Son mujeres que sumaron todas sus fuerzas en la “Caravana de Madres Centroamericanas de migrantes desaparecidos en su tránsito por México”, son voces que rompen el silencio de la indiferencia institucional y social.
Aquí están denunciando que este sexenio que concluye ha sido el más violento para la población migrante, que las acciones de las autoridades mexicanas lejos de ser humanitarias se han convertido en los aliados de los verdugos de las y los migrantes.
Las organizaciones que acompañan esta caravana estiman que por lo menos 70 mil migrantes centroamericanas han desaparecido en este sexenio.
Aseguran que las autoridades mexicanas son quienes secuestran, extorsionan y “enganchan” a las personas para las redes de trata.
Tienen 12 años haciendo esta caravana en nuestro país buscando a sus familiares. En estos años han encontrado 77 migrantes y en apenas 15 días en México ya localizaron a cinco.
Estas mujeres que se negaron a migrar, hoy lo hacen en busca de sus familiares, traen con ellas las pistas que puedan ayudar a localizarles, su fotografía, su oficio y el lugar de la última llamada.
Todas las personas migrantes desaparecidas eran trabajadoras que decidieron salir de Nicaragua, El Salvador, Honduras o Guatemala, en busca de trabajo, de una paga que les permitiera salir de la miseria en la que viven en sus países, igual que nuestros connacionales migrantes.
Sabían que había riesgo, pero era mejor correrlo que quedarse, dicen las “madres coraje”, pues no se veía futuro posible en su lugar de origen.
Estas “madres coraje” siguen los pasos de sus migrantes, sienten el miedo pese a venir en una misión de paz. Son 60 madres, que junto con otros familiares, partieron el 13 de octubre de Guatemala para recorrer más de 4 mil 600 kilómetros y 15 entidades federativas en México en 19 días, en busca de sus familiares.
Son mujeres que han aprendido a organizarse, a conocer los Derechos Humanos desde la teoría, mujeres con poca instrucción escolar que han superado los obstáculos de la pobreza, la falta de escolaridad, a los propios familiares que creen que esto de la caravana es una pérdida de tiempo; ellas han aprendido como realizar los trámites para sacar un pasaporte o una visa.
Son mujeres que también se transformaron en este andar, donde han reconocido su fuerza cuando se creían débiles; son mujeres guerreras que defienden su derecho al libre tránsito, al trato digno de la población migrante, son “madres coraje”.
Lucía Lagunes Huerta
Twitter: @lagunes28
*Directora general de CIMAC.
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