martes, 31 de enero de 2012

Radio Ñomndaa: palabras libres y verdaderas en los tiempos de la contrainsurgencia. Segunda parte

Autonomías indígenas versus caciquismo en la llanura de las flores (Parte II)

Hay un estado terrorista que pretende callar las voces críticas, desarticular y amedrentar las luchas, con el miedo pretenden paralizarnos, pero nosotros no lo haremos
Pronunciamiento del 7° aniversario de Radio Ñomndaa

México entró al siglo XXI en medio de una guerra intestina. Una sociedad y un estado se están pudriendo por dentro, entre la sangre que se derrama en los 33 asesinatos diarios que se promedian a nivel nacional en 2011 (65% de crecimiento, una de las tasas más altas del continente [1]). Los grandes escenarios son la explotación y el despojo, consecuencias de esa forma histórica del capitalismo, llamada neoliberalismo. El “nuevo orden mundial” es una afrenta y una ofensiva contra la población empobrecida en las ciudades y en el extenso campo mexicano; es un asalto contra la naturaleza. El saqueo de recursos naturales viene de la mano de privatizaciones y concesiones a gigantes transnacionales sobre los territorios de los pueblos indígenas.

La “modernidad” capitalista a la cual deberíamos ingresar con las maquilas, la reforma energética y el TLCAN, es un pase de cuarta a la devastación de la guerra actual, a la eliminación de las formas de resistencias colectivas. Éstas últimas, por el contrario, resurgen tenazmente y de esto se trata el intento de consolidar el autogobierno indígena amuzgo y una radio comunitaria en Guerrero.

Guerrero “moderno”. “Geografías de la violencia” y exterminio de los pueblos indios

El neoliberalismo ahondó la violencia, potenció viejas desigualdades y creó otras nuevas, agudizando la pobreza de las zonas rurales. En Guerrero, no destruyó los cacicazgos, se apoyó en ellos, los benefició y arremetió contra los ejidos y la propiedad comunal con la reforma al artículo 27 constitucional, que dio prioridad a los medianos y grandes productores agrícolas, dejando de lado a las comunidades indígenas. El capitalismo (neoliberal) también es el otro rostro feo del caciquismo.

A finales de los 80, el plan salinista privatizador, fue replicado en Guerrero, por el malogrado ex-gobernador José Francisco Ruiz Massieu. Perteneciente al círculo íntimo de la familia Salinas de Gortari, Ruiz, dijo que el desarrollo turístico y las maquiladoras serían los nuevos pilares de la economía guerrerense [2]. Anulando los subsidios así como las empresas estatales, los bancos de crédito y la parafernalia que se había creado en los tiempos de Echeverría para constrarrestar la guerrilla, se dejó a los campesinos y a los pueblos indígenas en el mundo de las “libertades de mercado”, donde éstos iban a ser aplastados por la apertura a las importaciones y los precios “reales” [3]. La “modernización del campo” amenaza los territorios comunales.

Es ésta la época en la que se registra el gran crecimiento de la producción de enervantes, negocio que hasta ese momento también había pertenecido a muchas redes caciquiles. El campo se cubrió de ese rosáceo color de la amapola. Entonces mucho(a)s soñaron con el cielo y las armas que podían comprar con el dinero obtenido gracias al lechoso líquido que se extrae al rayar la goma, un nuevo oro blanco. Pueblos enteros se vaciaban de manera obligada para dar paso a extensas regiones de plantíos de amapola. Los narcos pueden otorgar semillas, transporte e insumos productivos. Muchos campesinos ingresaron en la ecuación “Violencia – Producción de goma y amapola – violencia elevada a la N potencia”, surgiendo nuevas familias y caciques con mucho poder y conexiones políticas [4].

En un estado donde el 13.75% de la población es indígena [5], muchas comunidades y regiones campesinas guerrerenses comenzaron a desintegrarse y morir, cuando sus jóvenes y mujeres migraron a las plantaciones del norte a piscar tomate, o cuando decidieron meterse al negocio de la amapola. En el zedillismo, el foxismo y el calderonismo, se ampliaron y profundizaron las cifras del horror, bajo el mismo esquema de desregulación laboral y empoderamiento de las elites financieras y empresarios ligados al gran capital transnacional.

Guerrero es el primer productor de amapola en México, haciendo que el país sea el segundo en el mundo en proporcionar el insumo principal para la heroína [6]. Para mucha gente es preferible tener dinero asegurado por la venta de la goma que puedan obtener, a esperar algún trabajo que el “presidente del empleo” había prometido en su campaña el 2006.

Para el 2011 los Cárteles del Golfo y el Pacífico, La Familia Michoacana, Los Zetas, los Beltrán Leyva y Los Caballeros Templarios se disputaban la gran plaza productora, comercial y de consumo de drogas que representa Guerrero [7]. Desde el 2006, año de inicio de la guerra calderonista, por las calles guerrerenses se viven las batallas más sórdidas del narco, entremezcladas con las “equivocaciones” de la policía y los militares, las cuales dejan decenas de “víctimas colaterales”. Producto de esta conflagración, tan sólo en 2011, han sido ejecutadas más de 880 personas en la entidad [8].

Acapulco ya no es el gran centro turístico que planeó Salinas, y los muertos que fueron rafagueados y/o torturados brutalmente, llegan por piezas hasta la morgue de Chilpancingo. La ciudad capital misma es ya una fosa común, un campo de batalla, un lugar perfecto para las bandas de secuestradores y narcos. Ya no se distinguen bien las fronteras entre la violencia estatal y la del narcotráfico. Es un rompecabezas de nombres, cargos oficiales y nexos que casi nadie puede armar completamente, o, mas bien, muy pocas y pocos, se atreven a armar y mostrar [9].

Un periodista jalisciense nos dijo que ésta es tan solo una “geografía de la violencia”. El paramilitarismo y la militarización que se dan en las zonas rurales, son las otras dos geografías que se combinan con la primera, allí donde las cifras rojas se disparan junto a los datos de crecimiento de la migración y de la pobreza extrema. Ambos son las formas nuevas de la contrainsurgencia.

En 1997, cuando comenzaron a organizarse los centros de defensa de derechos humanos en la Montaña, la violencia, que de por sí en los 70 era grande en la Costa Chica y la Montaña, había crecido de manera inverosímil en municipios como Tlacoachistlahuaca, con población amuzga [10]. Las mujeres indígenas podrían testificar de las numerosas agresiones de los militares, pero solo en dos casos paradigmáticos, los de Valentina Rosendo e Inés Fernández, se pudo saber la verdad, establecer acusaciones y llevar un juicio a soldados que tienen en sus manuales de entrenamiento, la violación como método de tortura [11].

Comunidades enteras han sido desplazadas por el crimen organizado y, uno a uno, los campesinos ecologistas están cayendo en manos de comandos armados, de los policías y de los federales [12]. Pueblos son cateados, inermes ante los fusiles de asalto de las tropas federales, y la impunidad y el silencio oficiales. Las excusas del ejército, para sus rondas por las comunidades, son las de la supuesta presencia de la guerrilla (el EPR), y la del narco [13]. Pero por lo general, acosan a los poblados conocidos por su organización indígena o campesina contestataria.

La masacre en El Charco de 1998, donde 11 tlapanecos-mixtecos murieron ametrallados por el ejército y la esterelización forzada a los que fueron sometidos estos mismos pueblos indígenas, como parte del plan de elementos de la secretaría de salud del estado en 1999, (ambos hechos, ocurridos durante el primer gobierno de Ángel Aguirre [14]); son las muestras más fehacientes de cómo aún se está imponiendo la “modernidad” a los pueblos indígenas: una nueva colonización racista, una nueva guerra por distintos medios, cuya finalidad última es el exterminio.

La destrucción está llegando junto a planes de explotación, “desarrollo” y mega saqueo. En las gobernaturas de Ruiz Massieu, Alcócer Figueroa y Zeferino Torreblanca, no cambiaron mucho las cosas para los pueblos indios y campesinos. Todos esos gobernadores, intentaron ejecutar proyectos hidroeléctricos e hicieron concesiones forestales que afectaban seriamente a las comunidades [15]. Sucede algo semejante con los recursos mineralógicos de la zona de la montaña, donde está la Policía Comunitaria.

La versión guerrerense del salinismo, vino con las antiguas redes de pactos y políticas prebendales y caciquiles. La violencia no se ha detenido dentro de los municipios, y está siendo solapada y ejercida por los pequeños y grandes caciques. Hay cosas se modifican así mismas para no cambiar.

El autogobierno pensado en amuzgo

La reconstrucción social, las salidas al panorama neoliberal y al genocidio, que se vislumbran, no pueden sino ser pensadas desde la misma sociedad y su iniciativa, así lo entendieron las personas de Xochistlahuaca, que viven cada día la violencia desbordada que se apoya en los cacicazgos y las gobernaciones. Decidieron por tanto, organizarse para hacer frente a los problemas que identificaron en su municipio. Algunos plantearon que con la derrota del PRI en las últimas elecciones a la gobernatura, se debilitarían los cacicazgos que dependían de este partido, pero al parecer en Xochis no ha sido el caso.

El pueblo Nn’anncue Ñomndaa tiene una tradición de lucha inscrita en la lucha nacional de los pueblos indígenas [16]. Como señalaba el investigador Miguel Ávila, en Xochistlahuaca desde hace varias décadas se enfrentó el despotismo caciquil. En la década de los 70, se peleó contra el poderío del cacique Rufino Añorve, avecindado en Ometepec, de ascendencia española y de una conocida filiación al PRI [17]. Desde el 2000, la lucha se ha establecido contra un “neocaciquismo” encarnado en Aceadeth Rocha Ramírez, (conocida como “Chade” o “La Loba”), quien, según Avila, habría pasado por las “altas esferas” del priísmo, conociendo a los Ruiz Massieu y a Beatriz Paredes, quienes la apoyaron al momento en que ocupó cargos importantes e incluso cuando fue de representante indígena a otros países.

El poder que ejercía a partir de instancias estatales fue creciendo junto al que tiene como cacique. No obedece ningún mandato de la comunidad, no vive en ella, y su relación con éstas, como sucede con otros cacicazgos, es prebendal. Afirma David Valtierra:
Actualmente es una mujer que es la cacique de la región no solamente del municipio (…) lo que hace es romper la organización comunitaria, que lo que hace es desconocer nuestros usos y costumbres, algo que realmente nos ha partido la cohesión social (…)actualmente en cada comunidad hay dos tipos de autoridades una es la autoridad formal reconocida por las instituciones, por la cacique, y la otra es la autoridad nombrada por el pueblo en asamblea, no tiene reconocimiento oficial pero si una legitimidad (…) estamos divididos por las imposiciones, en este país, no se ha reconocido a los pueblos indígenas como sujetos de derechos (…) Éste un problema muy grande lo que ha ocasionado, porque políticamente se ha aprovechado de esas faltas de reconocimiento para desconocer nuestras formas propias de organización para dividirnos y confrontarnos y ella puede aprovecharse.

