jueves, 28 de febrero de 2013

ELLOS Y NOSOTROS. VII.- L@s más pequeñ@s 4.- Las Compañeras: tomar el cargo.

ELLOS Y NOSOTROS. 

VII.- L@s más pequeñ@s 4. 

4.- Las Compañeras: tomar el cargo. 

Febrero del 2013.

Nada hay tan subversivo e irreverente como un grupo 
de mujeres de abajo diciendo, diciéndose: “nosotras“.  
Don Durito de La Lacandona. 

NOTA: Aquí más fragmentos de la compartición de las compañeras zapatistas, pero ahora de sus trabajos y problemas actuales en sus cargos de dirección, impartición de justicia y manejo de recursos, así como alguna reflexión sobre el espinoso asunto de la “equidad de género” en la construcción de un mundo que se propone incluyente y tolerante, un mundo donde “nadie es más, nadie es menos“.

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(…) 

Sí se ha arreglado casos de eso. Nos llegó un caso, les voy a comentar en lo que ya la compañera comentó, que estábamos en una ocasión, cuando casi nomás entramos las dos, nos hicimos la agrupación como Junta y nos dejaron encabezando un equipo las dos y nos llegó un problema de que se fue a quejar la compañera con nosotros que lo estaban maltratando por su esposo. Es increíble y fue bien feo para nosotras, decía la compañera: 

– Quiero la separación de mi esposo – pero ese ex compa, ahora, ya tenía dos esposas. 

Estuvimos viendo cómo está. Llamamos a los hijos de la esposa primera y de la segunda y ahí empezamos a ver el arreglo. Por eso se nos alargó un poco, vimos muy cabrón nosotros, porque ese señor, dice la compañera: 

– ¿Y qué es lo que te pasó? – pensamos que sólo lo golpeó. 

No, el canijo señor ése lo colgó la compañera de los pies hacia abajo y ahí le pegó, igual junto con los otros dos de sus hijos. Entonces nosotros tuvimos que ver ese arreglo. ¿Cómo le dimos solución? La compañera pedía separación, pues lo hicimos repartiendo, los bienes pasaron a la primera esposa con los hijos porque el señor estaba ofendiendo y no le tuvimos que dejar en cero la segunda porque ya tenía también un hijo grande, no le dejamos al señor una parte, le dejamos al hijo y así fue claro al señor. Todos sus bienes lo repartimos, es como le dimos solución, le dimos su derecho a esa compañera que se fue a quejar con nosotras. 

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Yolanda: Vamos a continuar con lo que me toca decir, un poquito sobre de la ley. Como de por sí se sabe que se hizo esta ley es justamente por la situación de las compañeras que se vivía. Es por eso que se inició esta ley, porque como más antes sufrían bastante como ya escuchamos pero ya no voy a repetir. Esta ley ya lo tenemos escrito, lo tenemos los cinco caracoles. 

(…) 

Pero vemos que es muy importante que estudiemos bien lo que es la ley porque si nosotros no entendemos realmente lo que nos dice, analizamos un poquito en esta zona de que puede ser que surja lo mismo como la historia que ha pasado, que la mujer ella es la dadora de la vida entonces ya después cambió como lo escuchamos. Si otra vez lo mal entendimos esta ley que tenemos como zapatistas, vuelve a pasar otra vez. 

Cuando se hizo esta ley no es porque las mujeres ya pueden mandar, no es porque las mujeres lo dejan dominado a su esposo, a su compañero, esto no quiere decir. Por eso hay que estudiarlo muy bien a esta ley, porque así no es como una construcción que se vaya a hacer, no sé seguir la misma historia como lo tenemos, que ahora mandan los compañeros que son los machistas. Pero si igual mal interpretamos esto igual va a pasar, mandan las compañeras y los compañeros pobrecitos, ahí se quedan botados también, pero no se quiere tener esto. 

Es como una construcción de humanidad lo que se quiere, es lo que estamos tratando de cambiar, otro mundo es lo que se quiere. Es como una lucha de todo lo que estamos haciendo, hombres y mujeres, porque como ya escuchamos, no es una lucha de mujeres ni es una lucha de hombres. Cuando se quiere hablar así con una revolución es que van juntos, va para todos entre hombres y mujeres, que así se hace la lucha. 

No puede ser que los compañeros digan estamos luchando aquí, estamos haciendo la revolución, y sólo los compañeros están desempeñando todos los cargos y las compañeras ahí en la casa. Eso no es una lucha para todos. Lo que se quiere es que para todos, entre hombres y mujeres, eso es lo que se quiere. 

Pero decimos claramente que en esta primera ley estamos llevando, mareando un poquito todavía porque la mera verdad como compañeras todavía nos hace muy difícil al tomar un cargo, cualquier cargo. 

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Mencionaron que hay una comisión de honor y justicia. ¿Cuál es su trabajo o qué papel desempeñan ahí las compañeras? 

En cuestión de honor y justicia, de compañeras, como en el municipio nos turnamos, dos consejas, dos consejos, dos honor y justicia hombre y mujer, y la compañera, por ejemplo si una compañera tiene un problema lo que va a contar la compañera, por ejemplo si es violación, tiene que platicar con la compañera honor y justicia. Ya es ella, la de honor y justicia, se coordina con los honor y justicia hombres para que la compañera no tenga pena con el compa. Es así como hace de honor y justicia. 

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Tenemos a nivel zona, otro ejemplo, un trabajo que es especialmente de compañeras mujeres. Es una iniciativa de ellas que hicieron un comedor-tienda, o sea tienen su comedorcito y una tiendita de abarrotes. Ellas empezaron con 15 mil pesos, hicieron un préstamo de 15 mil pesos y nació su idea de hacer eso. La iniciativa la tuvieron las regionales, responsables locales y en coordinación con la Junta porque les apoyamos con mesas, con trastes, con todo lo que les pueda servir en el comedorcito. Fue una coordinación pero la idea, el trabajo, la organización de cómo lo están manejando esas compañeras ellas lo están organizando. 

Ellas empezaron con 15 mil pesos, tienen sus directivas, a nivel zona están pasando turno a preparar la comida y a vender las compañeras responsables locales que en el primer negocio que hicieron nos informaron que obtuvieron una ganancia de 40 mil pesos. Con esos 40 mil pesos pudieron pagar el préstamo que hicieron, que son 15 mil pesos, les quedó libre lo demás, que son 25 mil pesos. 

Ellas empezaron a pensar que les hacían falta algunas cosas para completar. La Junta les apoyó en, como dije, en trastes, en mesas, pero ellas llegaron a pensar que con las ganancias querían mejorar, entonces con esas ganancias fueron preparándose mejor. Ahorita lo están trabajando de esa forma, tiene su directiva, entre las compañeras se van rotando el trabajo y cada año van cambiando de directiva. El control de los pueblos lo están llevando para vender ahí, nos han informado que actualmente tienen 56,176 pesos que llevan en efectivo desde el último corte de caja que hicieron. 

Todos eso son trabajos que vamos haciendo a nivel zona, no con el objetivo de repartirnos, o sea para acabar esos pequeños fondos que se van generando, sino estar preparados para cualquier necesidad que podamos tener como zona, para cosas que nos ayuden dentro de la lucha. 

(…) 

Se sabe que entonces en la zona Selva Tzeltal que hay compañeras que son comisariadas, que hay agentas, cómo le hacen para que esas compañeras comisariadas y agentas, cuéntanos, compártenos cómo es. ¿Funciona las compañeras autoridades locales?, ¿cómo es que lo hacen?, ¿cómo es que trabajan las compañeras? Porque ahí hay compañeros que son comisariados y agentes, porque es lo que queremos aquí, que vamos a compartirnos cómo es que nos enseñamos, cómo es que nos ayudamos, cómo es que nos preparamos. En este caso especialmente de compañeras, ¿cómo trabajan las compañeras autoridades en los pueblos? 

¿Qué hacen las compañeras en su comunidad, como comisariada, como agenta

Como agentas, por ejemplo, en mi poblado, ellos son los que controlan el pueblo, vigilan en algunos problemas, como cuestiones de problemitas de personas, en animales que hacen perjuicios, daños, entonces el agente es la que se encarga de solucionar ese tipo de problemas. También hacen reuniones para dar orientaciones de no provocar problemas de bebidas alcohólicas, de drogadicción. Entonces siempre, en cada reunión, participan las compañeras dando esa orientación para no llegar en esos graves problemas. Las comisariadas también hacen reuniones para hablar sobre la tierra, sobre el cuidado de las colindancias, sobre el uso de los agroquímicos. Todo eso lo que hemos planeado anterior como reglamentos es lo que manejan las comisariadas y agentes dentro de los pueblos para llevar ese control. 

La pregunta si las compañeras ya han llegado en agentas para solucionar el problema en las comunidades, ¿ya pueden solucionar solo o apoyados con compañeros? 

En mi comunidad las compañeras a veces solicitan el apoyo de una autoridad local, como responsable, para escuchar si es que a veces no puede participar bien, entonces pide una razón o cosas así. Muchas veces pasa eso, pero hay momentos que cuando no están hacen solas. Por ejemplo en mi comunidad hay agente que es compañera, suplente igual, entonces ellas dos han resuelto los problemas solas, como ya han visto cómo se hace una o dos veces ya lo siguen ese ejemplo y lo hacen la solución. 

(…) 

Dentro de los 60 miembros, ¿están mitad compañeras y mitad compañeros? 

Sí, compañero, estamos en la mitad, nadie es más, nadie es menos. 

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(Continuará…)

Doy fe. 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos. 
México, Febrero del 2013.

martes, 26 de febrero de 2013

ELLOS Y NOSOTROS. VII.- L@s más pequeñ@s. 3.- Las Compañeras. El muy largo camino de las zapatistas.

ELLOS Y NOSOTROS.

VII.- L@s más pequeñ@s 3. 

3.- Las Compañeras. El muy largo camino de las zapatistas. 

Febrero del 2013.

NOTA: A continuación unos fragmentos de la compartición de las mujeres zapatistas, mismos que forman parte del cuaderno de texto “Participación de las mujeres en el gobierno autónomo“. En estos fragmentos, las compañeras hablan de cómo ven su propia historia de lucha como mujeres y, de paso, derrumban algunas de las ideas sexistas, racistas y antizapatistas que, en todo el espectro político, hay sobre las mujeres, sobre las indígenas y sobre las zapatistas.


