"Disculpen las molestias, esto es una revolución"
El 1 de enero de 1994, el Subcomandante insurgente Marcos, jefe militar y vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), anuncia el alzamiento de un movimiento desde las comunidades indígenas de Chiapas.
Marcos se cubría del frío con una especie de jorongo negro, con un pasamontañas que dejaba ver sus ojos, casi toda su nariz y algo de su barba. Pantalón y chamarra negros. Dos pequeñas armas colgaban de sus hombros. Una, automática; la otra, parecía ser una escopeta calibre 16 recortada.
En el centro de la ciudad de San Cristóbal informaba de las nuevas del despliegue del EZLN en otros poblados y ciudades de la entidad.
Al pasar las primeras horas de la mañana de ese 1 de enero de 1994, a unos turistas preocupados por salir de San Cristóbal e irse a Palenque les dijo irónico: “Disculpen las molestias, esto es una revolución", según describió el escritor y arqueólogo social Gaspar Morquecho.
Marcos dio a conocer la Primera Declaración de la Selva Lacandona, donde se informan las causas de su alzamiento: exigían tierra, trabajo, techo, alimentación, salud, educación, libertad, independencia, democracia, justicia y paz.
"¿De qué nos van a perdonar?"
Doce días duró el combate armado que implica una guerra tradicional.
El 12 de enero de 1994, el presidente Carlos Salinas de Gortari —presionado por las manifestaciones de la sociedad civil y la comunidad internacional— ordena el cese al fuego del Ejército en Chiapas, decreta una Ley de Amnistía y nombra a Manuel Camacho Solís comisionado para la paz.
El subcomandante Marcos responde con un pronunciamiento en donde la frase: “¿De qué nos van a perdonar?”, simboliza la posición que asumirán al aceptar el diálogo.
El 20 de febrero, llegan a San Cristóbal de las Casas 19 delegados zapatistas para participar en las Jornadas por la Paz y la Reconciliación.
Al siguiente día, en el interior de la Catedral, el subcomandante Marcos, como parte de la delegación zapatista, toma de manos de la comandanta Ramona una bandera de México y la extiende; Camacho Solís se levanta de su asiento y toma el otro extremo.
Decenas de flashazos de los reporteros captan la imagen que recorre el mundo. Es el inicio formal de los Diálogos de Paz entre el EZLN y el gobierno federal, con el obispo Samuel Ruiz como intermediador.
La Convención Nacional Democrática
El EZLN rechaza las propuestas del gobierno federal planteadas durante los Diálogos en la Catedral y convoca a un encuentro con la sociedad civil, al que llegan también algunos políticos.
El 8 de agosto de 1994, durante la primera sesión de la Convención Nacional Democrática, celebrada en Aguascalientes, Chiapas (comunidad Guadalupe Tepeyac, Las Margaritas), la activista por los desaparecidos de la matanza de estudiantes universitarios de 1968, Rosario Ibarra de Piedra, recibe la bandera nacional de manos del subcomandante Marcos.
A nombre del EZLN, Marcos señala: “Para el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, no hay más plazos que el que las movilizaciones civiles y pacíficas determinen. A ellas nos subordinamos, incluso hasta desaparecernos como alternativa.
"No vendrá de nosotros el reinicio de la guerra, no hay ultimátum zapatista para la sociedad civil. Esperaremos, resistiremos; somos expertos en eso. Luchen. Luchen sin descanso. Luchen y derroten a la guerra. Luchen y derrótennos”, señala en su discurso, y refuerza así el apoyo y compromiso de la sociedad civil hacia el movimiento zapatista
"Todos somos Marcos"
Luego de las elecciones federales y estatales, donde Ernesto Zedillo es elegido presidente de México, el gobierno federal incrementa las incursiones militares en la zona que para entonces consideraba era la de influencia del EZLN.
El 19 de noviembre de 1994 los zapatistas lanzan una ofensiva política y crean 38 nuevos municipios de Chiapas, declarados territorios rebeldes. El subcomandante Marcos anuncia que “rompen el cerco militar”.
El 9 de febrero de 1995, el presidente Ernesto Zedillo anuncia que se ha descubierto la identidad de los dirigentes zapatistas, contra quienes liberan órdenes de aprehensión. Declara que el subcomandante Marcos es en realidad Rafael Sebastián Guillén Vicente.
El Ejército mexicano avanza sobre varias poblaciones de Chiapas y toma algunos poblados. Obliga a cientos de comunidades a huir hacia las montañas.
El EZLN llama a detener la guerra. Se inician grandes movilizaciones a nivel nacional e internacional para obligar al gobierno a iniciar el diálogo. Una de las consignas que recorre el mundo es “Todos somos Marcos”.
Un guerrillero cibernético
Presionado, teniendo a algunos presuntos zapatistas presos en las cárceles de Chiapas —entre ellos a Javier Elorriaga Verdegue, de quien dicen es el comandante Vicente—, el presidente Ernesto Zedillo propone la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas, que luego se concreta con los llamados Diálogos de San Andrés, y los acuerdos que de ahí derivan.
En este periodo, el EZLN empieza a usar internet para extender su capacidad de convocatoria a la sociedad civil internacional. Es este proceso, juegan un papel primordial la capacidad lúdica y de discurso del subcomandante Marcos.
Se realiza el Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, al que asisten “3,000 personas de 42 países de los cinco continentes y 2,000 de México”, de acuerdo con los informes de los zapatistas.