Es evidente, según la(o)s compañer(o)s, que Rocha obtiene beneficios de la explotación de recursos como la grava y arena de los ríos de la región: “lo que ha hecho ella es saquear los recursos naturales, por poner un ejemplo, ella tiene la constructora más grande porque extrae grava, arena, de los ríos, de los arroyos. Los saca y lo mete en las obras de carreteras, o sea, es un negocio redondo porque ella es la autoridad, va agarra lo que es del pueblo, lo mete en un programa y construye carreteras y la constructora de carreteras es de ella, es de su hijo, entonces prácticamente todo se enriquece de esos manejos de que se hace”.

Los programas federales también son gestionados por ella: “otro programa de Piso Firme, que es un programa federal que llega para que la gente ponga su piso de cemento, entonces como ella es la que vende cemento entonces a ella se la compra, ella vende la grava y pues son sus empleados los que hacen el trabajo, todo es un negocio para ella, a partir de ahí ella ha tomado poder económico impresionante, y por eso es que ella puede influir en las decisiones de los jueces”.

Los abusos de la cacique durante su gestión, cuando ésta trató de imponer autoridades, desconociendo a los comisarios municipales que el pueblo había propuesto, desembocaron en movilizaciones y enfrentamientos el 2001, entre la gente afín a Rocha y un frente de personas inconformes con la división generada por la presidenta municipal en las comunidades.

Éstas últimas tomaron el ayuntamiento reclamando la salida de “Chade” de la presidencia municipal, pero fueron desalojadas violentamente por el bando contrario. Allí, mucha gente fue golpeada y una persona perdió un ojo. Recuerdan varias personas, que los grupos de simpatizantes de Rocha eran ”gente paramilitares de (el poblado) Guadalupe Victoria”, personas disfrazadas de campesinos, por lo que el enojo comunitario creció. A raíz de esto, se creó el Frente Cívico Indígena de Xochistlahuaca (FCIX), con una amplia participación de mujeres, en especial artesanas, el cual exigió la salida definitiva la presidenta. Después de otra toma del ayuntamiento en marzo de ese mismo año, y varias movilizaciones en Chilpancingo, finalmente, quedó como autoridad interina Aquiles Polanco Añórve.

El frente se dividió por intereses partidistas, (algunos decidieron apostarle al PRD, otros al PAN). El triunfo en las elecciones municipales del 2002, lo obtuvo el primo de Rocha, quien finalmente regresó como presidenta municipal luego de haber obtenido una diputación estatal.

Sin embargo, antes de que sucediesen los comicios, varios integrantes del Frente Cívico, quienes compartían las propuestas del movimiento zapatista, decidieron plantear que la política debería salir de los marcos de lo partidario y mas bien ejercerse desde un autogobierno indígena, la propuesta tenía el apoyo de varias comunidades, por lo cual comenzó a darse un movimiento al interior de éstas para recuperar a las autoridades tradicionales. Gobernarse ellos mismos antes de que cualquier candidato partidario ganase las elecciones.

Ya desde el mismo 1998, varias personas habían comenzado el acercamiento con las autoridades tradicionales, viendo que la vía electoral no tenía posibilidades ante el poder priísta. La alternativa de organización autónoma se presentó como una experiencia efectiva, pensada con ejidatarios y los principales de algunas comunidades.

Luego de los problemas que se dieron desde el 2000, finalmente el 20 de noviembre de 2002, se declaró fundado un municipio autónomo que se regiría de acuerdo a usos y costumbres, donde las autoridades tradicionales ejercerían su trabajo “obedeciendo al pueblo, y no sirviéndose de él”. El documento con el cual declararon la restitución de las autoridades tradicionales en Suljaa’, hablaba de la recuperación de sus propias formas de gobierno, un proyecto político que afirmaba categóricamente “hoy retomamos nuestro camino”:
nosotros los habitantes del municipio de Suljaa’ (Xochistlahuaca), estado de Guerrero, establecimos un gobierno municipal de acuerdo al derecho consuetudinario y a la cultura del pueblo Nanncue Ñomndaa. (…)restablecimos nuestras formas tradicionales de gobierno que desde hace tiempo fueron violentadas por el Estado Mexicano, quien desde hace años impuso el régimen de partidos a nuestro pueblo, siendo que dicha forma de hacer política no ha servido para el desarrollo de nuestro pueblo, sino para conformar gobiernos corruptos, caciquiles, impuesto desde arriba por los poderosos, que lo único que han hecho es empeorar la difícil situación de los habitantes indígenas del Municipio [18]

A través de este pronunciamiento, también se denunció la intimidación, la violencia y las arbitrariedades de la cacique, e incluso las golpizas y muerte de algunos comuneros, además de la complicidad de las autoridades del gobierno estatal con Rocha.

El trabajo que se hizo con las autoridades tradicionales, durante casi tres años, fue arduo y duro, porque no contaban con financiamiento estatal: piscicultura, la biblioteca y la Radio comunitaria, que comenzaron a dar sus primeros pasos. Se nombró a un representante para que protegiese las tierras de la comunidad y velase por los asuntos agrarios de las mismas. Genaro Cruz Apóstol fue elegido para tal propósito.

Otras ideas quedaron sin plasmar, porque el gobierno autonómico en consolidación, fue atacado por las instancias estatales, los partidos políticos y el poder caciquil, los cuales comenzaron a moverse en contra de la iniciativa comunitaria independiente [19]. El 2007, Rocha aún se negaba a reconocer a las autoridades indígenas, por lo que incluso El Carmen, comunidad nahua de Xochistlahuaca, decidió acogerse al convenio internacional 169 de la OIT, para nombrar a sus comisarios y topiles. Las personas que reivindicaron sus cargos comunitarios fueron sometidas a un juicio por el “delito” de ejercer sus usos y costumbres [20]. El proyecto afectaba seriamente los espacios de poder de la actual cacique y toda su familia, entonces ella y otras instancias judiciales y estatales iniciaron el acoso y la persecusión contra la(o)s iniciadores del Municipio Autónomo Suljaa’.

Para las elecciones del 2005 los partidos, (especialmente el PRD), habían logrado resquebrajar la unidad indígena.

A las y los que quedaron firmemente opuestos a la participación de partidos, les tocaron los procesos judiciales, (el rostro sin máscara del estado), como los instaurados contra autoridades del comisariado ejidal que formaron parte del gobierno indígena. Así le sucedió a Genaro Cruz Apóstol, encarcelado y acusado de “privación de libertad” cuando se intentó detener la venta de tierras comunales [21], Varias otras autoridades autónomas y fundadores de Radio Ñomndaa, han sido constantemente perseguidos, encarcelados y amenazados por los poderes locales. Sin embargo no se ha renunciado a la posibilidad siempre existente de fortalecer un autogobierno autónomo.

La mano negra estatal también saboteó el proyecto, retiró el Registro Civil de Xochistlahuaca, por lo cual, el Gobierno Tradicional en su primer año de labor, afirmó: “lo cual significa que para el gobierno, un pueblo que decide caminar su propio camino no merece siquiera el reconocimiento de sus nacidos y de sus muertos (empero) es motivo de fiesta el seguir vivos y en la resistencia” [22].

Resistencia y construcción

Años antes David Valtierra, se había ido para el hervidero que es Ciudad Monstruo, a estudiar en los cursos superiores que no se impartían en Xochis. Llegó a la realidad citadina y a la UNAM. Allí, fuera de su pueblo, aprendió a quererlo más, por eso regresó a Guerrero:
¿Lo que uno vive no? de niño, y lo que uno vive en la ciudad, lo hace uno regresar a su pueblo y a tomar una decisión de hacer algo, entonces yo cuando terminé la universidad pues inmediatamente me regresé porque aquí hay mucho trabajo por hacer, sobre todo un trabajo que tiene que ver pues la resistencia por un lado, y por otro lado la construcción a partir de un trabajo de conciencia de lo que significa nuestra historia, de lo que significa la lucha de nuestros abuelos, de lo que significa que hay otras alternativas siempre a lo que es el capitalismo

Él y Romelia Ibarra (también colaboradora en la emisora), afirman que el proceso que se llevó adelante desde el 2002 significaba pensar y emprender con una forma de gobierno indígena en un complicado camino para ejercer sus prácticas políticas desconocidas de manera sistemática durante décadas, por todas las instancias estatales. Mas allá, David dice que se trataba ya de “organizar nuestra propia educación, nuestra comunicación, nuestro sistema de salud: toda la vida es lo que hay que replantear” [23].

Quizá los ancianos no le llamaban autonomía indígena, pero el término fue pensado bastante a partir del levantamiento zapatista del 94.
nos encontramos con gente grande que ellos no hablan de la autonomía, pero ellos lo han vivido, ellos son principales que antes nadie les imponía quien iba a ser el comisariado, sino que era una decisión pública de todos, entonces empezamos trabajar con ellos, ya empezamos a reconstruir el gobierno tradicional y entonces nos vimos en la necesidad de que era importante platicarnos entre pueblos, entre comunidades, porque como que todo es división:”tú perteneces a otro municipio”, “tú eres de otro ejido”, “tú eres de otra comunidad”, “tú eres de otro estado”, pero en realidad somos un mismo pueblo con una sola historia de represión de discriminación, pero sobre todo de lucha, de resistencia, de identidad, y entonces pues la radio ofrecía una manera muy buena para empezar a platicarnos y entendernos y fue que impulsamos la presión de las radios comunitarias, con nuestra lengua Ñomndaa, que es la palabra del agua.

El camino es largo y escarpado, ya que la autonomía no es un “modelo” que se pueda copiar e implementar, es, mas bien, un ejercicio político que busca una alternativa que se construye en el camino, en condiciones determinadas y muy contradictorias. Pero no existen muchas otras opciones cuando te hallas en el mismo vórtice de la violencia proveniente de tantos flancos y encubierta (y generada), por tantas redes de poder. Ante un estado que tiene mil cabezas, cientos de garras, miles de dólares para sostener a las fuerzas de seguridad, y a los consabidos “programas de desarrollo rural” que son parte de la contrainsurgencia.

La radio era y es un brazo de todos estos intentos continuos para caminar, para reivindicar y planear un proyecto autónomo, que ha atravesado diferentes experiencias. Ella surgió con los esfuerzos por sostener un gobierno indígena sin recursos estatales, y, a pesar de todo lo sucedido, se consolidó como un espacio referencial al aire que desde su nacimiento quiere transmitir, en su propio idioma, palabras libres surgidas de todos estos procesos de lucha.

Si una(o)s, mandaron despensa, dinero y promesas electorales – partidarias, ofrecimientos para hacer “borrón y cuenta nueva”; del otro lado, otra(o)s pelean por escapar de esta lógica, asumiendo que la libertad, la justicia y la dignidad, pensadas desde un real autogobierno indígena no son transables por nada.