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Buenos días a todas, a todos. Mi nombre es Guadalupe, mi pueblo es Galilea de la región Monterrey, como ustedes escucharon, hay regiones que no tienen municipio autónomo, yo vengo de una región donde no hay municipio autónomo. Mi cargo es promotora de educación y represento al Caracol II “Resistencia y rebeldía por la humanidad”, de la zona Altos de Chiapas. Para empezar voy a presentar a ustedes una pequeña introducción para que podamos entrar en el tema. 

Sabemos que desde el inicio de la vida las mujeres tenían un papel muy importante en la sociedad, en los pueblos, en las tribus. Las mujeres no vivían como vivimos ahora, eran respetadas, eran las más importantes para la conservación de la familia, eran respetadas porque dan la vida así como nosotros respetamos ahora a la madre tierra que nos da la vida. En ese tiempo la mujer tenía un papel tan importante pero con la historia y con la llegada de la propiedad privada eso se fue cambiando. 

La mujer al llegar la propiedad privada fue relegada, pasó a otro plano y llegó lo que llamamos el “patriarcado” con el despojo de sus derechos de las mujeres, con el despojo de la tierra. Entonces fue con la llegada de la propiedad privada que empezaron a mandar los hombres. Sabemos que con esta llegada de la propiedad privada se dieron tres grandes males, que es la explotación de todos, hombres y mujeres, pero más de las mujeres, como mujeres también somos explotadas por este sistema neoliberal. También sabemos que con esto llegó la opresión de los hombres hacia las mujeres por ser mujeres y también sufrimos como mujeres en este tiempo la discriminación por ser indígenas. Entonces tenemos estos tres grandes males, hay otros pero ahorita no estamos hablando de eso. 

Nosotros dentro de la organización, con tanta falta de derechos como mujeres, se vio necesario luchar por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, fue así como se dictó nuestra Ley Revolucionaria de Mujeres. Sabemos que nosotros aquí en la Zona Altos tal vez no hemos tenido grandes avances, han sido avances pequeños, son lentos pero vamos avanzando, compañeras y compañeros. 

Aquí vamos a decir en la Zona Altos cómo es que hemos avanzado con los diferentes niveles, en las diferentes áreas, en los diferentes lugares donde nos toca trabajar. También vamos a decir cómo en la ley revolucionaria hemos visto, hemos analizado, antes de venir aquí, entre hombres y mujeres analizamos cómo estamos en cada uno de estos puntos de la Ley Revolucionaria de las Mujeres, eso es lo que vamos a decir. Porque es muy importante que en este análisis no sólo participemos las mujeres, también necesitan participar los hombres, para escuchar lo que pensamos, lo que decimos. Porque si estamos hablando de una lucha revolucionaria, una lucha revolucionaria no la hacemos sólo los hombres ni sólo las mujeres, es tarea de todos, es tarea del pueblo y como pueblo habemos niños, niñas, hombres, mujeres, jóvenes, jóvenas, adultos, adultas, ancianos y ancianas. Todos tenemos un lugar en esta lucha y por eso todos debemos participar en este análisis y en las tareas que tenemos pendientes. 

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Compañeros, compañeras, mi nombre es Eloísa, del pueblo Alemania, municipio San Pedro Michoacán, fui miembro de la Junta de Buen Gobierno, del Caracol I “Madre de los caracoles. Mar de nuestros sueños”. Nos toca hablar un poco sobre el tema de las compañeras y a mí me tocó hablar un poco cómo es que era la participación antes del 94 de las compañeras y un poco cómo fuimos avanzando después del 94. 

Así como platicamos en nuestra zona, que de por sí desde un principio nosotras como compañeras no participábamos, nuestras compañeras de más antes no teníamos esa idea de que nosotras como compañeras podemos participar. Teníamos ese pensamiento o esa idea que nosotras las mujeres sólo servimos para el hogar o cuidar los hijos, hacer la comida; tal vez será por la misma ignorancia del capitalismo que eso es lo que teníamos en la cabeza. Pero también nosotras como mujeres sentíamos ese temor de no poder hacer cosas fuera del hogar, así como también no teníamos ese espacio de parte de los compañeros. 

Al igual no teníamos esa libertad de participar, de hablar, como que se pensaba que los hombres eran más que nosotros. Cuando estamos bajo dominio de nuestros padres, nuestros padres no nos daban esa libertad de salir pues era mucho el machismo que se vivía antes. Tal vez los compañeros no es porque ellos lo querían hacer sino porque tenían la idea que el mismo capitalismo o el mismo sistema nos lo penetró en la cabeza. También porque el compañero no está acostumbrado a hacer oficios dentro del hogar, a cuidar los hijos, a lavar la ropa, hacer la comida y eso es lo que le dificulta al compañero hacer los oficios dentro del hogar pues le hace difícil cuidar los hijos para que la compañera pueda salir a hacer su trabajo. 

Como dije antes, las compañeras que vivimos bajo dominio de nuestros padres o vivimos todavía con nuestros padres, como tenemos un respeto que cuando estamos con nuestros padres, nuestros padres dicen si podemos hacer el trabajo, pues nos vamos a donde queremos hacer el trabajo. Pero si nuestros padres, a veces que nos dicen no vas a ir, es que a veces le respetamos, también a veces que tenemos en la cabeza que le respetamos a nuestros padres. Entonces hay veces que nuestros papás no nos saca, también ha pasado que piensan que al sacarnos fuera de nuestras casas como hijas no vamos al trabajo que nos corresponde sino que vamos a hacer otras cosas y después involucramos a los papás en problemas y ya los papás se ocupan a ese espacio a arreglar nuestros diferentes problemas que tenemos como mujeres. A veces también eso es la idea de nuestros padres o de los esposos, los que ya son parejas, o sea que eso también a veces tienen en la idea los compañeros. 

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Compañeros y compañeras, muy buenas tardes a todos ustedes que hoy aquí están presentes. Mi nombre es Andrea, mi pueblo es San Manuel, mi municipio es Francisco Gómez del Caracol III “La Garrucha”. Venimos representando nosotros como compañeras de la zona de Garrucha, lo que alcanzamos a expresarnos pues no traemos tantas palabras, casi allá la mayoría hablan en tzeltal. 

Voy a empezar primero con lo que habíamos sabido que antes de 94 habían sufrido mucho las compañeras. Había humillaciones, maltratos, violaciones, pero al gobierno no le importaba eso, su trabajo es nomás destruirnos como mujeres. No le importaba si es que hay una mujer que se enfermaba o pides ayuda o auxilio, eso no le importa. 

Pero nosotras como mujeres, ya ahora, ya no podemos dejarnos a eso, tenemos que seguir adelante. En esos tiempos hemos sufrido, así es que han comentado las compañeras. En esos tiempos que dije que había muchas humillaciones, lo que hacía el mal gobierno y también los finqueros, ¿qué es lo que hacían en ese tiempo? Es que a las compañeras no las tomaban en cuenta. 

¿Esos finqueros qué hacían? Los tenían en mozo a los compañeros, las compañeras se levantaban muy temprano a trabajar y de esa forma todavía las pobres mujeres seguían trabajando juntamente con los hombres. Había mucha esclavitud, pero compañeros, ahora ya no queremos eso, así es que ya apareció nuestra participación como compañeras. En ese tiempo no había participación, nos tenían así como ciegos, sin poder hablar. Pero lo que queremos ahorita es que ya funcione nuestra autonomía, queremos que ya participemos nosotras como mujeres, que ya no nos dejemos atrás. Seguiremos adelante para que vea el mal gobierno que ya no nos dejamos explotar como lo hizo con nuestros antepasados. Ya no queremos. 

Ya de ahí hasta el año de 94 se supo que ya había nuestra ley de mujeres. Qué bueno, compañeros, que ya hubo eso, que ya hemos participado. Desde ese año ya habían salido manifestaciones, ya se ha visto que ya han salido las compañeras, por ejemplo en la Consulta Nacional salieron las mujeres también, participaron. Yo también presenté en ese tiempo, yo tenía 14 años y presenté la Consulta Nacional. De esa forma, yo no sé ni participar ni hablar, pero sí hasta donde pude lo hice, compañeros. 

Ya lucharon, ya demostraron, ya el gobierno se dio cuenta que también las mujeres ya no se dejaban, seguían. Ya ahora, que ya dije que ya queremos que funcione nuestra autonomía, y apareció nuestros derechos como mujer, lo que vamos a hacer ahora es ya construir, hacer el trabajo, así como dicen que ya es nuestra obligación seguir adelante. 

Entonces nosotras que ya ahora estamos aquí presentes, no sé si alguna compañera que me sucede, una pregunta, si saben quién fue que hizo esa ley revolucionaria. Si alguien lo quiere responder lo puede responder, porque alguien fue que luchó por eso y alguien fue que defendió por nosotras. ¿Quién fue que luchó por nosotras, compañeras? La Comandanta Ramona, fue que hizo ese esfuerzo para nosotras. Ella no sabía leer ni escribir, ni hablar en castilla ¿Y por qué nosotras entonces, compañeras, no hacemos ese esfuerzo? Es un ejemplo esa compañera que ya hizo el esfuerzo. Ya es ella el ejemplo que vamos a seguir más adelante para hacer más trabajos, demostrar qué es lo que sabemos en nuestra organización. 

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Me toca representar a las compañeras que van a participar en tema de mujeres, que son 5 compañeras que van a participar. Buenas tardes a todos. Mi nombre es Claudia. y vengo del Caracol IV de Morelia. Soy base apoyo del pueblo Alemania, región Independencia, municipio autónomo 17 de Noviembre. Voy a leer un poco, antes de entrar con nuestros subtemas, traigo una introducción. Voy a leer el escrito porque si digo así nomás, ya estando aquí enfrente, se me va olvidar lo que voy a decir.

Mucho más antes sufríamos por el maltrato y la discriminación, la desigualdad en la casa, en la comunidad. Siempre sufríamos y nos decían que éramos un objeto, que no servimos nada, porque así nos enseñaron nuestras abuelas. Sólo nos enseñaron a trabajar en la casa, en el campo, cuidar el niño, los animales y servir el esposo. 

Nunca tuvimos la oportunidad de ir a la escuela, por eso no sabemos leer ni escribir, mucho menos hablar en castilla. Nos decían que una mujer no tiene derecho de participar ni reclamar. No sabíamos defendernos ni conocíamos qué es un derecho. Así fueron educadas nuestras abuelas por sus patrones que eran los rancheros. 