Empieza así a reforzarse el apoyo internacional a la guerrilla zapatista, en la segunda mitad de la década de los noventa reflejada en las aportaciones para el desarrollo de la autonomía de facto que se construye en las comunidades zapatistas, por los testimonios y apoyos de académicos e intelectuales fuera de México.
La marcha del Color de la Tierra
El mismo día que asumió el poder el presidente Vicente Fox (1 de diciembre de 2000), la comandancia zapatista informó que realizaría la Marcha del Color de la Tierra hacia la capital mexicana en exigencia del cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés.
El trayecto multitudinario duró dos semanas. Era la primera vez que Marcos salía de la zona de conflicto.
El 11 de marzo del 2001 la dirigencia zapatista arribó al corazón del país sobre la plataforma de un tráiler. Un millón de personas les dieron la bienvenida con admiración y alegría. El EZLN estaba en su clímax.
Estadounidenses, españoles, galos, suecos, alemanes, finlandeses, japoneses, viajaron para acompañarlos. El mayor contingente fue el italiano, con 250 personas.
Se hicieron presentes José Saramago, Danielle Miterrand, José Bové, Manuel Vázquez Montalbán, Alain Touraine, y declaraban su apoyo Noam Choamsky y Eduardo Galeano, entre otros, según relata la periodista Laura Castellanos en el libro Corte de Caja, a 14 años de haber surgido el movimiento.
El 28 de abril de 2001, el Congreso mexicano aprobó una Ley de Indígenas que no concordaba con los Acuerdos de San Andrés. El EZLN considera incumplidos los Acuerdos y rompe el diálogo con el gobierno.
El Delegado Zero
Luego de que se declara roto el diálogo por el incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés, el EZLN inicia en sus comunidades la construcción de una autonomía de facto.
Su brazo armado deja en manos de las comunidades civiles zapatistas la construcción de gobiernos autónomos.
Mientras, convoca a grupos y organizaciones de todo el país y del mundo a integrarse en lo que llamó La Otra Campaña.
Para reforzar este proceso, el subcomandante Marcos adopta el apelativo de Delegado Zero e inicia el 1 de enero de 2006 una gira por los 31 estados de la República mexicana y el Distrito Federal, que dura un año.
"Pasamos de moda": EZLN
A su regreso de la gira, ya con Felipe Calderón como presidente de México, el EZLN continúa con su proceso de construcción de las autonomías en sus comunidades, con poca cobertura por parte de los medios de comunicación.
En entrevista a la revista Gatopardo en noviembre de 2007 señala: “Pasamos de moda”, en parte por las críticas que realizó contra Andrés Manuel López Obrador, el excandidato presidencial de la izquierda.
Entre diciembre de 2008 y enero de 2009 encabeza el llamado Festival de la Digna Rabia, que se celebró en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, al que llegan activistas e intelectuales de otros países.
Luego de este encuentro viene un largo periodo de silencio por parte del subcomandante Marcos, sólo roto por algunos cuentos publicados en la Revista Rebeldía, donde personajes como "Durito" o "El Viejo Antonio" efectúan algunas interpretaciones de la realidad de México y el mundo.
Lamento por la muerte de Samuel Ruiz
Tres días después de la muerte del obispo emérito de San Cristóbal, Samuel Ruiz (24 de enero 2011), el subcomandante Marcos y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) rompen el silencio de dos años para lamentarla.
Además, advierten que se avecina una maniobra para dividir la diócesis de San Cristóbal de las Casas, con el objetivo de diluir su trabajo a favor de los grupos desposeídos.
También cuestionan a los políticos que desfilaron ante el cuerpo de Samuel Ruiz mientras era velado en la Catedral de la Paz.
El 14 de febrero, el líder insurgente emite un nuevo comunicado donde critica la "guerra contra la delincuencia organizada" emprendida por el presidente Felipe Calderón.
Sostiene que el origen de estas acciones es la búsqueda de la legitimidad que le faltó a Calderón al llegar a la presidencia de México, y que el fin previsible es "una nación destruida, despoblada y rota irremediablemente" en su tejido social.
La nueva generación de zapatistas
El activista Javier Sicilia sostuvo una reunión con miembros del EZLN en 2011 (Foto: Cuartoscuro Archivo)
El pasado 7 de diciembre, en su último comunicado de 2011, el subcomandante Insurgente Marcos, líder político y militar del EZLN, sostuvo que entre las acciones a emprender por el grupo estaba el fortalecimiento y acompañamiento de sus nuevos dirigentes.
Al hacer una reflexión sobre la muerte de algunos de los integrantes del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN, entre ellos los comandantes Moisés y Ramona, Marcos habló sobre “los pasos a seguir”.
Explicó que una nueva generación de zapatistas está llegando a los cargos de dirección del grupo armado. “Jóvenes y jóvenas que nacieron después del alzamiento, que se formaron en la resistencia, y que se educaron en las escuelas autónomas, son ahora elegidos como autoridades autónomas y llegan a ser miembros de las Juntas de Buen Gobierno”.
El líder del EZLN refirió que a 18 años del alzamiento zapatista no hay nostalgia entre quienes lo encabezaron en enero de 1994. “Ni nostalgia de los días y las noches en los que, en silencio, forjaron la fuerza de lo que mundialmente sería conocido como Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Ni nostalgia por las jornadas en que nuestra palabra era escuchada en muchos rincones del planeta”.
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