Por eso Radio Ñomndaa es blanco visible e inmediato para la guerra de alta y baja intensidad que los diferentes gobiernos estatales y federales, apoyados en los grupos de poder regional, desataron en su contra, bajo diferentes formas.
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Notas:
[1] http://www.eluniversal.com.mx/nacion/189648.html
[2] Bartra, Armando (Comp.), Crónicas del Sur. Utopías campesinas en Guerrero, Era, México, 2000.
[3] Ibíd.
[4] Bartra, Armando, 2000, Barrera, Abel, Guerrero: pobreza, cacicazgos y narcoviolencia, Revista Contralínea, 15 de junio de 2008, año 7, No. 104 y Ocampo, Sergio, Narcos optimizan sus cultivos en las costas, La Jornada.
[5] Flores, José y Méndez, Alfredo, “Las luchas indias, sus intelectuales y la Universidad Intercultural de los Pueblos del Sur (México)”, En: Revista Osal, Año VIII, No. 23, Argentina, Abril de 2008.
[6] http://www.proceso.com.mx/?p=285649
[7] Flores, Ezequiel y Dávila Patricia, “Guerrero, desquiciado”, En: Revista Proceso, No 1825 , México, 23 de octubre de 2011.
[8] Las muertes alcanzaron también a los miembros de la campaña por la gobernatura del estado a principios de ese año (Flores, Ezequiel, Guerrero: rivalidad de cárteles deja 880 muertes en 2011, 26 de diciembre de 2011, revista Proceso. El Universal, “Guerra” narco deja más de mil muertos, sábado 1o de julio de 2006 y Flores Ezequiel, “En Guerrero, la política sabe a sangre”, En: Revista Proceso, No. 1785, México, 16 de enero de 2011.
[9] Cristian Hernández, “El Cris”, es un líder narco, hijo de “El Chaky”, quien fué un ex judicial, participante de la “guerra sucia” de los 70, que actuó bajo las órdenes directas del entonces gobernador, Rubén Figueroa Figueroa. Algunos jefes de sicarios y asesinos son señalados por su presunta ligazón a las redes de poder de la gobernación actual. (Flores, Ezequiel y Dávila, Patricia, op.cit.)
[10] Gasparello, Giovana, “Policía comunitaria en Guerrero, investigación y autonomía”, En: Política y Cultura, No. 32, UAM – Xochimilco, 2009, pp. 61 – 78 (http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=26711870004)
[11] http://www.proceso.com.mx/?p=292668
[12] Ackerman, John, Guerrero: justicia hipotecada, Revista Proceso, 1o de marzo de 2009.
[13] El Ejército Popular Revolucionario salío a luz pública como guerrilla en 1996, a un año de la “Masacre de Aguas Blancas” de 1995, donde la Policía Motorizada y Judicial del Estado de Guerrero asesinaron a 17 campesinos en Coyuca de Benitez, como forma de intimidación contra la Organización Campesina de la Sierra Sur. http://www.tlahui.com/tlahui2/aguas.htm. Sobre la incursiones militares en comunidades indígenas se puede ver la sucedida el 2011 en Tlacoachistlahuaca: http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/03/26/index.php?section=sociedad&article=008n1soc.
[14]http://www.derechos.org/limeddh/informes/charco.html, http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2008/01/24/index.php?section=sociedad&article=006n1soc y La esterilización forzada deindígenas a través de engañono es un hecho aislado:Falaces los argumentos de laSecretaría de Salud que figura en la página de la Coordinación General del Programa de Equidad de Género del Poder Judicial de la Nación (http://www.equidad.scjn.gob.mx/spip.php?page=ficha_biblioteca&id_article=348)
[15] El primero con el proyecto estrella de su gestión, la Presa de San Juan Tetelcingo, anulada por una gran movilización el pueblo nahua en los 90; el segundo con sus consesiones madereras a la gigante transnacional Boise Cascade el 95; y el tercero con la Presa La Parota.
[16] Luchas que abrevan de varias formas de resistencia y de búsqueda de independencia, como el Consejo Supremo Amuzgo de Xochistlahuaca; su participación en la Coordinadora Nacional Plan de Ayala y en el Consejo Guerrerense 500 años de Resistencia Indígena y la formación del movimiento denominado “Rancho Nuevo de la Democracia”. Pueden verse al respecto: Sarmiento Silva, Sergio et.al, Movimientos indígenas y conflictos sociales, México Nación Multicultural-UNAM y Secretaría de Asuntos Indígenas del Gobierno del Estado de Guerrero, México, 2009 y Bartra, Armando y Otero, Gerardo, “Movimientos indigenas campesinos en México: la lucha por la tierra, la autonomía y la democracia”, En Moyo, Sam y Yeros, Paris (Coords.), Recuperando la tierra. El resurgimiento de movimientos rurales en África, Asia y América Latina, CLACSO, buenos Aires, 2008.
[17] Ávila, Miguel Ángel, “Las vicisitudes del movimiento indígena”, En: Estado del desarrollo económico y social de los pueblos indígenas de Guerrero, México Nación Multicultural-UNAM y Secretaría de Asuntos Indígenas del Gobierno del Estado de Guerrero, México, 2009.
[18] Pronunciamiento del pueblo indígena amuzgo: El pueblo indigena amuzgo de Guerrero reestablece el autogobierno, Municipio de Suljaa’ (Xochistlahuaca), Guerrero, México, primero de diciembre de 2002.
[19] Gutiérrez Ávila, Miguel Angel, “Las vicisitudes del movimiento indígena”, En: Estado del desarrollo ecoómico y social de los pueblos indígenas de Guerrero, Programa Universitario México Nación Multicultural-UNAM y Secretaría de Asuntos Indígenas del Gobierno del estado de Guerrero, México, 2009.
[20] El Sur, Exculpan a siete indigenas de Xochistlahuaca acusados de ejercer sus usos y costumbres, 15 de septiembre del 2006.
[21] Clajadep, Exigen indígenas amuzgos cesar la represión contra municipio autónomo, 22 de julio de 2004.
[22] Declaración de Suljaa, 20 de noviembre de 2003.
[23] Gasparello y Quintana (comps.), Otras Geografías. Experiencias de autonomías indígenas en México, Redes Tejiendo la Utopía, México, 2010,

domingo, 29 de enero de 2012

Hack for your Rights ~ Hackea por tus derechos

Tratamos en este texto de extrapolar ideas de las luchas y conquistas en el ámbito digital y aplicarlas en la búsqueda de cambios en otras áreas de nuestra sociedad.

Y es que una de las "partidas" de un potencial estratégico manifiesto que se han producido durante las últimas décadas, ha sido la que el Software Libre ha librado contra el software privativo de grandes empresas como Microsoft.

Aunque no es siempre obvio, y a veces se ve el esfuerzo de creación colectiva que supone el Software Libre, bajo una simplista perspectiva práctica o funcional ("esto funciona mejor que esto otro", o "estoy más acostumbrado/a a esto que a esto otro"), lo que realmente estaba y está en juego son nuestras libertades, nuestra privacidad, nuestra independencia como personas y como sociedad, en definitiva, el bién común.

Y aunque el Software Libre está llegando poco a poco a nuestros ordenadores personales (ya sea a través de programas como Firefox, o sistemas operativos como Ubuntu) incluso a nuestros móviles (con Android), es algo que usamos de forma "indirecta" continuamente, ya que gracias a él funciona gran parte de lo que entendemos por Internet, incluyendo grandes empresas de servicios privativos como Google o Facebook.

Una de las mejores enseñanzas que podemos extraer del Software Libre es que se puede jugar y ganar en esta gran partida de la lucha global por nuestras libertades y por el bien común y que podemos cambiar el insostenible e injusto momento histórico actual.

Por mucho que una gran empresa pueda tener cientos o miles de programadores contratados, ¿qué empresa puede competir con algo como el Software Libre, creado en colaboración por cientos de miles de entusiastas por todo el mundo, y mejorado, traducido, adaptado y liberado como un bien común para el resto de la humanidad?

Y podemos extrapolar a otras áreas, como por ejemplo la Cultura Libre. Como dice Eben Moglen: "ahora que cualquier bien cultural (saber, arte, obra), toda información de utilidad, podría estar disponible para todo el mundo al mismo precio que puede estar disponible para una sola persona... ¿cómo puede ser ético excluir a cualquiera del libre acceso?" Si no nos cuesta compartir ¿por qué excluir a otras personas artificialmente?

El mejor ejemplo de Cultura Libre es actualmente la Wikipedia, esa enciclopedia online , creada, gestionada y mantenida de la misma forma que el Software Libre, por miles de personas como nosotras, y disponibilizada a todo el mundo en decenas de idiomas. Es un buen ejemplo de "bien común digital".

¿Qué enciclopedia comercial puede competir con este esfuerzo colectivo, permanente y desinteresado de la Wikipedia? Ninguna. Encarta, la conocida enciclopedia de Microsoft, dejó de editarse en el año 2009. Es como si las antiguas fábricas de hielo intentaran competir con la llegada de los frigoríficos.

Y aun con todo, esto es sólo el comienzo.

Más allá del Software Libre. Una partida global.
Extrapolando, ¿por qué hemos de limitarnos al Software Libre o a las enciclopedias y la Cultura Libre?

Una de las cosas más interesantes, es que el Software Libre nos muestra una partida ganadora que puede ser jugada, ya no contra Microsoft, sino contra cualquier amenaza a nuestra libertad (como los transgénicos, o las semillas híbridas que no pueden volver a resembrarse, la privatización y mercantilización de la sanidad o la educación, etc).

También nos muestra que producir para nuestro bien común (ya sean bits o verduras), es una práctica más sana que producir con un simple objetivo mercantil (y que justifica cosas como la guerra, la enfermedad, la obsolescencia programada, la devastación medioambiental... con la única perspectiva del mercado).

Y para extrapolar, basta una regla de tres . Si está claro que el Software Libre nos hace más libres frente a prácticas abusivas, monopolistas y anti-libertad en nuestros ordenadores y en Internet, ¿qué otras prácticas similares pueden hacernos libres frente a otras problemáticas como el monopolio de semillas, las patentes de la vida, las injustas farmacéuticas (que por ejemplo prefieren investigar en medicamentos que sean necesarios tomar de por vida), la falta de transparencia de instituciones (y su control por corporaciones sin ética alguna), etc?

Lo que podemos aprender es que, tanto individual como colectivamente, podemos jugar y vencer en partidas similares, contra objetivos que ponen en juego el bien común y nuestras libertades (ya sea a nivel alimentario, medioambiental, sanitario, educacional...).

Tomar conciencia de que cualquier persona puede jugar esas partidas, y que podemos convertir la situación histórica actual en un gran tablero en el que participar en esas partidas de una forma simultánea y descentralizada. Cuantas más personas participemos en cada partida, cuantos más busquemos ese cambio estructural, mayor es la probabilidad de que uno/a de nosotros/as, dé con jugadas ganadoras (p.ej. Wikileaks), y por tanto, mayor es la probabilidad de éxito como sociedad. Si ganamos estas partidas, las ganamos todos.

