Las "víctimas" más emblemáticas y por las que se ha hecho un mayor escándalo: Banamex (propiedad, según su presidente del consejo de administración del Grupo Financiero, Alfredo Harp, es CitiGroup, y que fuera "rescatado" por el Fobaproa, es el banco que lidera las denuncias en la Condusef por "cargos no reconocidos" a sus clientes), y Starbucks (esa cafetería con política "caníbal", es decir, que pretende acabar con las pequeñas cafeterías minoristas en su alrededor; cafetería que se ufana de un "comercio justo", y su vaso de café vale más de lo que le paga al productor de una cooperativa de la reserva de la biosfera en Chiapas; cafetería que reprime los intentos organizativos de sus trabajadores, discrimina a las embarazadas, prohíbe la sindicalización y paga seguridad social a 3 de cada 10 empleados).
Por cierto, las únicas bajas de esos negocios fueron vidrios.
Y por vidrios rotos se sataniza y criminaliza a un grupo de anarquistas.
Durante la mañana del 1 de diciembre, en San Lázaro, DF., las protestas contra la imposición de Enrique Peña Nieto, fueron reprimidas, primero, por grupos parapoliciales que se encontraban detrás de las vallas. Personas vestidas de civil, con pantalón caqui, guante y playera negra, pero con corte militar, lanzaban piedras, gases lacrimógenos y petardos contra los manifestantes. La segunda ola de represión vino por parte de la policía del Distrito Federal. Fue durante esos ataques que los anarquistas tomaron la iniciativa y decidieron pasar a la ofensiva y romper el cerco.
Estos jóvenes, estas jóvenas, usando palos, piedras y escudos de madera, protegen a unos manifestantes que, en medio del caos, son golpeados, humillados y detenidos por los grupos de parapolicias y policías. Haciendo una distracción, arremeten contra los emblemas del capital (cosa que no sólo le dolió a sus dueños, sino a los medios, al gobierno y a uno que otro perdido que busca tener un falso estatus social en esa cafetería), rompen el cerco y sacan a la mayor cantidad de manifestantes, evitando, más detenidos y heridos.
Esta acción de los anarquistas ha hecho que, hasta "compañeros", pidan sus cabezas y un castigo muy ejemplar, curiosamente como lo piden Televisa y TvAzteca.
En donde otros ven vándalos, nosotros, nosotras, zapatistas de la mixteca poblana y adherentes de La Otra Campaña, vemos guerreros, vemos amor, y vemos solidaridad.
En la foto de El Biohr, nosotros vemos como dos mujeres son cuidadas y protegidas por un grupo de anarquistas. Uno de ellos, con pantalón de campaña, paliacate en rostro y playera negra con la imagen de Lucio Cabañas, guía a dos mujeres, mientras toma del brazo a la joven madre que carga a su hijo, otro joven, con escudo circular de madera en brazo, cuida la retaguardia. Otro más cuida el flanco. Vemos una gran calidad humana, mucha calidad humana.
Nos queda decir que nuestro gran sentido pésame a aquellos que tienen un gran afecto por las cosas materiales (y que de paso son de los emblemas del capital y roban y explotan, no de pequeños comerciantes), pues han decidido vivir sin dignidad. Nuestro más grande reconocimiento a aquellos que, a pesar de la violencia, escogieron proteger a todos.
Compañeros anarquistas, la vida es ese lugar en el que todas las heridas duelen menos si son compartidas, y todo lo demás son razones para seguir luchando. Un honor estar a su lado.
El Francotirador
@El_Jolmash
Colectivo El Lado Izquierdo del Sol/Radio Chimia
Adherentes a La Otra Campaña.
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