la pena correr todos los riesgos necesarios para avanzar en la puesta en práctica de alternativas a la desigualdad e injusticia que promueven los estados y empresas capitalistas. Se enfatizó la pluralidad de los ejercicios autonómicos, por lo que debe emplearse el plural del término: las autonomías. Así, es necesario entender las autonomías desde nuestras localidades, comunidades, barrios y organizaciones y proyectarlas hacia afuera.
A partir de nuestras propias investigaciones sobre las prácticas autonómicas en América Latina, coincidimos plenamente en la comprensión de las autonomías –expresada en el Encuentro– como un proceso integral que comprende múltiples dimensiones, como son la económica, la política, la social y la cultural. Es importante romper con las divisiones que el mundo capitalista ha impuesto entre estos aspectos de la vida y entender que no puede haber autonomía si ésta no comprende la realidad social como un todo. Por ello, las autonomías son procesos que involucran no a elites o políticos profesionales, sino a todos y todas, desde una perspectiva colectiva.
Las conclusiones sobre autonomías trascienden a las mismas e identifican sus límites y grandes obstáculos: a) la realidad de la explotación y dominación capitalistas; b) la guerra contra el pueblo, contra jóvenes y mujeres; y c) el proceso de ocupación integral imperialista de nuestros países a través de una clase trasnacionalizada. Pese a ello, las autonomías son precisamente estrategias de resistencia al capital tejidas por los pueblos desde un análisis autocrítico constante, repensándolas y transformándolas, “aprendiendo de las demás experiencias, acercándonos, conviviendo, solidarizándonos… pensamos que nuestros procesos son importantes por sí mismos, pero se vuelven trascendentes en la medida en que se encuentran con los otros”.
En la clausura del encuentro, los participantes se pronunciaron en favor de la libertad de todos los presos políticos del país, y en especial, por la libertad de Alberto Patishtán y Francisco Santiz López, miembros de las bases de apoyo del EZLN. Se decidió, asimismo, continuar y profundizar el intercambio iniciado, manteniendo comunicación permanente para actuar unidos cuando sea preciso en una red de resistencias autónomas anticapitalistas. Se convoca a quienes no pertenecen a ninguna organización a que se integren a algún comité, célula o colectivo que permita estar enlazados para luchar. Se propone a las organizaciones participantes una comunicación y coordinación horizontal, respetando las diversidades pero también atendiendo a la necesidad de coordinarnos cuando sea imperioso. Finalmente, a las organizaciones o colectivos o individuos que puedan conformar alguna forma organizativa y sientan afinidad con nuestros planteamientos anticapitalistas y de autonomía, los invitamos a comenzar a explorar su participación en esta red, si encontramos el modo de respeto y el modo de hacer política donde podamos construir y caminar juntos.
Al hermano Juan Chávez
Gilberto López y Rivas
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