Como decía Eric S. Raymond: "Dada una base suficiente de [colaboradores/as], casi cualquier problema puede ser caracterizado rápidamente, y su solución ser obvia al menos para alguien."

Tú también puedes jugar, o lo que es lo mismo, tú también puedes "hackear".
Podemos explicarlo con otras palabras. Un 'hack' (literalmente 'hachazo'), puede ser una solución ingeniosa a un problema, o un truco, una genialidad, o esa idea que te sorprende cuando te la cuentan, o te hace reir por su ingeniosidad.

"Hacking", es el acto de hacer "hacks", y "hacker" es quien hace "hacks" (nada que ver con el hacker entendido como "pirata informático"). Por otro lado, el "hacktivismo", el uso de hacks con fines políticos, se puede ver como una búsqueda de libertad para nuestra sociedad.

El Software Libre es un gran "hack" y nos muestra cómo algo, como nuestro sistema económico, puede ser cambiado, "hackeado", para el beneficio de la humanidad, del bien común. Nos muestra una fisura y cómo, aún con las mismas reglas del juego de este sistema injusto, se puede vencer al sistema.

Debemos ser conscientes de que todo el mundo puede ser "hacker" , y puede atreverse a "hackear" en otras áreas diferentes del Software , en otros entornos o facetas de la vida que coarten nuestra libertad, más allá de los ordenadores o Internet. Un buen ejemplo en el área del periodismo y la transparencia es Wikileaks. Es una gran jugada que se puede jugar en otras áreas (por ejemplo aireando prácticas injustas de corporaciones o administraciones locales) en pro de la transparencia y de nuestra libertad.

Esta sociedad actual necesita hordas de leñador@s que busquen y asesten hachazos en las grietas de las corporaciones e instituciones anti-libertad que atentan contra el bien común.

Estar en contra no es suficiente, hacer cualquier cosa tampoco.
Son necesarias otras estrategias más ambiciosas, enfocadas a encontrar colectivamente estas jugadas ganadoras que acaben con las situaciones injustas actuales. A veces es cuestión de aprender de las partidas jugadas por otras personas y colectivos, en otras partes, y adaptarlas a nuestro entorno o mejorarlas.

Queremos escribir estas líneas para animar a jugar, a hackear, a ser "leñadores" sociales. Nuestro objetivo debería ser sanear o cortar los manzanos podridos que están afectando a nuestro bosque comunal y a nuestro futuro.

Te retamos a jugar en esta partida simultánea por un mundo mejor. Cualquiera que sea tu campo (agricultura, biología, música, lo que sea), seguro que puedes tratar de encontrar hacks contra lo que nos perjudica. Si tu jugada es ganadora, ganaremos todos/as, y si otras partidas resultan ganadoras también ganaremos todos/as.

Este texto es un intento de fomentar partidas simultáneas frente a prácticas contra el bién común, pero no deja de ser sólo una jugada. A ti se te pueden ocurrir otras jugadas más efectivas en la misma línea. Piensa en ello.

Happy hacking!

miércoles, 25 de enero de 2012

¿El menos peor? por Lucio Rivera

Razones para no buscar las soluciones en las urnas

Se acerca el día de las elecciones presidenciales y como por arte de magia, cientos de miles de ciudadanas y ciudadanos organizados en los partidos electorales “progresistas” y en los grupos y colectivos afines, así como en una que otra organización “despistada”, se olvidan de las luchas populares, de los grandes problemas que enfrentan las mayorías del país y de la turbulenta situación internacional, para proponernos una solución igual de mágica: dejarnos de pleitos y votar por el “menos peor” para obtener “mejores condiciones” para la “izquierda”.

Bastaría con observar qué ha sucedido con los “menos peores” en los países imperialistas supuestamente “democráticos” para darse cuenta del verdadero sentido de la política del voto “útil”: en el estado español, Zapatero, del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), en Grecia, Papandreu, del PASOK (Otro partido “socialista”) y en EEUUA, Obama, el candidato del “cambio”, prometieron, a su modo, todo tipo de “concesiones” para el pueblo, y terminaron cumpliendo únicamente los mandatos de la clase dominante, por lo que las masas no tuvieron de otra más que salir a las calles a denunciar la farsa de la “democracia” de los poderosos.

En México, la amplia ilegitimidad de los partidos tradicionales de la oligarquía (el PRI y el PAN), así como la profunda crisis que azota a las mayorías, hacen que el candidato “progresista” pueda aprovecharse de la desesperación de las masas y ofrecerles una “salida fácil” que consiste únicamente en depositar su voto en una urna y esperar a que las promesas de campaña se cumplan. A continuación, se expondrán algunas de las razones por las cuales no debemos de tener ninguna confianza en las elecciones de un sistema antidemocrático y menos aún, en las promesas del que dicen que es el “menos peor”.



El llamado “Movimiento Progresista” no nos representa, en cambio sí representa a los intereses de la oligarquía. La coalición electoral formada por el PRD, el PT, el “Movimiento Ciudadano” (antes Convergencia) y el MORENA, se presenta como la opción “de izquierda” en la contienda electoral, presumiendo que ellos sí gobernarán para “la prole”. Sin embargo, esto no es más que un mero discurso, una imagen mercadotécnica para vender un producto. Porque en la política que hacen las y los de abajo, el PRD que gobierna junto con el PAN en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, que reprime, hostiga e incluso masacra en Guerrero, Chiapas y Michoacán, así como el PT que gobierna junto con el PRI en Chihuahua, no son más que distintas expresiones de una misma política que favorece únicamente a los intereses de los poderosos. Distintos colores para un mismo partido de la clase dominante.

Pero para no dejar lugar a dudas, el mismo candidato “progresista” se encarga de aclararnos quiénes son los amos a los que sirve. Primero con la reconciliación con Televisa y con otras organizaciones de la oligarquía, como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que declaró que AMLO ya no es un peligro para México y después, con el “destape” de los miembros de su gabinete, queda más que claro cuáles son los intereses que representa. Entre ellos, destacan:

-Para Gobernación, Marcelo Ebrard, actual jefe de gobierno del Distrito Federal, “antiguo” priista y coordinador del operativo policial de alcances nacionales, la CONAGO. Este nefasto político gobernó la ciudad de México de forma autoritaria, favoreciendo en todo momento a los intereses de los poderosos, en especial cuando se trató de reprimir al pueblo, destruir la naturaleza y violar su propia legalidad para la construcción de los megaproyectos.

-Para Economía, Fernando Turner, poderoso oligarca de Nuevo León y antiguo panista que encabeza la Asociación Nacional de Empresarios Independientes y que cuenta con inversiones en distintas ramas productivas, entre las que destaca la producción de refacciones automovilísticas para la exportación. En entrevista con la Jornada (20 de Noviembre, 2011) el empresario, consecuentemente confiesa que “estaba en el PAN por sus ideales, que son muy buenos, pero nunca los llevó a la práctica, y al compararlos con los de López Obrador se dio cuenta de que son los mismos: El chiste es que AMLO tiene la convicción de llevarlos adelante, la capacidad para hacerlos realidad”.

-Para Educación Pública, Juan Ramón De la Fuente, antiguo secretario de salud durante el sexenio de Ernesto Zedillo y ex-rector de la UNAM, conocido por haber permitido la represión de los estudiantes huelguistas en el año 2000, orquestada por la Policía Federal Preventiva, en un claro acto de violación a la autonomía universitaria. Vale agregar que este personaje, recibió del 2007 al 2010, 1 millón 233 mil 600 pesos del erario público, como sueldo “extra” por haber sido rector de la UNAM (Contralínea, 15 de enero, 2012). Si la principal bandera de AMLO es la “austeridad” en los sueldos de los funcionarios ¿Cómo pudo haber pasado por alto que este burócrata se enriqueciera de tal manera?

Como dice el dicho, “dime con quién andas y te diré quién eres”. Algunos más han sido “destapados” (también empresarios, banqueros e intelectuales del sistema), otros tantos lo serán pronto. No sabemos quienes ocuparán los codiciados puestos de gobierno en las secretarías, pero lo que sí podemos asegurar, es que si continúan en la misma línea, serán individuos que representen fielmente a su clase, es decir, a la clase burguesa y oligárquica. Sin embargo, aunque AMLO decida designar a algún intelectual de “izquierda”, esto solo significaría un gesto demagógico y proselitista, pues de nada sirve llegar a sentarse en la silla presidencial cuando quiénes gobiernan verdaderamente al país no son los funcionarios, sino los capitalistas e imperialistas, empresarios, banqueros, terratenientes y ricos.



AMLO no representa una alternativa distinta al neocolonialismo, todo lo contrario: pretende maquillar y regenerar al capitalismo dependiente mexicano. A pesar de que muchos entienden que ningún candidato nos representa, es ampliamente difundida la ilusión de que con el “menos peor” tendremos algunas mejoras y condiciones más ventajosas para luchar. Sin tener en cuenta toda la palabrería acerca de la “república amorosa”, basta con analizar los cincuenta puntos de su propio “Proyecto Alternativo de Nación” para asegurar que AMLO no solo no garantiza un cambio de rumbo en las actuales políticas anti-populares, sino que le apuesta a la profundización de las causas de la injusticia y la miseria.

De entrada, el primer punto asegura que habrá un apego total a la constitución mexicana, es decir, a la legalidad burguesa que garantiza la explotación. El programa obradorista, lleno de buenas intenciones, continúa con otra garantía: la de respetar el prestigio (¿?) del ejército y hasta promete “retirarlo” de forma paulatina. Claro que de los crímenes de lesa humanidad, las ejecuciones extra-judiciales, la tortura y la desaparición forzada no hay ni una sola palabra. De la misma manera, al imperialismo se le garantiza una relación “respetuosa” de cooperación para el desarrollo (Punto siete), en la cual se pide, únicamente, negociar el nefasto Tratado de Libre Comercio.

Así, las bases de la dependencia imperialista, no se tocan en lo absoluto. De hecho, el tono “desarrollista” (tan parecido al de la “modernización” e industrialización priista que sentó las bases para la actual dependencia) con el que se expresa el programa de AMLO, que incluye acciones como fortalecer a las Pequeñas y Medianas empresas (punto 29), promover la industria del turismo (punto 37), incentivar las actividades “primarias” de extracción (la pesca, la explotación de los hidrocarburos, etcétera.) y la construcción de “infraestructura” para la vinculación comercial del país (como el caso del punto 34 que propone la conexión del atlántico con el pacífico), junto con las medidas abiertamente neoliberales, como la construcción masiva de industrias maquiladoras de exportación (punto 38), hacen que la “regeneración nacional” no sea otra cosa que la construcción de una semi-colonia más productiva y más efectivamente dependiente de sus amos.