Algunas de nosotras ahora todavía tenemos esa idea de trabajar sólo en la casa porque así vino encadenando este sufrimiento hasta ahora donde estamos. Pero después de diciembre de 1994 se formaron los municipios autónomos, es ahí que empezamos a participar, a conocer cómo hacer los trabajos, gracias a nuestra organización que nos dio un espacio de participación como compañeras, pero también gracias a nuestros compañeros, a nuestros papás que ya entendieron que sí tenemos derecho a hacer los trabajos. 

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Compañera Ana. Nuevamente nos toca el turno otra vez a la Zona Norte, ya están acá los participantes que van a hablar de los temas que se analizó allá en nuestro caracol. Voy a empezar con una introducción. 

Hace muchos años atrás existía la igualdad entre hombres y mujeres porque no había uno que era más importante que el otro. Poco a poco empezó la desigualdad con la división del trabajo, cuando los hombres son los que salían al campo a cultivar para sus alimentos, salían de cacería para completar la alimentación en las familias y las mujeres se quedaban en la casa para dedicar a los trabajos domésticos, así como también el hilado, el tejido de la ropa y en la elaboración de utensilios de cocina, como las ollas, vasos, platos de barro. Más después surgió otra división del trabajo en aquellos que empezaron a dedicarse a la ganadería. El ganado empezó a servir en forma de dinero ya que lo utilizaban para intercambiar sus productos. Con el tiempo esta actividad se convirtió como el más importante, más aún cuando empezó a surgir la burguesía que se dedicaban a comprar y vender para acumular ganancias. Todo este trabajo son los hombres quienes lo dedicaban, por eso son los hombres que mandan en la familia, porque él solo conseguía para los gastos de la familia y el trabajo de las mujeres no era reconocido como importante, por eso se quedaron como las menos, débiles, incapaces de hacer un trabajo. 

Así era la costumbre, el modo de vida que trajeron los españoles cuando vinieron a conquistar nuestros pueblos, como ya dijimos anteriormente, que son los frailes quienes nos educaban e instruían en sus costumbres y conocimientos. Desde ahí nos enseñaron que la mujer tenía que servirle a los hombres y hacerle caso en todo momento cuando da órdenes, y que las mujeres deben cubrir su cabeza con un velo cuando van a la iglesia y que no tiene que fijar su mirada por cualquier lado, tiene que estar agachadito su cabeza. Se consideraba que las mujeres son los que hacían pecar a los hombres por eso la iglesia no les permitía que las mujeres vayan a la escuela ni mucho menos ocupar cargos. 

Nosotros los pueblos indígenas lo agarramos como una cultura la forma como los españoles trataban a sus mujeres, por esa razón en las comunidades empezó a surgir la desigualdad entre hombres y mujeres que sigue hasta ahora, como estos ejemplos: Las mujeres no les permiten ir a la escuela y si una muchacha sale a estudiar era mal vista por la gente de las comunidades. A las niñas no les dejaban jugar con los niños ni tocarles sus juguetes. El único trabajo que debe hacer las mujeres es en la cocina y a criar hijos. Las muchachas solteras no tenían la libertad de salir ni de pasear en la comunidad ni en la ciudad, tenían que estar encerradas en su casa, y cuando se casaban eran cambiadas por el alcohol y otras mercancías, sin que la mujer dé su palabra si está de acuerdo o no, porque no tenía el derecho de elegir a su pareja. Cuando ya están casadas no podían salir a solas ni hablar con otras personas, más si son hombres. Existía el maltrato de las mujeres por sus maridos y nadie aplicaba justicia, estos maltratos más los realizaban los hombres que toman trago. Así tenían que vivir toda su vida con sufrimiento y abuso. 

Otra de las cosas que hacían las mamás era instruir a sus hijas en que tienen que servirle la comida a sus hermanos, para que más adelante pueda vivir bien con su esposo y no recibir maltrato, porque se cree que una de las razones del maltrato de la mujer es que no aprendieron a servirle a su marido y hacerle caso en todo lo que el hombre indique. 

Pero también nuestros abuelos y abuelas tenían sus costumbres buenas que siguen practicando hasta ahora, por eso no hay mucha preocupación cuando hay enfermedades, porque conocían las plantas medicinales y sabían mucho de cómo cuidar la salud. No se preocupaban por la falta de dinero porque todo lo que necesitaban para la alimentación ellos lo cultivaban, por eso las mujeres de antes eran fuertes, trabajadoras, porque elaboraban su propia ropa, calhidra, aunque no conocían su derecho pero pudieron salir adelante. 

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(Continuará…)

Doy fe. 
Desde las montañas del Sureste Mexicano. 
Subcomandante Insurgente Marcos. 
México, Febrero del 2013.

lunes, 25 de febrero de 2013

Paramilitarismo y contrainsurgencia en México, una historia necesaria

Los grupos paramilitares tienen ya una existencia de más de cuarenta años en nuestro país. Durante esos cuatro decenios, los paramilitares han estado dedicados al aniquilamiento de las organizaciones guerrilleras, y al acoso violento de movimientos estudiantiles y populares.

El paramilitarismo está reconocido en el léxico militar de todos los ejércitos del mundo, incluido el mexicano. El general brigadier retirado Leopoldo Martínez Caraza, en su libro Léxico histórico militar[1], publicado por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), señala: "Paramilitar: que tiene organización con procedimientos semejantes a los militares, sin tener este carácter". La definición ayuda, pero es vaga y completamente insuficiente. No aclara cómo se llega a tener esa semejanza con las fuerzas armadas en la organización, o los procedimientos militares.

John Quick es más preciso. Define a los paramilitares como: "aquellos grupos que son distintos de las fuerzas armadas regulares de cualquier país o Estado pero que observan la misma organización, equipo, entrenamiento o misión que las primeras."[2] Esta es una aproximación mayor: tanto militares como paramilitares tienen la misma organización, entrenamiento y misión. Sin embargo, se mantiene vago el origen de la organización paramilitar. ¿Cómo se alcanzó esa organización? ¿Por qué tiene el militar profesional y el paramilitar la misma misión? ¿Quién le otorga a este último la misma misión?

En todo caso, los grupos paramilitares actúan por una delegación del poder del Estado y colaboran a los fines de éste, pero sin formar parte propiamente de la “administración pública”. Así lo paramilitar no se define sólo por similitud de misiones u organización, sino porque se origina en una delegación de la fuerza punitiva del Estado.

En México, esta delegación de funciones ha provenido directamente del ejército, de los cuerpos de inteligencia-seguridad, o de la combinación de ambos, pero usualmente bajo las órdenes del Poder Ejecutivo, en su calidad de jefe supremo de las fuerzas armadas, y siempre como delegación directa del Estado.

"Los halcones", uno de los primeros grupos paramilitares, se creó por iniciativa de oficiales del ejército, aunque bajo la administración del entonces Departamento del Distrito Federal. Sus integrantes eran jóvenes pandilleros con entrenamiento y jefatura militar, dedicados al control, infiltración y destrucción del movimiento estudiantil, así como de cualquier foco de guerrilla que pudiera salir de las filas de éste. Está plenamente documentado que este grupo fue creado por un coronel del ejército mexicano cuyos servicios fueron premiados después con la impunidad y el ascenso militar.

Gustavo Castillo García dio información detallada en el periódico La Jornada, en el 2008, sobre el más conocido grupo paramilitar durante la llamada “guerra sucia”, a partir de su investigación documental en el Archivo General de la Nación:

La Brigada Especial, como se le llamó oficialmente a la Brigada Blanca, integró en junio de 1976 un grupo con 240 elementos, entre policías capitalinos y mexiquenses; militares y personal de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), así como de la Policía Judicial Federal, para “investigar y localizar por todos los medios a los miembros de la llamada Liga Comunista 23 de Septiembre. La orden era limitar las actividades de la liga y detener” a los guerrilleros que actuaban en el valle de México, revelan documentos obtenidos de la Procuraduría General de la República (PGR), que son el respaldo de las investigaciones que aún se realizan en torno a hechos sucedidos durante la llamada guerra sucia. Según los reportes oficiales, aunque la Brigada Blanca se formó en 1972 y operó en Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Nuevo León, Jalisco, Puebla y Morelos, fue hasta junio de 1976 cuando el gobierno de Luis Echeverría decidió que se integrara un grupo especial que actuara en la ciudad de México, y en el que los mandos estaban en manos del coronel Francisco Quiroz Hermosillo, el capitán Luis de la Barreda Moreno y Miguel Nazar Haro.Los documentos consultados tienen su original bajo resguardo en el Archivo General de la Nación. En ellos se detalla el “Plan de Operaciones Número Uno: Rastreo”. El grupo contaba con 55 vehículos, 253 armas: de ellas 153 eran Browning calibre nueve milímetros[3].

Así, el vínculo estatal otorga un elemento fundamental para una comprensión más apegadaa la experiencia mexicana. Con base en esta experiencia, propongo la siguiente definición: los grupos paramilitares son aquellos que cuentan con organización, equipo y entrenamiento militar, a los que el Estado delega el cumplimiento de misiones que las fuerzas armadas regulares no pueden llevar a cabo abiertamente, sin que eso implique que reconozcan su existencia como parte del monopolio de la violencia estatal. Los grupos paramilitares son ilegales e impunes porque así conviene a los intereses del Estado. Lo paramilitar consiste, entonces, en el ejercicio ilegal e impune de la violencia del Estado y en la ocultación del origen de esa violencia.

Históricamente, el paramilitarismo ha sido una fase de la contrainsurgencia, que se aplica cuando el poder de las fuerzas armadas no es suficiente para aniquilar a los grupos insurgentes, o cuando el desprestigio militar obliga a la creación de un brazo paramilitar, ligado clandestinamente a la institución castrense.

La doctrina militar mexicana no le llama paramilitar sino "personal civil" y establece su necesidad imperiosa para controlar a la población durante las operaciones de contraguerrilla. Sostiene el Manual de Guerra Irregular de SEDENA:

531. las operaciones de contraguerrilla forman parte de las medidas de seguridad que adopta un comandante de teatro de operaciones en su zona de retaguardia, para evitar que las operaciones regulares sufran interferencias ocasionadas para la acción de bandas de traidores y enemigos, para lo cual el comandante de un teatro de operaciones deberá emplear a todos los elementos organizados y aun a la población civil para localizar, hostigar y destruir a las fuerzas adversarias[4].