Toda consideración sobre la conservación del medio ambiente y sobre la “independencia alimentaria” es sencillamente imposible bajo este modelo de desarrollo. Aunque AMLO lo prometa también, en su “proyecto alternativo” no hay una sola palabra acerca de la necesaria reforma agraria, pues esto requeriría la afectación a las poderosas agroindustrias exportadoras, y el candidato amoroso ya ha declarado que no tiene intensión alguna de meterse en las expropiaciones. Del mismo modo, ni los megaproyectos ecocidas ni la minería destructiva aparecen en la lista de prioridades, mucho menos se contempla la devastación ambiental ocasionada por la pesca, la industria y el turismo, por mencionar algunas de las actividades que AMLO dice que favorecerá. Estas contradicciones no son menores, pues a través de ellas se puede diferenciar cuáles son las “promesas de campaña” y cuáles son los compromisos con la oligarquía y el imperialismo.



MORENA es una plataforma electoral que sirve para contener con promesas a la movilización social, donde abundan las prácticas autoritarias y burocráticas. El resto de las promesas de campaña se dirigen a algunos sectores movilizados, entre ellos destacan los electricistas y los trabajadores de la aviación, ejemplos que resultan paradigmáticos pues AMLO no ha movido un dedo para apoyar la lucha de estos sindicatos que han sido reprimidos por el gobierno perredista del DF. Otro sector son los estudiantes, a quiénes se les promete becas y acceso universal a la educación superior, mientras los gobiernos perredistas desmantelan escuelas normales rurales y asesinan estudiantes en Guerrero y privatizan y golpean a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México en el DF.

Solo tenemos discursos y más discursos que mediatizan la lucha para sacarla de las calles y llevarla a los parlamentos y a las urnas. Y es justo esta la razón por la que luchas sindicales como las arriba mencionadas (SME, Mexicana) han sido derrotadas de forma tan estrepitosa, cuando pudieron llegar a poner en jaque al gobierno federal. Este es el papel de López Obrador y su movimiento: contener y desviar a la movilización social con promesas para que no desborde los marcos de la lucha legal y pacífica. ¿Qué fue el plantón de reforma sino una maniobra para que sus seguidores no se le salieran del huacal? Él mismo responde: “hubiera habido derramamiento de sangre, se nos iba a desbordar el movimiento y hasta ahora no se ha roto un vidrio” (El universal, 28 de octubre, 2011). Pese a ser consecuente en su declaración, se equivoca. Cincuenta mil muertos después, el derramamiento de sangre fue producto de la derrota de la lucha contra el fraude. En el mundo árabe la Revolución no ha costado tantas vidas como en México la derrota.

Ahora que miles de ciudadanas y ciudadanos han terminado frustrados y decepcionados de la politiquería de AMLO ¿Qué se puede esperar de su movimiento en estas elecciones? Si es que llega a la presidencia, será sin duda porque el amor a los poderosos ha logrado convencer a la “mafia en el poder” que este político ya no es “un peligro para México”. Sin embargo, las recientes elecciones en el estado de México y en Michoacán, comprueban que el hartazgo y el repudio de la población han alcanzado también a los partidos de “oposición”. No es de sorprenderse, si los métodos y prácticas burocráticas y autoritarias que caracterizan al PRI, se reproducen frecuentemente en las filas del MORENA. ¿Qué me dicen de la dirigente de MORENA-Jóvenes y estudiantes, Luisa Alcalde, designada anti-democráticamente por ser una “cara bonita”, sin tener ninguna experiencia en la lucha? Ejemplos como este abundan.



Nuestra tarea no es entretenernos con ilusiones electorales, sino construir una alternativa revolucionaria ante la actual crisis. Aunque las bases obradoristas sean distintas a su dirección, sumándonos a las campañas, solo reforzamos sus ilusiones en el caudillo, cuando no podemos esperar nada si no es de nosotros mismos y de la democracia verdadera de las y los de abajo. El sistema político-electoral mexicano esta hecho justamente para impedir que las y los de abajo puedan puedan presentar sus propias alternativas para llegar a tomar decisiones en las instancias de gobierno. La farsa de las elecciones sirve fundamentalmente para legitimar la dominación política de la clase burguesa y oligárquica, y para encauzar el descontento popular a un terreno donde es fácilmente manejable. Para las grandes mayorías, el “show” electorero y las obscenas cifras millonarias que se gastan los partidos en las campañas, no son otra cosa que un abuso más al pueblo pobre que paga con sus impuestos los spots, los carteles y la demás basura propagandística.

Sin embargo, el descontento que sienten los jóvenes, las trabajadoras, los indígenas, los campesinos, las amas de casa, y el pueblo en general que no está representado en estas elecciones, no está organizado, es en muchos casos un gesto de rebeldía individual o se encuentra fragmentado y disperso en muchos colectivos y organizaciones que no se logran coordinar. Construir un gran referente organizativo, para levantar una alternativa revolucionaria desde abajo es nuestra gran tarea, sean tiempos electorales o no. Aprovechemos pues esta coyuntura, para levantar una campaña de denuncia, ya sea de anulación del voto o de boicot, para organizar el descontento, con el pretexto de las elecciones, y empezar a dar pasos firmes para solucionar los grandes problemas que vivimos, ya que solo el pueblo organizado democráticamente y con independencia de los partidos del sistema (PRI, PAN, PRD) y de las instituciones del estado, puede salvar al pueblo. Esta es una tarea difícil y larga, no hay atajos ni salidas fáciles, tenemos que mirar la realidad de frente, aunque no nos guste lo que veamos

La doctrina del shock, documental completo

lunes, 23 de enero de 2012

Cómo se forma la "opinión pública" x Pierre Bourdieu

Un hombre oficial es un ventrílocuo que habla en nombre del Estado: toma una postura oficial –habría que describir la puesta en escena de lo oficial–, habla a favor y en nombre del grupo al que se dirige, habla por y en nombre de todos, habla en tanto que representante de lo universal. Aquí llegamos a la noción moderna de opinión pública. ¿Qué es esta opinión pública que invocan los creadores de derecho de las sociedades modernas, sociedades en las cuales el Derecho existe? Tácitamente, es la opinión de todos, de la mayoría o de aquellos que cuentan, de aquellos que son dignos de tener una opinión. Pienso que la definición patente en una sociedad que se dice democrática, es decir donde la opinión oficial es la opinión de todos, oculta una definición latente, a saber, que la opinión pública es la opinión de los que son dignos de tener una opinión. Hay una especie de definición censitaria de la opinión pública como opinión ilustrada, como opinión digna de ese nombre.

La lógica de las comisiones oficiales es crear un grupo así constituido que exhiba todos los signos exteriores, socialmente reconocidos y reconocibles, de la capacidad de expresar la opinión digna de ser expresada, y en las formas establecidas. Uno de los criterios tácitos más importantes para seleccionar a los miembros de la comisión, en especial a su presidente, es la intuición que tiene la gente encargada de componer la comisión de que la persona considerada conoce las reglas tácitas del universo burocrático y las reconoce: en otras palabras, alguien que sabe jugar el juego de la comisión de manera legítima, que va más allá de las reglas del juego, que legitima el juego; nunca se está más en el juego que cuando se va más allá del juego. En todo juego existen las reglas y el fair-play. A propósito del hombre kabil (1), o del mundo intelectual, yo había empleado la fórmula: la excelencia, en la mayoría de las sociedades, es el arte de jugar con la regla del juego, haciendo de ese juego con la regla del juego un supremo homenaje al juego. El transgresor controlado se opone completamente al herético.

El grupo dominante coopta miembros a partir de índices mínimos de comportamiento, que son el arte de respetar la regla del juego hasta en las transgresiones reguladas de la regla del juego: el decoro, la compostura. Es la célebre frase de Chamfort: “El Gran Vicario puede sonreír sobre un tema contra la Religión, el Obispo reír con ganas, el Cardenal agregar lo que tenga que decir” (2). Cuanto más se asciende en la jerarquía de las excelencias, más se puede jugar con la regla del juego, pero ex officio, a partir de una posición que no admita ninguna duda. El humor anticlerical del cardenal es supremamente clerical.

La verdad de todos

La opinión pública siempre es una especie de doble realidad. Es lo que no puede dejarse de invocar cuando se quiere legislar sobre terrenos no constituidos. Cuando se dice “Hay un vacío jurídico” (expresión extraordinaria) a propósito de la eutanasia o de los bebés de probeta, se convoca a gente que trabajará aplicando toda su autoridad. Dominique Memmi (3) describe un comité de ética [sobre la procreación artificial], compuesto por personas disímiles –psicólogos, sociólogos, mujeres, feministas, arzobispos, rabinos, eruditos, etc.– cuyo objetivo es transformar una suma de idiolectos (4) éticos en un discurso universal que llene un vacío jurídico, es decir que aporte una solución oficial a un problema difícil que trastorna a la sociedad –legalizar el alquiler de vientres, por ejemplo–. Si se trabaja en ese tipo de situación, debe invocarse una opinión pública.

En ese contexto, resulta muy clara la función impartida a las encuestas. Decir “las encuestas están de nuestra parte”, equivale a decir “Dios está de nuestra parte”, en otro contexto. Pero el tema de las encuestas es engorroso, porque a veces la opinión ilustrada está contra la pena de muerte, mientras que los sondeos están más bien a favor. ¿Qué hacer? Se forma una comisión. La comisión constituye una opinión pública esclarecida que instituirá la opinión ilustrada como opinión legítima en nombre de la opinión pública –que, por otra parte, dice lo contrario o no piensa nada (lo que suele ocurrir a propósito de muchos temas)–.

Una de las propiedades de las encuestas consiste en plantearle a la gente problemas que ella no se plantea, en sugerir respuestas a problemas que ella no se ha planteado; por lo tanto, a imponer respuestas. No es cuestión de sesgos en la construcción de las muestras, es el hecho de imponer a todo el mundo preguntas que se le formulan a la opinión ilustrada y, por este hecho, producir respuestas de todos sobre problemas que se plantean sólo algunos; por lo tanto dar respuestas ilustradas, puesto que han sido producidas por la pregunta: se han creado para la gente preguntas que no existían para ella, cuando lo que realmente le importaba, era la cuestión en sí.

Voy a traducirles sobre la marcha un texto de Alexander Mackinnon de 1828 extraído de un libro de Peel sobre Herbert Spencer (5). Mackinnon define la opinión pública; da la definición que sería oficial si no fuera inconfesable en una sociedad democrática. Cuando se habla de opinión pública, siempre se juega un doble juego entre la definición confesable (la opinión de todos) y la opinión autorizada y eficiente que se obtiene como subconjunto restringido de la opinión pública democráticamente definida: “Es ese sentimiento sobre cualquier tema que es cultivado, producido por las personas más informadas, más inteligentes y más morales de la comunidad. Esta opinión se extiende gradualmente y es adoptada por todas las personas con alguna educación y sentimiento que conviene a un Estado civilizado”. La verdad de los dominantes deviene la de todos.

Cómo legitimar un discurso

En los años 1880, en la Asamblea Nacional se decía abiertamente lo que la sociología tuvo que redescubrir, es decir, que el sistema escolar debía eliminar a los niños de las clases más desfavorecidas. Al principio se planteaba la cuestión, pero luego fue totalmente reprimida ya que, sin que se lo pidiera, el sistema escolar se puso a hacer lo que se esperaba de él. Entonces, no hubo necesidad de hablar sobre el tema. El interés del retorno sobre la génesis es muy importante, porque en los comienzos hay debates donde se dicen con todas las letras cosas que, después, aparecen como provocadoras revelaciones de los sociólogos. El reproductor de lo oficial sabe producir –en el sentido etimológico del término: producere significa “hacer avanzar”–, teatralizándolo, algo que no existe (en el sentido de lo sensible, visible), y en nombre de lo cual habla. Debe producir eso en nombre de lo que tiene el derecho de producir. No puede no teatralizar, ni dar forma, ni hacer milagros.

Para un creador verbal, el milagro más común es el milagro verbal, el éxito retórico; debe producir la puesta en escena de lo que autoriza su decir, dicho de otra manera, de la autoridad en nombre de la cual está autorizado a hablar. Encuentro la definición de la prosopopeya que estaba buscando: “Figura retórica por la cual se hace hablar y actuar a una persona que es evocada, a un ausente, a un muerto, un animal, una cosa personificada”. Y en el diccionario, que siempre es un formidable instrumento, se encuentra esta frase de Baudelaire hablando de la poesía: “Manejar sabiamente una lengua es practicar una especie de hechicería evocatoria”. Los letrados, los que manipulan una lengua erudita –como los juristas y los poetas–, tienen que poner en escena el referente imaginario en nombre del cual hablan y que ellos producen hablando en las formas; tienen que hacer existir eso que expresan y aquello en nombre de lo cual se expresan.

Deben simultáneamente producir un discurso y producir la creencia en la universalidad de su discurso mediante la producción sensible (en el sentido de evocar los espíritus, los fantasmas –el Estado es un fantasma…–) de esa cosa que garantizará lo que ellos hacen: “la nación”, “los trabajadores”, “el pueblo”, “el secreto de Estado”, “la seguridad nacional”, “la demanda social”, etc. Percy Schramm mostró cómo las ceremonias de coronación eran la transferencia, en el orden político, de ceremonias religiosas (6). Si el ceremonial religioso puede transferirse tan fácilmente a las ceremonias políticas mediante la ceremonia de la coronación, es porque en ambos casos se trata de hacer creer que hay un fundamento del discurso que sólo aparece como auto-fundador, legítimo, universal porque hay teatralización –en el sentido de evocación mágica, de brujería– del grupo unido y que consiente el discurso que lo une. De allí el ceremonial jurídico.

El historiador inglés E. P. Thompson insistió en el rol de la teatralización jurídica en el siglo XVIII inglés –las pelucas, etc.–, que no puede comprenderse en su totalidad si no se considera que no es un simple artefacto, en el sentido de Pascal, que vendría a agregarse: es constitutiva del acto jurídico (7). Impartir justicia en un traje convencional es arriesgado: se corre el riesgo de perder la pompa del discurso. Siempre se habla de reformar el lenguaje jurídico sin nunca hacerlo, porque es la última de las vestiduras: los reyes desnudos ya no son carismáticos.

Puro teatro

Una de las dimensiones más importantes de la teatralización es la teatralización del interés por el interés general; es la teatralización de la convicción del interés por lo universal, del desinterés del hombre político –teatralización de la creencia del sacerdote, de la convicción del hombre político, de su fe en lo que hace–. Si la teatralización de la convicción forma parte de las condiciones tácitas del ejercicio de la profesión del clérigo –si un profesor de filosofía tiene que aparentar creer en la filosofía–, es porque ello constituye el homenaje esencial del oficial-hombre a lo oficial; es lo que hay que agregarle a lo oficial para ser un oficial: hay que agregar el desinterés, la fe en lo oficial, para ser un verdadero oficial.

El desinterés no es una virtud secundaria: es la virtud política de todos los mandatarios. Las locuras de los curas, los escándalos políticos, son el desmoronamiento de esta especie de creencia política en la cual todo el mundo actúa de mala fe, ya que la creencia es una suerte de mala fe colectiva, en el sentido sartreano: un juego en el cual todo el mundo se miente y miente a los otros sabiendo que se mienten. Esto es lo oficial…

Notas

1. Alusión a un estudio etnológico que Bourdieu realizó sobre los beréberes kabiles.

2. Nicolas de Chamfort, Maximes et pensées, París, 1795.

3. Dominique Memmi, “Savants et maîtres à penser. La fabrication d’une morale de la procréation artificielle”, Actes de la recherche en sciences sociales, Nº 76-77, 1989, p. 82-103.

4. Del griego idios, “particular”: discurso particular.

5. John David Yeadon Peel, Herbert Spencer. The Evolution of a Sociologist, Londres, Heinemann, 1971. William Alexander Mackinnon (1789-1870) tuvo una larga carrera como miembro del Parlamento británico.

6. Percy Ernst Schramm, Der König von Frankreich. Das Wesen der Monarchie von 9 zum 16. Jahrhundert. Ein Kapital aus Geschichter des abendlischen Staates (dos volúmenes), H. Böhlaus Nachf, Weimar, 1939.

7. Edward Palmer Thompson, “Patrician society, plebeian culture”, Journal of Social History, vol. 7, Nº 4, Berkeley, 1976, p. 382-405.

* Sociólogo (1930-2002). Este texto se extrajo de "Sur l’Etat. Cours au collège de France 1989-1992", Raisons d’Agir – Le Seuil, París, que apareció el 5 de enero.

El derecho de ser indígena

Otra vez los indios. Y nuevamente con aire de tragedia, que es por lo visto lo que le espolea los sentimientos a la sociedad mayoritaria mexicana, a pesar de lo abrumada que la tiene hoy la odiosa guerra del presidente y sus subordinados contra el extremadamente bien organizado crimen organizado. Es un alivio ver que todavía reaccionamos ante el dolor ajeno. Pero damos señales preocupantes de que la sociedad mayoritaria no ha aprendido la lección. La presunta o real hambruna en comunidades rarámuri de la Tarahumara (no peor que en años anteriores, pero ahora resulta que nos enteramos) ha despertado sentimientos humanitarios, así como tácitos sentimientos de culpa (justificada, sin duda) de nuestra sociedad dominante (que no única, aunque sí fatalmente subdividida en clases, donde los indios serían la última).

No hemos aprendido que los pueblos indios son otra cosa y lo seguirán siendo. Ni clase, ni casta. Troncos y ramas, maltratados pero vivos, de una civilización que no es la nuestra, y que nos la pasamos cosificando y negando con estadísticas desesperadamente mentirosas o arrebatos de lástima. En el fondo, les tenemos miedo. Lo tuvieron los caxlanes en Chiapas mucho antes del levantamiento zapatista. Lo tienen hoy los chihuahuenses urbanos que quieren ver a los tarahumaras como meros indigentes. Nuestro inconsciente (la mala conciencia) sabe que esos indios son príncipes en una dimensión de dignidad que nuestra sociedad desconoce.

Antonin Artaud, Fernando Benítez, Carlos Montemayor y El Ronco Robles, S. J., deben estarse revolcando en la tumba ante el espectacular Teletón de todos contra todos en que se han convertido las desventuras del pueblo rarámuri, cuya intensidad espiritual y vital deslumbra a quienes han tenido el privilegio de intuirla. No nuestros políticos, ciertamente. Repitiendo el invariable guión de la doctrina del poder, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, lo expresa bien. Es cosa de proporcionarles oportunidades para que salgan del atraso. Lo dicho: no hemos entendido nada. Y si hubo un poco, se nos olvidó.

Los pueblos indios no necesitan oportunidades; tienen y demandan derechos. Primero, los elementales de todo mexicano. Y luego los específicos de su ser pueblos originarios, con lenguas, territorios y estructuras colectivas y comunitarias de organización. Justamente lo contrario del funcionamiento social bajo el capitalismo; éste creció convencido de que la Tierra pertenece a cada generación presente, que puede disponer de ella como sea, conquistarla, transformarla, exprimirla, arrasarla. La creencia devino fanática y a todas luces suicida (una más de sus múltiples similitudes con el fascismo). Para la civilización indígena, la Tierra no es pertenencia, sino don. Y una responsabilidad ante los nietos que vendrán. En esto los pueblos no fueron reducidos. Tan es así que de ahí nacen sus resistencias, y nos resultan incomprensibles. Qué, ¿no quieren vivir mejor? Pues no. Sólo quieren vivir bien, y su idea del buen vivir no es la nuestra, señor Ferrari.

Admitámoslo, más que lástima o miedo, los pueblos indios nos dan envidia. No contentos con lo que tenemos, mucho de lo cual se lo hemos quitado a ellos, queremos lo suyo: tierras, aguas, selvas, playas, desiertos. Queremos extraerle plusvalía, aprovecharlo bien, no como ellos, tan atrasados y faltos de visión que no ven el potencial: minerales, centros turísticos, grandes plantaciones de palma africana y maíz transgénico, autopistas, hidroeléctricas. Puro progreso.

Tras décadas de exprimir nuestro mexicano cuerno de la abundancia, descubrimos que la única cornucopia que queda se encuentra en manos de la indiada: los mejores paisajes, la naturaleza en estado natural (¡qué cosa!), las relaciones armónicas con el medio ambiente, los ríos verdaderos, los bosques, las cuevas. Démosles entonces oportunidades: ser cuidacoches y recamareras en sus tierras, o migrantes, mendigos, fantasmas atrapados en suburbios, maquiladoras y ciudades rurales. Robémosles una vez más sus derechos. Con violencia, con la ley (nuestra) en la mano. El resto es filantropía.

Ernesto Zedillo, el genocida de cuello blanco, fiel a su naturaleza, traicionó los acuerdos firmados en San Andrés. Hubieran sentado un precedente, el único posible, contra la avalancha de reformas estructurales que desde 1989 han sepultado en la legislación mexicana cualquier vocación social que irrite a los mercados. Pero los pueblos se otorgan hoy los derechos que les negamos. Y eso es nuevo, único otra vez. Se gobiernan, son guardianes de sí mismos y de la Tierra. O sea, no agarran la onda.

Preguntemos a esos tarahumaritas que tanto nos duelen qué se fizieron sus bosques, montañas, manantiales, barrancas. Producen toneladas de madera (y mariguana). Les robamos los paisajes y el oro. Y nos sorprende su hambre. Las oportunidades son en realidad para los chabochi, que necesitamos borrarlos para medrar allí sin llenadera.

viernes, 20 de enero de 2012

AYOTZINAPA, ¿Qué país es éste Guadalupe?