Los fines del empleo de la población civil son evidentes en este párrafo. Pero aquí, la necesidad de la población civil es aleatoria y sólo se le usa en caso de interferencia del enemigo. Sin embargo, más adelante, el manual militar mexicano establece un modo más permanente y orgánico de utilización de civiles en las operaciones de contraguerrilla rural:

547. Cuando Mao afirma que "el pueblo es a la guerrilla como el agua a pez", indudablemente que es un dicho de validez perdurable, pues ya hemos visto que las guerrillas crecen y se fortalecen con el apoyo de la población civil, pero, volviendo al ejemplo de Mao, al pez se le puede hace imposible la vida en el agua, agitándola, o introduciendo elementos perjudiciales para la subsistencia, o peces más bravos que lo ataquen, lo persigan y lo obliguen a desaparecer o a correr el riesgo de ser comido por estos peces voraces y agresivos que no son otra cosa que los contra guerrilleros.[5]

La experiencia del Ejército mexicano en el aniquilamiento de la guerrilla que dirigió el profesor Lucio Cabañas entre 1968 y 1974 demostró que el uso de campesinos y gavilleros como informantes fue fundamental para ubicar, cercar y aniquilar a las Brigadas de Ajustamiento del Partido de los Pobres.

Pero el uso de civiles va más allá: según el Manual de Guerra Irregular, las operaciones de la contraguerrilla se conducen también con personal civil o militarizado (civiles o policías dirigidos por jefes militares). Veamos el párrafo siguiente del Manual:

551. Por lo antes expuesto, se puede definir que las operaciones de contraguerrilla son aquellas que se conducen con unidades de personal militar, civil o militarizado en terreno propio para localizar, hostigar y destruir a fuerzas integradas por enemigos y traidores a la patria que conducen operaciones militares con tácticas de guerrilla.[6]

El tipo de operaciones de contraguerrilla se conduce con personal civil y está destinado al control de la población. Señala el Manual:

552. Las operaciones de contraguerrilla comprenden dos diferentes formas de operaciones interrelacionadas que son: 

A: Operaciones para controlar a la población civil. 

B. Operaciones tácticas de contraguerrilla. 

553. Como puede apreciarse, la primera forma no es una operación militar clásica, por lo que puede ser conducida por personal civil o militarizado, aunque dirigido, asesorado y coordinador por el comandante militar del área, mientras que las operaciones tácticas de contraguerrilla son conducidas por unidades militares y militarizadas.[7]

Según el Manual de Guerra Irregular, la responsabilidad en el uso de la población civil recae en el gobierno federal y en los acuerdos con los gobiernos de los estados y autoridades diversas en el área de conflicto. El párrafo C del punto 562 detalla:

562. Los comandantes que planean operaciones de contraguerrilla y la población civil son regidos por restricciones y acuerdos que el gobierno federal tiene con los estados y autoridades diversas de los lugares en conflicto. En caso de que el problema se suscite en áreas ocupadas por el enemigo, las contraguerrillas establecerán coordinación con la resistencia para localizar y destruir a los grupos de traidores.[8]

Este párrafo indica que la responsabilidad del uso de civiles en operaciones de contraguerrilla recae directamente en el gobierno federal, así como en las autoridades locales y estatales del área de conflicto. El mismo Manual establece que el derecho internacional es aplicable en el caso de que las fuerzas armadas comentan tratos inhumanos o actos criminales contra la población civil.

F. Factores psicológicos. Una población que apoya activamente a la guerrilla incrementa la posibilidad de detectar a las guerrillas. Generalmente en nuestro territorio encontraremos el apoyo de la población y específicamente en áreas liberadas en las que se oponían a los objetivos de la fuerza enemiga. La población que apoya los objetivos del enemigo favorece a sus guerrillas. El objetivo militar de destruir a la guerrilla adquiere mayor importancia sobre otras consideraciones, no obstante las operaciones deben de planearse procurando minimizar a los daños a la propiedad civil. Las contraguerrillas deben en todos los casos tratar a la población civil de manera justa y razonable, apoye a no a nuestra fuerza. El trato inhumano a los actos criminales son violaciones serias y punibles bajo el derecho internacional y nuestras leyes[9].

La doctrina militar mexicana sostiene que las operaciones de control de la población civil se ejercen mediante un comité que reúne a las autoridades militares con representes de la autoridad civil y de organizaciones afines al ejército:

592. Para controlar a la población civil, es necesario que existe una coordinación total entre las fuerzas militares y organizaciones que intervengan, para lo cual deberá establecerse un comité con representantes de todas las fuerzas para que bajo un solo mando planeen y coordinen sus acciones.

593. Las fuerzas que normalmente intervienen en las operaciones para controlar al pueblo y sus recursos son: 

A. Organizaciones gubernamentales,

B. Fuerzas policíacas. 

C. Fuerzas militares. 

D. Organizaciones sociales, políticas y económicas, como partidos políticos, sindicatos, organizaciones deportivas, cámaras de comercio, etc.[10]

A partir de 1994, y al igual que los grupos paramilitares que existen durante las guerras internas en Guatemala y El Salvador, los grupos paramilitares en Chiapas se ha dedicado a sembrar el terror en las comunidades indígenas que simpatizan con el EZLN, mediante asesinatos, emboscadas, quema de poblados, amenazas de muerte, expulsiones, robo de ganado, detención y tortura de bases de apoyo o milicianos zapatistas.

Las denuncias de indígenas entregadas desde 1995 a los grupos de derechos humanos que han trabajado en Chiapas insisten en que los grupos paramilitares operan en coordinación con las corporaciones de seguridad pública, reciben apoyo y entrenamiento del Ejército Mexicano y que, en ocasiones, se mezclan entre los contingentes de soldados y policías que controlan los poblados del Norte y los Altos de Chiapas.

En mi calidad de Diputado Federal y presidente en turno de la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), presenté una denuncia en la PGR por la existencia de grupos paramilitares en el estado en 1998; en una conversación de los miembros de esta comisión del Congreso de la Unión con el entonces Procurador General, Jorge Madrazo Cuellar, este funcionario nos informó de la existencia de al menos 12 grupos de “civiles presuntamente armados”, eufemismo para referir a los paramilitares. Se creó una fiscalía especial para el caso, misma que desapareció sin pena ni gloria, años después.

Es evidente, sin embargo, que el gobierno federal mexicano no pudo lograr que, como en el caso colombiano, los paramilitares quedaran a la vanguardia de la guerra del Estado contra los grupos insurgentes. En Colombia, como lo observé en el departamento de Putumayo, los paramilitares mantenían control efectivo de zonas extensas del territorio de esa nación y constituían la vanguardia semiclandestina de la contrainsurgencia. Aparentemente fuera ya de control del Estado colombiano, los paramilitares recibían financiamiento de terratenientes y narcotraficantes y han sido una fuerza que incluso ha exigido reconocimiento de beligerancia. Por recomendación de asesores de la CIA, el ejército colombiano integró alos grupos paramilitares en la estructura de la inteligencia militar nacional.

Para todos los observadores y ciudadanos que han observado el conflicto en Chiapas a partir de 1994,el gobierno federal, el estatal y los militares mexicanos confiaron en que las fuerzas paramilitares del norte de Chiapas, "Paz y Justicia" y "los Chinchulines", en un inicio, lograran el control territorial e hicieran innecesaria la intervención del ejército para sostener combate directo con las bases de apoyo zapatista. No obstante, las movilizaciones del ejército mexicano que se mantienen durante todos estos años, indican que el gobierno federal consideró necesario mantener su intensidad castrense en las zonas de alta presencia política zapatista. Es evidente, entonces, que los paramilitares no bastan para este propósito; sin embargo, la coexistencia de retenes militares y de paramilitares en los mismos teatros de operación implica la posibilidad de que en México ocurra lo que ya es cotidiano en otros países: operativos conjuntos de paramilitares y el ejército.

El gobierno ha mantenido el uso de los paramilitares a pesar de algunos síntomas de desgaste. Las Organizaciones No Gubernamentales chiapanecas reportaron hace diez años que las bases paramilitares vivían, en algunos casos, las mismas hambrunas que las zapatistas y que estaban descontentas porque sus líderes, como Samuel Sánchez, dirigente de Paz y Justicia, estaba desarrollando su propio emporio hotelero y turístico en el municipio de Tila, mientras los indígenas Choles siguen en la misma pobreza. En Tila, incluso, llego a crearse una Asociación de ex Militantes de Paz y Justicia y algunos paramilitares sin tierra han realizado tomas de predios en el Norte de Chiapas.

En estos años proliferaron las siglas o los nombres de supuestos grupos dispuestos a la guerra contra el EZLN y sus comunidades de apoyo: "Los Tomates" en Bochil, "Los Chentes" en Tuxtia Gutiérrez, "Los Quintos" en el municipio de Venustiano Carranza, "Los Aguilares" en Bachajón, "los Puñales " en Atenango del Valle, Tepisca y Comitán.

Las actividades del Ejército, lejos de evidenciar ante la población una real política de paz del os ejecutivos federales priistas-panistas, demuestran lo contrario. La inquietud provocada en la población por la presencia de paramilitares, el acoso a las bases de apoyo zapatistas que operan en los Municipio Autónomos y las Juntas de Buen Gobierno, la mayor presencia del Ejército en Chiapas, y en otras regiones indígenas de la geografía nacional, ponen de relieve tácticas tendientes a provocar agresiones y desplazamientos masivos de cara a la creación de condiciones óptimas para el desenvolvimiento del gran capital en el proceso de ocupación integral por parte de las corporaciones de toda índole.

El Ejército Federal mantiene una intensa labor en las comarcas zapatistas y extensas zonas de Guerrero, Oaxaca, Veracruz, entre otros estados con población indígena. Desde la instrumentación de labores de inteligencia que tienen que ver con un trazado más preciso de mapas que reflejen la dinámica de la población, para entender y controlar la cotidianidad de las comunidades indígenas mediante el conocimiento a plenitud de sus caminos rurales, sus labores y la ubicación precisa de sus hábitats, pero sobretodo, los alcances de recursos naturales y estratégicos ambicionados por compañías trasnacionales.

Es de destacar que fenómenos como el militarismo y el concomitante paramilitarismo se dan en función de una nueva división internacional del trabajo que pretende otorgar a México y la región centroamericana un papel de proveedor de biodiversidad, de mano de obra barata y de ruta de salida de las mercancías estadounidenses hacia los mercados del Pacífico, además de lo que el país representa para esa otra corporación transnacional, que es la delincuencia organizada. Con esa estrategia en mente, han sido puestos en práctica programas gubernamentales mexicanos como el de Atención a las 250 micro-regiones, Desarrollo Sustentable de la Selva e Integral para el Desarrollo Sustentable de la Selva, etc.