“Ayotzinapa: ¿qué país es este Guadalupe?”, realizado en tiempo récord (7 días), ya está en la red. Nos solidarizamos con la lucha de todas las normales rurales del país y exigimos justicia para los familiares, amigos y compañeros de Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, asesinados el Día de Guadalupe del año pasado, cuyo responsable directo es el gobernador del PRD guerrerense, Ángel Aguirre Rivero de quien se pide juicio político y su destitución.

lunes, 16 de enero de 2012

Alternativas al fundamentalismo de las urnas

En más de un sentido, la realización del seminario "Planeta Tierra, Movimientos Antisistémicos", durante los últimos días de diciembre de 2011 y los primeros de enero de 2012, es una continuación del proyecto que no creció ni se hizo masivo, pero sigue latente alrededor del EZLN, la Otra Campaña.

Los zapatistas, según discretos reportes de medios, reporteros y corresponsales, desde Chiapas, realizaron sus ceremonias y festejos en Oventik. Paralelamente, delegados de diversos movimientos antisistémicos de diferentes partes del mundo y académicos se reunieron la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, y reflexionaron sobre la crisis que vive el país, el planeta, y sobre los movimientos que nacen entre las grietas de un sistema capitalista mundial que no acaba de derrumbarse, pero tampoco parece tener la entereza para rehacerse.

Nuevamente, mientras las campañas políticas electorales siguen la ley de los medios, especialmente de las televisoras, y bajan sus campañas a los niveles del marketing, del chisme, del sucedido, de manera que un cronista a la altura (la bajura) de sus niveles tendría que ser un autor de folletines rosas como el personaje boliviano en la novela de Vargas Llosa La tía Julia y el escribidor, por su parte, con discreción propia y sobre todo ayudada por un cerco mediático minucioso y riguroso hacia el zapatismo (solamente contradicho por chismes de farándula, lo único a la altura de sus candidatos y campañas que cortejan a Televisa), los simpatizantes del zapatismo han planteado reflexiones serias.

Reflexionar sobre el, y con el, zapatismo es hoy una apuesta contra el glamour, una vocación para apartarse del mainstream (antes lo llamábamos nomenklatura o intelectuales orgánicos) y entrar en una marginalidad honda, amplia, y reforzada.

Además, es reflexionar entre un auditorio crítico y hasta hipercrítico, y atreverse a plantear conceptos contra la corriente hegemónica, que se quiere pensamiento único, y es bastante unidimensional, la corriente que fetichiza la credencial de elector como la única forma de participación política, civil, pacífica, legal, legítima y hasta como la única existente.

Contra ese consenso que arracima a los propagandistas de todos los candidatos, partidos, coaliciones y "movimientos ciudadanos", algunos panelistas, ponentes, conferencistas, y activistas, en el Seminario Planeta Tierra, dijeron, citamos los textos que tenemos a la mano, otros están en audio y video, cosas como las que siguen.

Paulina Fernández dijo: "La llamada democracia representativa se ha convertido en pieza fundamental de la ideología dominante. Como pocas veces en la historia de México se repite que los partidos políticos son indispensables y consubstanciales a una democracia; que los procesos electorales son la mejor oportunidad que tienen los ciudadanos para participar en política; que las elecciones son el único medio válido para cambiar el estado de cosas; y que por todo ello, hay que destinar miles de millones de pesos para financiar precampañas, campañas, precandidatos, candidatos, y actividades ordinarias de los partidos políticos registrados, pues la democracia cuesta mucho –dicen- y vale más. Sólo para tener una idea, basta decir que en días pasados el Consejo General del Instituto Federal Electoral aprobó un presupuesto de 5 mil 344 millones 875 mil pesos para los gastos de los partidos políticos en el año 2012."

Este elefante blanco lo contrasta con la política en los municipios autónomos rebeldes zapatistas: "Lo ejemplar, lo que me impresionó profunda y muy positivamente, es que los compas, todos, le entran a todos los trabajos. El Compa Jolil fue el que más me sorprendió: era una autoridad municipal autónoma, la cabeza del Consejo, había salido de su casa muy limpio, vestido muy propio, con su camisa de manga larga, como quien va a su oficina sabiendo que va a tratar con mucha gente, asumiéndose como autoridad respetable, y de repente lo veo transformado, arremangado, cargando horcones, uno tras otro, acalorado, sudando bajo el sombrero. Así también, el compa que conducía la camioneta, esa misma mañana había interrumpido su marcha hacia la milpa a donde se dirigía a trabajar con sus hijos, cuando le avisaron que se necesitaba la madera. Este mismo compa era a la vez promotor de salud, que en todas las comunidades es un cargo de vital importancia, que supone una preparación especial y mucha disposición de servicio. En esos instantes me fue inevitable tratar de imaginar a un presidente municipal oficial, de cualquier partido político, haciendo lo mismo, humildemente, como compañero, solidario, ¡no, imposible! Cuando veía a estos compas cargando los horcones, pensaba que cualquier senador, diputado federal o local, o incluso cualquier líder campesino institucional, hubiera dado órdenes a sus ayudantes, secretarios o guaruras para que hicieran el trabajo físico, de carga pesada, que supone ensuciarse, astillarse las manos, sudar, sudar, sudar y cansarse; ellos, funcionarios públicos y políticos del sistema nunca hubieran hecho tal esfuerzo físico, hubieran dicho que ese no es su trabajo, que a ellos no les pagan para ser cargadores."http://radiozapatista.org/?p=4996

Por otra parte, Javier Sicilia hace una analogía entre movimientos como el zapatista, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y otros movimientos antisistémicos, y los padres del desierto, que en plena decadencia del Imperio Romano se fueron al desierto para vivir en una especie de comunismo basado en el Evangelio, pero sobre todo guardaron, digamos así, los relictos de humanidad que permitieron a Europa re-civilizarse después de que los "bárbaros" derribaron el tronco podrido que era ya el Imperio Romano. Hoy la situación se parece. "Ninguno de estos movimientos reformará al Estado ni al capital que está en el centro del malestar. Son, como digo, en analogía con los cristianos que partieron a los desiertos de Siria y Egipto, formas nuevas que, al mirarse en la tradición, emergen de las grietas de las instituciones modernas como preludio de lo que se gesta en medio de este nuevo desastre histórico. En esas condiciones no es posible saber, como tampoco lo sabían los Padres del Desierto, lo que estos movimientos aportarán al desmoronamiento para rehacer y preservar el mundo. Lo que, sin embargo, sabemos es que podemos mantenernos juntos, en un profundo diálogo, en un profundo apoyo y profundizando lo nuevo que emerge de nosotros al margen del Estado y de la economía, como formas pedagógicas de lo que el Estado y el capital han negado y se obstinan en continuar negando a pesar del desastre. No es otra cosa lo que esos Padres del Desierto hicieron mientras el imperio terminaba de desmoronarse. No es otra cosa tampoco lo que en el fondo, en las márgenes que a veces toman el centro, hacemos al expresar una vida de proporción, es decir, humana. Nuestras diversas formas de caminar, nuestras distintas maneras de organizarnos y de decir deben ser una invitación a los otros a reflexionar sobre lo que conviene hacer en determinado sitio y en determinadas circunstancias teniendo siempre en mente el bien como virtud y no como valor." http://radiozapatista.org/?p=5001

Otro texto, más largo y centrado en el horror que vive hoy México, es el de Gustavo Esteva, Pensar desde el abismo (http://radiozapatista.org/?p=4993 ) que desde su inicio se arroja en el abismo que es hoy la realidad: "No estamos al borde del abismo. Ya caímos en él. Estamos en caída libre por un abismo que parece realmente insondable. No se le ve el fondo.

No somos un “estado fallido”, una categoría mal intencionada e inasible que hace unos años empleó el Departamento de Estado de Estados Unidos al clasificarnos junto a Congo y Pakistán. Pero ya no se sabe bien lo que somos. El país que teníamos se ha estado cayendo a pedazos y ni siquiera sabemos adónde van quedando algunos de ellos."

El espectáculo de las elecciones y sus campañas subordinadas a las reglas de las grandes corporaciones, especialmente las televisoras, es descrito con crudeza como un dogma, una ilusión y hasta un nuevo fundamentalismo: "Tengo la impresión de que la más grave de las drogas paralizantes que se distribuyen entre nosotros se llama ilusión democrática. Se le consume de manera masiva, a la vista de todos, hasta que se produce una profunda intoxicación colectiva.

“Uno entiende –con don Antonio Machado- que los argumentos nunca desbancarán a las creencias; y la creencia en la democracia se muestra especialmente resistente a ellos. Pero que esa creencia sea también impermeable a la experiencia reiterada parece señalarla como una creencia formidablemente acorazada” (Emmanuel Lizcano, Diagonal Web, 28/11/11).

"Pero no sólo estamos ante una creencia: se trata ya de una forma de fundamentalismo."

A pesar de ese diagnóstico sombrío y sin concesiones a los creyentes de la fe en las urnas, lo que propone es enfrentar el horror, entre todos:

"Desde el vientre de una sociedad destrozada, bajo amenazas insoportables, está naciendo ya la nueva. Nace para evitar el horror que nos acosa y agobia y para contener los males en curso. Nace también para iniciar un nuevo camino de transformación y regeneración.
"Declarar la emergencia nacional, desde nosotros mismos, le dará visibilidad y dinamismo a esa nueva sociedad, hará posible concertar el empeño y así podremos ponernos en marcha con la urgencia que hace falta."

Contrario a la cantaleta de que criticar el fundamentalismo de las urnas desmoviliza, lo que Gustavo Esteva propone es asumir la situación y movilizarse: "Necesitamos declarar nosotros mismos la emergencia nacional y concertar la acción consiguiente."

domingo, 15 de enero de 2012

Radio Ñomndaa: palabras libres y verdaderas en los tiempos de la contrainsurgencia. Primera Parte

Costa Chica rebelde (Parte I)

"Dicen que no valemos nada. O que no tenemos alma, ni inteligencia. Pero no saben esto. Es como si nosotros fuéramos algo que nadie conoce, como si fuéramos un secreto pues, en el mundo, el secreto de todo lo que existe en el mundo. Porque nosotros sabemos de la tierra lo que nadie sabe. Porque nosotros estamos limpios de tanto estar junto a la tierra."

Lucio Cabañas, en Guerra en el paraíso de Carlos Montemayor

Guerrero! la hermosa geografía de sus siete regiones, está tejida a una turbulenta historia de violencia política, de explotación, de discriminación y de pobreza, donde las reglas de los poderes estatales, del crimen organizado, del narco y del caciquismo, se hacen cumplir a balazos. Todo queda en la impunidad, aunque no en el olvido.