Los intentos de desalojo de 110 comunidades de la Selva Lacandona y de la Reserva Integral de la Biosfera de Montes Azules, por ejemplo, van precisamente en la dirección de crear condiciones de inhabitabilidad para estas comunidades. Quienes han estado haciendo el trabajo sucio, reciben las presiones de empresas trasnacionales como las mineras o como las corporaciones supuestamente ecologistas, Conservación Internacional, Grupo Pulsar, Mc Donalds, Disney, Exxon, Ford e Intel, esta última, con una inversión de 250 millones de dólares.

Para lograr sus propósitos han contado con el auxilio inestimable de dependencias del ámbito federal como son la Procuraduría Federal de Protección Ambiental y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Acompañando a estas instancias ha estado el Ejército mexicano, con sus programas de contrainsurgencia activa o latente y el uso de peces bravos o paramilitares.

Lejos de demostrar vocación de diálogo y paz, el Ejército realiza patrullajes constantes en comunidades indígenas apartadas. Mostrando una ignorancia suprema de la Constitución, o conscientemente pasando por encima de la Ley Suprema, se ha otorgado al Ejército funciones de policía, y para ello, se auxilia de policías judiciales, paramilitares, vendedores o predicadores religiosos, al más viejo estilo del Instituto Lingüístico del Verano.

Asimismo, el Estado va descomponiendo el tejido social mediante el financiamiento de proyectos productivos que rompen con la vocación tradicional del suelo y las formas consuetudinarias de producción y propiedad colectiva de la tierra. Tal es los casos de lo emprendido por los pasados gobiernos panistas que introducen actividades altamente depredadores y rentables, como la ganadería o la palma real. En este sentido, hace unos años, se emprendieron acciones por parte de los cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), quienes, con el auxilio de programas oficiales, desarrollaron actividades económicas sin el consenso de la comunidad, aumentando las acciones violentas contra ésta y las autoridades autónomas.

Recapitulando, el paramilitarismo sirve a los fines de la contrainsurgencia, destruyendo o deteriorando severamente el tejido social que apoya a la guerrilla. Actúa bajo las más diversas expresiones. Agrediendo a prestadores de servicios sociales en campamentos de desplazados, originando condiciones de inhabitabilidad a las comunidades indígenas y campesinas que provoquen desplazamientos, coaligándose con autoridades civiles, ejerciendo acoso mediante el accionar de jueces venales, infiltrando asociaciones religiosas, realizando labores de inteligencia, planteando disyuntivas desarrollistas que ocasionen deterioro ambiental, ubicando como enemigos del desarrollo a las comunidades que se niegan a seguir la lógica de la ganancia del capital, con las situaciones de inestabilidad consecuentes, y sobre todo originando o aumentando el espiral de la violencia en las comunidades haciendo de ésta un modo de vida a través del narcotráfico, la militarización y la criminalización de las oposiciones.

La fisonomía de muchas comunidades ha cambiado a partir del militarismo, el crimen organizado y el paramilitarismo. La llegada de fenómenos como la prostitución, la drogadicción y el narcotráfico no son circunstancias naturales sino resultado de una estrategia de penetración del capital, con sus brazos armados múltiples al servicio del Estado.

La praxis autonómica expresada precisamente en los Municipios Autónomos zapatistas y las Juntas de Buen Gobierno, en las comunidades adheridas a la CRAC, de Guerrero, en Cherán, Michoacán,o en municipios de Oaxaca, por mencionar, los casos más visible, ha llamado la atención y ha significado el incremento de las actividades de militares, y toda la gama de grupos armados relacionados al crimen organizado y a los paramilitares. Estas experiencias, al ir adquiriendo protagonismo mediante autonomías de facto se han puesto una vez más en la mira del Estado. Al desplegar estrategias de resistencia, amparadas en la jurisprudencia internacional, como las expresadas en el Convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas emanada de las Naciones Unidas, las comunidades autónomas dan un ejemplo de lucha anti-capitalista.

Por ello, en cualquier proyecto de rescate de la nación hacía el futuro, se requerirían debatir a fondo las tareas constitucionales de las fuerzas armadas con el propósito de dar un giro total a su actual condición: en los hechos, verdaderas fuerzas de ocupación de los pueblos. Un proyecto para democratizar al país requiere fortalecer el control civil y legislativo de las fuerzas armadas y la desaparición definitiva de la cuarta fuerza armada, ilegal y clandestina, que agrupa a los paramilitares y sobre la que se fincan las operaciones encubiertas del gobierno en contra del EZLN, otros grupos armados y organizaciones civiles de toda la gama de la resistencia pacífica en el territorio nacional.

Gilberto López y Rivas 

[1]Leopoldo Martínez Caraza, Léxico histórico militar. Biblioteca del oficial mexicano. Secretaria de la Defensa Nacional, México, 1993.

[2]John Quick. Dictionary of weapons and military terms. McGraw Hill. Estados Unidos, 1973.

[3]“El gobierno creó en 1976 brigada especial para “aplastar” a guerrilleros en el valle de México” La Jornada, 7 de julio de 2008.

[4]Manual de guerra irregular. Operaciones de contraguerrilla o restauración del orden. T. II, SEDENA, enero de 1995.

[5] Ibíd.

[6] Ibíd.

[7] Ibíd.

[8] Ibíd.

[9] Ibíd.

[10] Ibíd.

sábado, 23 de febrero de 2013

ELLOS Y NOSOTROS VII.- L@s más pequeñ@s 2.-¿Cómo se hace?

ELLOS Y NOSOTROS. 

VII.- L@s más pequeñ@s 2. 

2.-¿Cómo se hace? 

Febrero del 2013.

Nota: Compas, en otra oportunidad (si es que llega a haberla) les explicaremos cómo es que está organizado nuestro EZLN. Ahora no queremos distraerlos de la “Compartición“. Sólo les aclaramos que van a ver algo de una “Comisión de Información”. Esta Comisión está formada por compañeras y compañeros, comandantes y comandantas (El CCRI o Comité Clandestino Revolucionario Indígena), que están viendo los trabajos de la autonomía, apoyan a las Juntas de Buen Gobierno y mantienen informadas a las bases de apoyo zapatistas de cómo va todo.

Van, pues, más fragmentos de la “compartición” zapatista:

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(…)

De esta manera hacemos el trabajo. Como aquí en el último dice: ¿cómo se resuelven los problemas? Sí ha habido problemas en el municipio. Problemas de tierra, problemas de amenaza, problemas de luz, sí lo existe y creo que en todos los pueblos existen esos problemas, porque no vivimos solamente los que somos base de apoyo, más cuando vivimos en los pueblos oficiales donde están los enemigos, donde están los que gobiernan, donde están los paramilitares, por eso existen esos problemas. Pero tenemos que ver la forma en que tenemos que gobernar, aunque realmente para aprender sí cuesta porque, como decían algunos compañeros, no hay un instructivo. No hay una forma dónde guiarse, no hay un escrito donde nos tenemos que guiar, sino tenemos que recordar cómo sirvieron nuestros antepasados cuando ellos no eran nombrados por los oficiales sino que es por el pueblo y ellos servían al pueblo, no había sueldo. Ya empezó la corrupción, empezó el mal servicio y es cuando entró el sueldo. 

Por eso de esta manera, lo poco que yo he estado en mi pueblo, en mi municipio, es lo que he podido servir aunque todavía, como he dicho, seguimos aprendiendo, no porque ya tenemos edad. Seguimos aprendiendo con todos y todas. Creo que ésta es la función de los distintos niveles, así como los comisariados, los agentes, también tienen su función pero también les falta cómo resolver un problema. Sí hace falta porque no estamos preparados, porque nosotros como campesinos más nos enfocamos en el campo, nuestra ley es el machete y la lima, y el pozol que llevamos. Pues no sé si estoy mal, compañeros, pero eso es lo que alcanzo a compartir con ustedes. 

(…) 


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(…) 

Hicimos muchas reuniones y tomamos muchos acuerdos, no sólo una vez se tomó el acuerdo, vimos que es un trabajo pesado, no es fácil para hacerlo. ¿Por qué? Porque así como ya dije hace ratito, no tenemos una guía, no tenemos un libro dónde ver, dónde seguir; fuimos trabajando con nuestro pueblo. 


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(…) 

Compañeros, esto es lo que estamos platicando, y ya no es mucho lo que voy a completar. Así como decíamos sobre la forma de cómo queremos llevar el trabajo. Muchas veces no lo puede hacer sólo la Junta, aunque nos pasa en la mente, aunque nos llega el pensamiento, tiene que ser a base de coordinación con los consejos, comités [CCRI], para que se pueda hacer esa idea de lo que pensamos, porque así vimos en algunos casos. 

Por ejemplo, hablamos de los cargos, las responsabilidades, ahí vemos las dificultades que hay muchos trabajos que hacer. El tiempo cuando yo estuve en el cargo vimos que a veces fallan los elementos de la Junta y el trabajo existe; por ejemplo, en ese tiempo no habían choferes de la clínica, la Junta tiene que ser chofer, tiene que ser cocinero, tiene que ir a buscar leña, había muchos trabajos y el trabajo también dentro de la oficina también tiene que hacer, tenemos que estudiar los pendientes, los trabajos que quedan pendientes o algunos trabajos del municipio que no se han podido resolver, como que no nos alcanza el tiempo. Ahorita veo, y eso nos pasó en la mente, que sí necesitábamos de un apoyo, con otro chofer aparte, porque a veces nos toca a media noche ir a traer un enfermo urgente, tiene que ir a traer la Junta, llega a las tres de la mañana, a las cuatro de la mañana. Eso nos pasó en la mente pero no pudimos solucionar, se presenta pero no se puede. 

Un ejemplo en mi turno, de diagnosticar los municipios, qué enfermedad más frecuente en los municipios y no se pudo definir en la Junta, ni con la información. Tuve que pedir apoyo si se puede hacer o no, y con el apoyo del mando, qué es lo que se quiere; se pidió al municipio y algunos municipios no actuó otra vez, algunos municipios dieron esa respuesta, consultaron al pueblo qué enfermedad más frecuente, porque había brote de tifoidea pero no hicieron los consejos. Entonces todo el trabajo se hace cuando funciona bien, es como una máquina. Cuando una máquina no funciona un pistón o un cilindro en el carro no sube las subidas, no tiene fuerza. Eso es lo que nos pasa en nuestra autoridad, aunque la Junta piensa o quiere poner su propuesta para aprobar con la asamblea a veces, muchas veces no se puede y ahí queda así. 

Pero sí es una necesidad. Yo vi en ese tiempo había mucho trabajo en ese año porque no había chofer. Ahorita veo que ya están turnando choferes para las clínicas, aparte su trabajo, ése no trabaja en la Junta, está aparte lavando su carro, checando su llanta, llenando su gasolina. 

Se está mejorando un poco más en ese paso y creo así poco a poco se va a ir mejorando, siempre y cuando vamos pensando y viendo cuál es las necesidades que se van presentando, porque el trabajo de la zona o del municipio poco a poco se va incrementando. Poco a poco se va ir participando más compañeras porque se está naciendo el trabajo. Eso es lo que vemos que es muy importante la coordinación entre todos y tomarnos en cuenta entre todos para poder sacar las propuestas y las ideas nuevas de cómo poder trabajar. 

La importancia es de no perder el contacto con los pueblos porque en estos tiempos de trabajo, yo escucho que hay cosas que se hicieron con análisis del pueblo y ahora se pueden hacer sin consultar al pueblo, pueden cambiar unas letras sin que el pueblo lo sepa, entonces eso es un problema también que podemos descontrolar el pueblo, porque cuando el pueblo le enseñamos, le explicamos y cuando de repente dejamos a un lado el pueblo, hablan, discuten. 

Eso puede traer inconformidades o hablan mal de las autoridades, y muchas veces se necesita explicarle al pueblo, como decíamos hoy, la Junta tiene que estar claro con los siete principios. [Se refiere a los 7 principios del "mandar obedeciendo", guía de las Juntas de Buen Gobierno, que son: Servir y no Servirse; Representar y no Suplantar; Construir y no Destruir; Obedecer y no Mandar; Proponer y no Imponer; Convencer y no Vencer; Bajar y no Subir]. 

Es convencer al pueblo y no vencer a la fuerza como quiera una autoridad, tiene que explicarle la razón de modificar algunos reglamentos o algunos acuerdos, se tiene que explicarle al pueblo; porque si soy autoridad y ya no le explico porque como que no, ¿pero llegó hasta el pueblo ese punto? Puede traer una inconformidad aunque el pueblo lo entienda, pero con explicaciones es tratar de convencer y no vencer a la fuerza, para que el pueblo no se desanime, no se descontrola. Eso es lo que puedo explicar un poco más, porque de ahí nacen las inconformidades y ahí el pueblo anda desmoralizado, por eso lo digo, porque así vi el problema. 

Siempre con el pueblo hay que estar pegaditos para que no. 

Hay pueblos también que quieren hacer una cosa sin la mayoría, entonces también ese pueblo hay que explicarle que no se puede, porque nos pasó unos casos de esa forma. Hay pueblos que llegan en la oficina y hasta elevan su voz en contra de las autoridades pero no podemos aceptarlo porque depende de la mayoría. En eso hay que estar claro, pero es explicar al pueblo y tratar de convencerlo, darle a entender la razón de por qué se hacen estas cosas. Eso es lo que yo opino, compañeros, y eso es lo que trato de explicar de los siete principios, es lo que entendí, lo que aprendí un poco. No aprendí mucho porque sólo trabajé tres años y poco a poco me fui dando cuenta, a la mera hora no se puede hacer el trabajo fácil porque nosotros entramos como nuevos sin apoyo, pero ahora no, hay compañeros que quedaron todavía un año acompañando a los nuevos autoridades, como que sí más o menos se apoya uno. 

Pero cuando comenzamos no, así nada más con el apoyo de los comités [CCRI] porque ellos sí estuvieron, con eso nos apoyamos y poco a poco nos fuimos dando cuenta. Entendí un poco, es lo poco que pude explicar, compañeros. 

(…) 

¿Cómo fueron nombrados? 

Fueron nombrados a través de la asamblea, es un ejemplo como estamos ahora. En cada municipio convocó una asamblea toda la base, entonces de manera directa escogieron a ese grupo de compañeros para hacer el trabajo de la autonomía. 

¿Qué trabajo tenían?, ¿qué trabajo van a hacer esos compañeros?, porque prácticamente no teníamos el conocimiento, tal vez algunos sí tenían, pero una mayoría no tiene conocimiento, ¿qué vamos a hacer? Vamos a trabajar en la autonomía, vamos a autogobernarnos, el cómo es la pregunta que surgió, ¿qué es lo que vamos a hacer? Pues como que nadie, como que no da, no sabía la respuesta, pero conforme pasaba el tiempo, cuando ya estaban esas autoridades, entonces salían los problemas. Realmente había problemas en cada uno de nuestros pueblos, en nuestros municipios. 

¿Cuáles son los problemas que en aquel tiempo enfrentaron los que fueron autoridad? 

En aquel tiempo el principal problema que se enfrentaba es el alcoholismo, problema familiar, problemas entre vecinos y algunos problemas agrarios. 

¿Entonces qué hacían ese grupo de compañeros cuando ya se presenta un problema? 

Lo que ellos hacían es que discutían; primero viene el quejoso y luego se escucha cuál es el problema que tiene, se escucha, cuando ya escucharon citan la otra parte, se escuchan las dos partes. Entonces lo que hacía ese grupo de compañeros es escuchar, lo que hacía es que esos hermanos que tienen problema se escuchaba primero qué es el problema que tienen y a la vez se escuchaba quién tiene la razón. En cuanto ya se vio que el quejoso tiene la razón entonces se tiene que hablar con el otro hermano con el que tiene problema. 

Lo que hacían las autoridades en aquel tiempo es que daban ideas, o sea convencían a que las dos partes lleguen a una solución pacífica sin tanto rollo. 

Eso es lo que hacían las autoridades igual en otros tipos de problemas, en cuestión de agraria así hacían, convencían también a los hermanos a que no se pelean, a que no se pelean por un pedazo de tierra; si realmente al hermano le están quitando su tierra pues también hay que darle la razón al otro que está quitando terreno que no debe ser así, lo que es, es. 

(…) 


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(…) 

Sí, eso sí, pero entonces mi pregunta es que se necesita hacer un reglamento, ¿entonces quién propone la idea?, ¿dónde nace la idea de cómo debería ser un reglamento?, ¿quién es el que dice ‘propongo esto’?, ¿dónde nace la idea? y luego entonces. cómo le hacen para que se junte la voz del pueblo, porque si ya es propiamente de la Junta, ¿asume eso o tiene que ser apoyado todavía por los compañeros de la Comisión de Información?, ¿o quién es el que dice que hay que hacer un reglamento aquí?

Respuesta de otro compañero: Así de que haya una iniciativa meramente de compañeras autoridades, de que salga la iniciativa como para hacer un reglamento, ya así de meras compañeras que están en función de un cargo de autoridad, todavía no existe eso. Se da entre compañeras y compañeros. 

No, compa, mi pregunta es Junta de Buen Gobierno, no como compañeras. Como Junta de Buen Gobierno y es un ejemplo que estoy dando, no es especialmente de reglamento o de ley. Cuando ven que hay una necesidad o hay un problema, por eso doy el ejemplo de un reglamento, porque eso exige la relación, porque no va a imponer una ley la Junta de Buen Gobierno, entonces quisiéramos que nos platiquen cómo es que hacen eso. Porque aquí entra el juego de democracia, entonces lo que queremos entender, pues que no todo el tiempo, como nos dijeron ustedes, no va a estar todo el tiempo los mandos insurgentes y tampoco, entendemos que un día tampoco va a estar todo el tiempo la Comisión de Información, o sea el CCRI [Comité Clandestino Revolucionario Indígena]. Entonces cómo ustedes, como Junta de Buen Gobierno, hacen que se eche a andar una cosa que se necesita, ya sea ley, ya sea problema, de algún asunto que es necesario sacar adelante, un proyecto o lo que sea. ¿Cómo es que relacionan Junta de Buen Gobierno, MAREZ [Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas], autoridades y luego pueblos?

O sea, cómo se hace la democracia. 

(…) 

-*- 

(Continuará…)

Doy fe. 

Desde las montañas del Sureste Mexicano. 
Subcomandante Insurgente Marcos. 
México, Febrero del 2013.

jueves, 21 de febrero de 2013

ELLOS Y NOSOTROS. VII.- L@s más pequeñ@s 1. Aprendiendo a gobernar y gobernarnos, es decir, a respetar y respetarnos.

ELLOS Y NOSOTROS. 

VII.- L@s más pequeñ@s 1. 

1.- Aprendiendo a gobernar y gobernarnos, es decir, a respetar y respetarnos. 

Febrero del 2013.

Nota: los cuadernos de texto, que son parte del material de apoyo para el curso “La Libertad según l@s zapatistas”, son producto de las reuniones que las bases de apoyo zapatistas de todas las zonas realizaron para evaluar los trabajos de la organización. Compañeras y compañeros tzotziles, choles, tzeltales, tojolabales, mames, zoques y mestizos, procedentes de las comunidades en resistencia de los 5 caracoles, se preguntaron y se respondieron entre sí, intercambiaron sus experiencias (que son diferentes según cada zona), criticaron, se autocriticaron, y evaluaron lo que llevan avanzado y lo que falta por hacer. Esas reuniones fueron coordinadas por nuestro compañero Subcomandante Insurgente Moisés y fueron grabadas, transcritas y trabajadas para la elaboración de los cuadernos de texto.

Como en estas reuniones l@s compas compartieron entre ell@s sus pensamientos, sus historias, sus problemas y posibles soluciones, ell@s mismos le pusieron nombre a este proceso: “la compartición“.

Éstos son algunos fragmentos sueltos de la compartición zapatista:

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(…) 

Aquí estamos para compartir la experiencia y uno de esos, nuestra palabra como zapatistas es que gobernamos juntos, gobernamos colectivo. ¿Qué compartición nos pueden dar de la forma de cómo hacen eso de que gobiernan juntos, colectivos? 

La forma que estamos trabajando es no separase del pueblo. Así como siempre hacemos en cuestiones de hablando de reglamentos o de planes de actividades, de trabajos, tiene que llegar la información al pueblo, tiene que estar presente las autoridades en los planes, en hacer las propuestas.

(…) 

Allá nosotros estamos trabajando algunas cosas y consideramos como parte de las obligaciones del gobierno autónomo, una es que es su obligación del gobierno autónomo atender a cualquier persona que acuda a la oficina por diferentes asuntos, se le dé o no se le dé solución a su asunto pero tiene que ser escuchado. Quien sea, zapatista o no zapatista, así estamos trabajando allá, siempre y cuando no sea gente del gobierno o enviado de gobierno, si así es pues esos sí no son atendidos, allá no se atiende. Pero si no, sea de cualquier organización social, es atendido. También estamos allá trabajando y siempre pendientes de que estemos cumpliendo con los siete principios del “mandar obedeciendo” y eso lo pensamos que tenemos que hacerlo así, es como una obligación, para no cometer los mismos errores que cometen las instancias del mal gobierno y no llevar los mismos modos de ellos, entonces el que nos va a regir son los siete principios.

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El primer Aguascalientes que se construyó en Guadalupe Tepeyac, ahí empezó el primer paso de nuestra organización y de nuestra forma para hacer valer nuestro derecho. Este Aguascalientes dijimos que es un centro cultural, político, social, económico, ideológico, pero con el traición de Ernesto Zedillo, él pensó con este desmantelamiento, esa ofensiva que él hizo, pensó que con eso nos iba a terminar la política de nuestra organización. Pero fue al revés su política porque de ahí mismo, en ese mismo año 94, se declaró que se hicieran cinco Aguascalientes más. 

(…) 

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Estos municipios dijeron que es la sede que ahí va a ser, entonces empezaron a buscar nombres de los municipios, cómo se va a llamar, ya una vez que tienen la sede ahora empezaron a ver cómo se van a llamar los municipios. El primer municipio autónomo que es La Garrucha se dijo que se va a llamar Francisco Gómez; el otro municipio que es San Manuel ahora, que es Las Tazas, que dijimos, se llamó San Manuel; Taniperlas se llamó Ricardo Flores Magón; San Salvador, Francisco Villa. Todos estos fueron honor a los compañeros Francisco Gómez, que ya todos conocemos, pues es un compañero que dio la vida por la causa que estamos, la que ya platicó el compañero, murió en el combate en Ocosingo el primero de enero, así se llamó Francisco Gómez. Entonces San Manuel en honor del compañero Manuel, que es el fundador de nuestra organización. Ricardo Flores Magón, pues también ya sabemos que es un luchador social que ya está en la historia. Y Francisco Villa, pues igual es un revolucionario que todos conocemos. Entonces así fueron formando nuestros municipios, así decidimos hacer todo esto a nombre de todos nuestros municipios y los acuerdos fueron todos en una asamblea comunitaria, en la asamblea regional ahí se nombró todos estos nombres de nuestros municipios. Compañeros, es las pocas palabras que les voy a contar y van a pasar otros compañeros o compañeras para explicar lo siguiente. 

(…) 

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Los problemas principales que se presentaron desde el inicio de [inaudible], el problema del alcoholismo, ¿cómo está ese problema ahorita ahí en su zona? 

Mira compañero, en aquellos tiempos, en el inicio de 1994, despuesito de la guerra pues, algunos entraron con miedo. Inició la guerra, todos nos amontonamos, así como ya nos dijeron, nos metimos y pa qué nos metimos, puede ser que así pasó, se amontonaron la gente. Algunos que sí conscientemente lo hicieron pero otros por miedo, entonces quienes de por sí lo hicieron con miedo, de por sí no están a gusto haciendo el trabajo, ¿qué es lo que hacían? Aunque teníamos la orden de que no debemos de tomar trago, pero qué es lo que pasa, tomaban a escondidas. ¿Qué es lo que hacíamos? Nosotros no lo castigábamos, lo que hacíamos, por eso tenemos la comisión de ancianos, ésos son los encargados de decirle por qué está haciendo eso, se le explicaba qué es el daño que se está provocando en sí mismo. Entonces quienes obedecen pues prácticamente van a seguir y quienes no pues se pelan. Esa es la respuesta.

(…) 

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Compañeros y compañeras, buenas tardes a todos. Yo vengo de un poblado que se llama ____, que pertenece al municipio Francisco Villa. Vengo a representar a la Junta de Buen Gobierno, mi cargo fue Consejo, en el año 2006 a 2009. Les voy a explicar cómo fue la causa de nuestra carga que tenemos todos, no me toca explicar todavía donde empezamos en el año de 1994, voy a contar un poco cómo empezamos después de 1994. Antes, 91, 92, ¿por qué fue la causa del levantamiento armado? Es por la causa de la dominación, la marginación y la humillación, de las injusticias y de las normas o leyes de los malos gobiernos y de los explotadores terratenientes. Y así antes, nuestros padres y abuelos, ellos no les tomaban en cuenta, sufrían y así no teníamos tierra dónde trabajar para el mantenimiento de nuestros hijos. Así los pueblos zapatistas se empezaron a organizar donde dijeron “ya basta de tanta humillación”. Entonces se levantaron en armas, no les importó caminar por la noche, ni el hambre. 

Así fuimos formando y vimos que organizados, unidos, sí pudimos y vamos a poder más. Después pasando ese levantamiento que hicimos, vimos cómo vamos a avanzar a formar nuestras autoridades autónomas en cada municipio. Por eso aquí estamos reunidos todos para platicar y compartir cómo fue que empezamos a funcionar nuestros gobiernos autónomos, ¿por qué les explico un poco de este tema? Es porque yo lo que pienso es que desde ahí fuimos empezando y avanzando hasta donde estamos ahorita. En el tema que vamos a comenzar a ver le toca la palabra al compañero ___, que él va a explicar hasta hoy cómo estamos trabajando en nuestros municipios y en la Junta de Buen Gobierno. Es todo mi palabra, compañeros. 

Compañeros, así como platicó el otro compa, ahora nos va a tratar de explicar el compañero ____, porque fue el fundador de nuestro gobierno autónomo en nuestro Caracol III, allá en la Garrucha, ellos fueron los que fundaron las primeras autoridades. Ahora nos van a compartir cómo trabajaron, cómo estuvieron, cómo empezaron y cómo estamos hasta ahora. 

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(…) 

Como que se me pasó algo comentarles, más o menos un mes después del inicio de nuestras funciones, allá con una organización que se llama la CIOAC [de filiación perredista], nos secuestran a un compañero junto con un camión, y nos vimos obligados a denunciarlo y no teníamos la idea de hacer una denuncia. Miembros de la Junta de Buen Gobierno y consejos municipales tuvimos que dar nuestra palabra, una o dos palabras, para hacer esa denuncia, en equipo, cada quién daba su palabra y así vamos formando, así formamos una denuncia, pero sí lo sacamos. Y por eso lo hacíamos de secretario, lo hacíamos de cocinero, lo hacíamos de barrendero, porque teníamos que hacer aseo en nuestra oficina y en toda nuestra área de trabajo, no teníamos especialmente quién haga esas tareas y así lo seguimos haciendo hasta la fecha. 

(…) 

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(…) 

Así fuimos trabajando y así llegamos hasta el 2003, con la formación de las Juntas de Buen Gobierno. Llegamos a las juntas de buen gobierno, pues en esa zona, por decir así, pues no sabíamos si esa directiva de la asociación de municipios algún día serían autoridades y serían gobierno. Pero en el 2003, cuando se dan las Juntas de Buen Gobierno, el pueblo y la asociación de municipios deciden que esos ocho compañeros, miembros de la Directiva de Asociación de Municipios, pasaran a ser autoridades de la Junta de Buen Gobierno. Y esos ocho compañeros pues son los que toman el cargo en la Junta de Buen Gobierno, en el primer periodo de la Junta de Buen Gobierno, que fue de 2003 a 2006. 

Así se dieron entonces, igual bajo las mismas condiciones, la Junta de Buen Gobierno no tenía ya un local adecuado. Días antes de que se hicieran públicas las Juntas de Buen Gobierno pues los pueblos construyeron ahí, de manera urgente, un local para la Junta de Buen Gobierno, así como un local para cada uno de los municipios autónomos, en el centro del Caracol. Se construyeron con los materiales con que contaban los pueblos en esos momentos, maderas usadas, láminas usadas y así se empezó, se hicieron las construcciones, en menos de una semana quedaron construidas. Así se empieza, quedan listas sus oficinas, llega agosto de 2003 y se hacen públicas; después de la publicación los pueblos se reúnen, orgullosos de haber formado una instancia más de gobierno en la autonomía. Y en una fiesta, en una gran celebración instalan formalmente el nuevo gobierno autónomo, haciendo la entrega pues a su oficina, con los materiales con que se contaba. 

Pues podemos decir que fue un chingo, pero el pueblo hizo entrega a la Junta de Buen Gobierno una mesa y dos sillas, ése fue su material, y un local pues un poco más pequeño que este espacio donde estamos ahora, así fueron las condiciones. Días después, alguien por allá donó una maquinita de las más antiguas y con ésa se empezó a trabajar. Recibimos el local vacío y así empezamos, se fueron dando iniciativas de trabajo y fuimos empezando, arreglando el espacio.

(…) 

-*- 

En el trabajo también, como ven ustedes en la zona donde trabajamos, existen diferentes formas de ser, diferentes formas de vestir, diferentes colores, diferentes creencias, diferentes formas de hablar, y en el trabajo también se le respeta al compañero y compañera, independientemente de cómo sea. Lo único que nos interesa es la voluntad del trabajo y su capacidad, entonces todo eso no nos importa de cómo sea. 

(…) 

-*-

(Continuará…)

Doy fe. 

Desde las montañas del Sureste Mexicano. 
Subcomandante Insurgente Marcos. 
México, Febrero del 2013.

miércoles, 20 de febrero de 2013

ELLOS Y NOSOTROS. VII.- L@s más pequeñ@s.



ELLOS Y NOSOTROS. 

VII.- L@s más pequeñ@s. 

Introducción. 

Febrero del 2013.

Desde hace varios años, mientras en la política de arriba se disputaban el botín de una Nación hecha añicos, mientras los medios de comunicación callaban o mentían sobre lo que bajo estos cielos sucedía, mientras los pueblos originarios pasaban de moda y volvían al rincón del olvido: sus tierras saqueadas, sus habitantes explotados, reprimidos, despojados, despreciados…

Los pueblos indígenas zapatistas, 

cercados por el ejército federal, perseguidos por las policías estatales y municipales, agredidos por los grupos paramilitares formados y pertrechados por los distintos gobiernos de todo el espectro político en México (PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, MC y los distintos nombres que los parásitos de la clase política mexicana toman), acosados por agentes de las distintas centrales de espionaje nacionales y extranjeras, viendo a sus hombres y mujeres, bases de apoyo del EZLN, golpead@s, despojad@s y encarcelad@s… 

Los pueblos indígenas zapatistas, 

sin alardes, sin más imperativo que el deber, 

sin manuales, 

sin más líderes que nosotr@s mism@s 

sin otro referente que no fuera el sueño de nuestros muertos, 

sólo con las armas de la historia y la memoria, 

mirando cerca y lejos en calendarios y geografías, 

con la guía de Servir y no Servirse/ Representar y no Suplantar/ Construir y no Destruir/ Obedecer y no Mandar/ Proponer y no Imponer/ Convencer y no Vencer/ Bajar y no Subir. 

Los pueblos zapatistas, los indígenas zapatistas, las indígenas zapatistas, las bases de apoyo del ezetaelene, con una nueva forma de hacer política, 

hicimos, 

hacemos, 

haremos, 

la libertad. 

LA LIBERTAD 

¡NUESTRA LIBERTAD! 

-*- 

Nota aclaratoria:

Los textos que irán apareciendo en esta séptima y última parte de “Ellos y Nosotros” son fragmentos entresacados de “Cuaderno de Texto de Primer Grado del Curso de La Libertad según l@s Zapatistas. Gobierno Autónomo I” y “Cuaderno de Texto de Primer Grado del Curso de La Libertad según l@s Zapatistas. Gobierno Autónomo II”, versión en español SÓLO para compas de la Sexta (esperamos que habrá versión en las lenguas originarias que determine el Congreso Nacional Indígena, así como en inglés, italiano, francés, portugués, griego, alemán, euzkera, catalán, árabe, hebreo, gallego, kurdo, aragonés, danés, sueco, finés, japonés y otras lenguas, según nos apoyen l@s compas de la Sexta en el mundo que le saben a eso de las traducciones). Estos cuadernos forman parte del material de apoyo para el curso que las bases de apoyo zapatistas darán a compas de la Sexta en México y en el mundo.

Todos los textos son autoría de hombres y mujeres bases de apoyo zapatistas, y expresan no sólo parte del proceso de lucha por la libertad, también sus reflexiones críticas y autocríticas sobre nuestros pasos. Es decir, así vemos las zapatistas, los zapatistas, la libertad y nuestras luchas por conseguirla, ejercerla, defenderla.

Como ya lo ha explicado nuestro compañero Subcomandante Insurgente Moisés, nuestr@s compas bases de apoyo zapatistas van a compartir lo poco que hemos aprendido de la lucha por la libertad, y l@s compas de la Sexta ahí verán qué les sirve y qué no para sus luchas.

La clase de la escuelita zapatista, ahora ya lo saben, se llama “La Libertad según l@s Zapatistas”, y será impartida directamente por compañeros y compañeras bases de apoyo del ezetaelene, que han desempeñado los distintos cargos de gobierno, vigilancia y cargos de diversa responsabilidad en la construcción de la autonomía zapatista.

Para poder ingresar a la escuelita, además de ser invitad@s, l@s compas de la Sexta e invitad@s especiales, deberán tomar algunos cursos preparatorios, previos o propedéuticos (o como se le diga al equivalente al preescolar o jardín de niños), antes de pasar al “primer grado”. Estos cursos serán impartidos por compas de los equipos de apoyo de la Comisión Sexta del EZLN y no tienen otro objetivo que darles los elementos básicos de la historia del neo-zapatismo y su lucha por democracia, libertad y justicia.

En las geografías donde no hay compas de equipo de apoyo, se hará llegar el temario para que l@s invitad@s se preparen.

Las fechas y lugares, es decir, los calendarios y las geografías en que los cursos serán impartidos por las bases de apoyo zapatistas, serán dados a conocer en su oportunidad, siempre tomando especial consideración de la situación de cada invitad@ individual, grupo o colectivo.

Todas las invitadas e invitados al curso lo recibirán, sin importar si pueden venir o no a tierras zapatistas. Estamos viendo la forma o el modo de llegar hasta sus corazones sin importar su calendario y su geografía. Así que no tengan pena.

Vale. Salud y, ni modos, a preparar el corazón, y, sí, también el cuaderno y el lápiz.

Desde las Montañas del Sureste Mexicano.
SupMarcos.
México, Febrero del 2013.

P.D. QUE DA LECCIONES DE BUENA EDUCACIÓN.- Esta séptima y última parte de la serie “Ellos y Nosotros” consta, a su vez, de varias piezas y es SÓLO para compas de la Sexta. Junto con la parte V (que, como su numeración indica, se titula “La Sexta”) y el final de la parte VI.- Miradas 6: “Él Somos”, forma parte de la correspondencia particular que el EZLN, a través de sus voceros, dirige a sus compas de la Sexta. En esas partes, y en ésta, se señala con claridad quién es el destinario.

A quienes no son compas y tratan de burlarse, polemizar, discutir o replicar, les recordamos que eso de leer y comentar la correspondencia ajena lo hacen l@s chismos@s y/o la policía. Así que ahí lo vean en cuál categoría entran. Por lo demás, con sus comentarios sólo reflejan un racismo ramplón (son muy críticos de la TV y sólo repiten sus clichés), expresan una redacción lamentable y reiteran su falta de imaginación (que es una consecuencia de la falta de inteligencia… y de su pereza para leer). Aunque, claro, ahora tendrán que ampliar la cantaleta de “marcos no, ezln sí” y pasar a “marcos y moisés no, ezln sí“; luego “CCRI-CG no, ezln sí“. Después, si llegan a conocer las palabras directas de las bases de apoyo zapatistas (que lo dudo) tendrán que decir “ezln no, ezln tampoco“, pero ya será demasiado tarde.

Oh, no se pongan tristes, cuando pongamos videos musicales de Ricardo Arjona, Luis Miguel, Yustin Bibier o Ricky Martin, podrán sentirse convocados. Mientras tanto esperen sentados, sigan mirando al calendario de arriba (3 ó 6 años se pasan rápido), muévanse un poco más a la derecha (total, ya están acostumbrados), y háganse a un lado, no los vayamos a salpicar…

¡Órales razaaaaaa! ¡Y venga a darle al baile! ¡Ajúa!

lunes, 18 de febrero de 2013

Ni sus compatriotas se salvan de Obama

Lo admitió él mismo: envió agentes de la CIA a Yemen para asesinar a un ciudadano estadounidense, a su hijo adolescente y al hijo de un amigo. Ocurrió en 2011 y dijo que lo había ordenado porque su compatriota adulto instaba a combatir contra EE.UU. y que los jóvenes apenas fueron “un daño colateral” (www.washingtonpost.com, 14-2-13). Se conocía lo ocurrido, pero es la primera vez que el mandatario lo acepta abiertamente. Agregó que haría lo mismo cada vez que estuviera convencido de que matar a estadounidenses era necesario para salvaguardar la seguridad de EE.UU. El adulto del caso no tenía antecedentes ni había sido procesado o condenado por jurado alguno. En cambio, fue ejecutado extrajudicialmente por un drone (avión no tripulado) de la CIA.

El ex juez de la Suprema Corte de Nueva Jersey Andrew P. Napolitano opinó en The Washington Post que “el derecho internacional y el derecho en tiempos de guerra, a los que EE.UU. está sujeto por pactos (vinculantes), así como el derecho federal y los valores judeo-cristianos que subyacen en la Declaración de Independencia (que garantiza el derecho a la vida) y la Constitución (que permite la injerencia gubernamental con el derecho (a matar) sólo después de una declaración de guerra del Congreso o un debido proceso individual), todos establecen que la certeza de la identidad de un blanco humano, la veracidad en que se basa el deseo de su muerte, la percepción de su culpabilidad y un peligro inminente son insuficientes para justificar que el gobierno utilice una fuerza letal contra él. El presidente sólo puede ejecutarlo legalmente después del debido proceso o en defensa propia o declarando la guerra”. Se ignora qué peligro inminente representaban las víctimas a miles de kilómetros de distancia de EE.UU.

Muchos observadores se preguntaban de qué base militar despegaban –y despegan– los drones que lanzan sus misiles en Yemen, Pakistán y Somalia cobrando la vida de centenares de civiles, mujeres y niños incluidos. Algunos medios descubrieron que está localizada en Arabia Saudita. Jay Carney, vocero de la Casa Blanca, explicó: “Damos estos golpes porque son necesarios para mitigar amenazas reales, para terminar con los complots, para prevenir ataques futuros y, nuevamente, para salvar la vida de estadounidenses” (www.telegraph.co.uk, 6-2-13). No la de todos los estadounidenses, por lo visto. 

Algunos militares y funcionarios de los servicios de inteligencia de alto rango han expresado su preocupación por esta clase de guerra. El general (R) Stanley A. McChrystal, ex jefe del Comando de Operaciones Especiales que tiene a su cargo los operativos con drones, dijo en una entrevista con la agencia informativa Reuters que éstos “podían ser útiles, pero despiertan ‘un odio visceral’ en los lugares donde se producen y contribuyen a una ‘percepción de la arrogancia estadounidense’” (www.nytimes.com, 5-2-13). Y, tal vez, al reclutamiento de más militantes de Al Qaida.

Un informe presentado recientemente a la Corte Suprema de Peshawar –centro administrativo de las áreas tribales de Pakistán– da cuenta de que en los últimos cinco años 147 ataques de drones en Waziristan Norte, una pequeña zona rural del tamaño de Long Island, causaron la muerte de 894 personas, entre ellas, 35 mujeres y 24 niños (www.thenews.com.pk, 14-2-13). La mayoría de las víctimas pertenecían a la tribu local y los jueces expresaron su insatisfacción porque el informe del fiscal no distinguía entre militantes y civiles no combatientes, datos que era imposible obtener, de manera que todos pasaron a integrar la larga lista de “sospechosos de terrorismo”.

Una encuesta del Pew Research Center revela que no le falta razón al general McChrystal acerca de la opinión exterior sobre los ataques con drones (www.people-press.org, 6-2-13). Mientras en EE.UU. los apoya un 62 por ciento, incluso en Gran Bretaña los desaprueba un 47 por ciento y en Alemania el 59 por ciento. Ni hablar de los países árabes: en Túnez los condenó el 72 por ciento de los encuestados, en Egipto el 89, en Jordania el 85. Hasta en países como Brasil y Grecia se registraron altos índices de rechazo: 76 y 90 por ciento respectivamente.

Cabe, sin embargo, matizar la posición de los interrogados en EE.UU.: el 81 por ciento se mostró muy preocupado o algo preocupado porque esos ataques ponen en peligro la vida de civiles (www.people-press.org, 11-2-13), el 65 por ciento manifestó mucho o algo de temor de que provoquen la represalia de los extremistas y el 57 consideró que dañan la reputación internacional de EE.UU. Al mismo tiempo, el 66 por ciento estimó que son perfectamente o bastante legales. Al parecer, no todos los estadounidenses conocen la Constitución estadounidense.

Juan Gelman.