Los muertos se suman dentro de la inmensa lista de los 66 mil 700 que ya existen en el sexenio panista actual1. Secuestros, torturas, asaltos de comandos armados, policías y militares que dan el tiro de gracia a estudiantes que no han llegado a cumplir aún los 24 años; en el calderonismo (que alguien llamó ya un “necro-gobierno” o, es decir, gobierno de la muerte), las noticias sobre feminicidios, juvenicidios o masacres son cosa diaria. Y en Guerrero, para la(o)s luchadora(e)s sociales, todo se vive como una larga y extendida “guerra sucia”, ya sea por los “cañonazos” de miles de dólares que llegan bajo la forma de “ayuda” y “proyectos de fomento rural”, por los asesinatos selectivos o por las masacres, en los cuales el viejo sistema clientelar priísta y político en general del estado mexicano está fundado.

Las cifras dolorosas se acumulan. Así, la estadística confirma que Guerrero es uno de los estados más pobres del país, pero ella no puede reflejar realmente lo que el capitalismo neoliberal y la maquinaria estatal han generado: campesinos que han llegado casi a la inanición; otros tantos que fueron desaparecidos y torturados; muchos más obligados, ante la crisis económica, a irse a las plantaciones agrícolas de las transnacionales del norte del país, en condiciones de semiesclavitud, o a sembrar y trasladar “mercancía” para el narco, lo cual trajo consigo más violencia2. Las “guardias blancas” o paramilitares; abusos incontables del ejército cometidos contra mujeres; expoliación de los recursos naturales; un racismo que está enquistado en cada poro de lo social. “Ya no hay fronteras entre las fuerzas del orden con los grupos de la delincuencia” nos dice el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.3 Éstas son las raíces del colonialismo actual, de la pobreza y la honda desigualdad en el sur de México.

Aquí los pueblos indígenas, los sectores campesinos y populares, figuran siempre en las notas rojas del duopolio mediático. Sin embargo, ante las ráfagas de balas, el enseñoreamiento de la bota militar y los silencios del poder televisivo y radial, surgieron, rehaciéndose de las torturas y de las matanzas, una y otra vez, los movimientos campesinos, indígenas, de estudiantes y maestros, de trabajadores, los cuales tenazmente impugnaron la vorágine del sistema económico y político.

El siglo XIX en Guerrero, fue testigo de varios levantamientos indígenas, así como los que se darían luego de la Revolución, en Tecpan, Ayutla de Los Libres, Atoyac, El Porvenir. Hace más de cien años, en las calurosas tierras costeñas, fracciones del Ejército libertador del Sur, bajo las órdenes de Emiliano Zapata, se levantaron en armas. Esos mismos lugares se conocieron en los 60 y 70 del siglo XX, por sus guerrillas. Genaro Vázquez en la Costa Chica; en la Costa Grande, Lucio Cabañas y los viejos fusiles Winchester que le aportaban los campesinos, contra la muy sofisticada contrainsurgencia e inteligencia gringa; los movimientos campesinos de los 80 y la Policía Comunitaria y todos sus retos. Por encima del exterminio, ellas y ellos son parte de nuestra memoria, al igual que Rodolfo Montiel, Felipe Arriaga, Teodoro Cabrera, Eva Alarcón y Marcial Bautista4, campesinos y lideres ecologistas guerrerenses que pelearon por nuestros bosques de la Sierra de Petatlán, contra el poder caciquil, estatal y transnacional.

Menos mal que la historia de México, a pesar de Televisa y Tv Azteca, no sólo se cuenta desde la versión de Calderón, de Aguirre Rivero, de Díaz Ordaz, de Ulises Ruiz o de una Elba Esther Gordillo, sino desde los miles de rostros anónimos de los pueblos en rebelión, que acabaron con el acallamiento y que también tomaron los micrófonos.

Ante la fiereza de las zarpas del capital y del estado, surgen las “pequeñas trincheras” como las llama Geovani Valtierra, quien pertenece al pueblo amuzgo y es parte de la Radio Ñomndaa, la cual, al igual que en Cherán, en San Juan Copala, en Ostula, en Oaxaca o Chiapas, ha iniciado una lucha larga por recuperar la voz y la palabra. ¿Queda acaso otra opción?

Caciques y rebeldes

Xochistlahuaca o Suljaa’, en nahua y amuzgo, son palabras que quieren decir “la llanura de las flores”, lugar así llamado por su floresta, es uno de los lugares donde viven desde hace centenas de años los Nanncue Ñomndaa, la gente del agua. El compañero que solidariamente nos abre la puerta de su casa y nos brinda una taza de café guerrerense, nos dice que cree que se llama así por la belleza y el colorido de los tejidos que hacen las mujeres para la elaboración de los trajes regionales.

Algunas antiguas leyendas afirman que llegaron hacia la costa del Pacífico, desde “las tierras de en medio”, (Ndyuaa Xenncue), unas islas solitarias. Durante la colonia, debido a la presencia española, se vieron obligados a migrar hacia el lado de Xochistlahuaca, la cual al parecer, era desde la época precolonial, la capital amuzga. Quedaron repartidos en varias zonas de la región y durante la colonia Xochistlahuaca quedó como parte de la encomienda de Francisco Herrera. Luego, pasó a depender política y religiosamente del corregimiento de Antequera (Oaxaca).5

Dicen los informes de la época, que de los 44 mil habitantes amuzgos contabilizados al inicio de la colonización; a fines del siglo XVI habían sobrevivido solo ochocientos.6 Estas cifras, revelan en gran medida el proceso de aniquilamiento de la población indígena en todo Guerrero, un exterminio que implicó la desaparición de pueblos enteros: los llamados yacastecas, los huehuetecas, los quetzapotecas y los cahutecas, y con ellos toda su matriz civilizatoria.

Sin embargo, el pueblo amuzgo no desapareció, pero la división de su territorio quedó institucionalizado con la creación de la república. Ometepec, el poblado más importante y grande del lugar, quedó fijado como intendencia, la cual añadió a su jurisdicción a los pueblos de Xochistlahuaca y otros poblados donde habitaban los Nanncue Ñomndaa, como Tlacoachistlahuaca. Otros quedaron del lado de la frontera interna que divide Guerrero de Oaxaca.

El sistema de poder que se estableció desde la independencia tiene en una de sus tramas más fuertes, a la dominación caciquil, que en Guerrero, es bastante añeja. Desde la creación de la república, generaciones diferentes de caciques sostuvieron su poderes grandes o más pequeños en la entidad, a través de redes de prebendas y por supuesto, de las armas. La vida estaba atravesada por el dinero y las balas de los caciques como los Neri de la época porfirista y luego los Figueroa o los Mariscal, de las primeras décadas del siglo XX.7 Todas, familias que contaban con figuras muy bien conocidas y recordadas en la región. Sobre esta base de sometimiento de los pueblos campesinos e indios, luego se asentó e institucionalizó el poder del Partido de la Revolución Institucional.

Paradójicamente tanto la independencia como la Revolución Mexicana, favorecieron a los hacendados del lugar, a los patrones.8 No sólo no se acabó con el poder regional de la(o)s caciques, sino que éste se profundizó y se entremezcló con las oscuras redes partidarias del priísmo. En medio de este panorama, durante los primeros años después de la revolución, se había prometido la “restitución de tierras”, sin embargo, mas bien se propició el “reparto agrario” de los ejidos, que servía al mega-estado mexicano en construcción, para presentarse como el ente que hacía el papel de “distribuidor”, lo cual ideológica y simbólicamente le otorgaba poder, además de que, materialmente, le servía para establecer relaciones prebendales, en las cuales la tierra era un bien negociable a cambio de favores políticos, como la fidelidad expresada en votos, exigida a los que recibían una parcela. Aún así, por la oposición de los gobiernos locales guerrerenses, el reparto avanzó muy lentamente en 1930 hasta los 40, cuando se estaba efectuando la Reforma Agraria cardenista y se estaban asentando las bases del corporativismo en el país.9

Por su puesto, la situación no era homogénea en todo el estado. Según recuerdan habitantes de Xochistlahuaca, la revolución en su zona no tocó el poder hacendal y los amuzgos tuvieron que organizarse en los años 20 para recuperar sus tierras en poder del más grande dueño local de tierras Guillermo Hacho, quién vendió las tierras al norteamericano Lewis Lamm.10 La lucha de casi cuatro años por la restitución de sus tierras, fue una de las primeras que hicieron “los de Xochis”, logrando con la presión de las comunidades, que se expropiara al estadounidense más de seis mil hectáreas, bajo el título de “ejido”. A su vez, también se había peleado por que se mantuviera a Xochistlahuaca, como cabecera municipal, figura que también ya había pasado a ser parte de la dinámica comunitaria.

La memoria de lo que fue un día el territorio amuzgo, es muy pertinaz, y David Valtierra, uno de los fundadores de Radio Ñomndaa, quien siembra estas tierras y también las palabras, hace un recuento sobre cuáles son los pueblos amuzgos que están ahora entre Guerrero y Oaxaca, a los cuales la radio quiso llegar para hacer escuchar la lengua madre Ñomndaa y establecer una crítica al sistema local caciquil. La distribución de los ejidos, no implica la desaparición de la cultura y de las formas políticas tradicionales en Xochistlahuaca, aunque éstas hayan cambiado:

La región que se conoce como la Costa Chica de Guerrero, aquí esta parte donde estamos se llama Xochistlahuaca que para nosotros los amuzgos, como nosotros mismos nos decimos Nanncué Ñomndaa, nosotros decimos aquí Suljaa’, que significa un lugar plano donde hay flores (…) y pues todavía conservamos esa cultura de nuestros abuelos, de nuestras abuelas. El territorio, parte de la organización política, sigue conservándose pero también mucho se ha perdido (…) no solamente en este municipio es donde habitamos los amuzgos, también en el Municipio de Tlacuachistlahuaca, el Municipio de Ometepec, Municipio de San Pedro Amuzgo que es Oaxaca, que está por acá, que es el río y está Santa María Ipalapa, son los municipios que conforman el pueblo amuzgo. (…)Hay ejidos y comunidades, es algo político, una comunidad agraria es la que el gobierno mexicano reconoce, que de por sí ahí esta ese pueblo y que es su tierra. Y un ejido quiere decir que el gobierno les dotó la tierra. Aquí nosotros estamos como ejidos pero en realidad es una política del gobierno, no quiso reconocernos como pueblo indígena. “cómo, si yo les di su tierra”, es como un desprecio decir que el gobierno nos dio la tierra, cuando aquí han vivido nuestros abuelos (…) aquí en en nuestro pueblo amuzgo hay partes donde es ejido y hay partes donde es comunidad agraria. (Entrevista a David Valtierra)

Esta es una de las razones fuertes de la lucha de todos estos años en la llanura de las flores: la defensa las tierras comunales de los intentos, por ejemplo del PROCEDE, para acabar con las mismas. A la par, esta defensa implica una pelea frontal contra el sistema caciquil y de partidos que operan como parte de la dominación que ya no es solo priísta sino toda una cultura política en la cual, cualquier bando partidario terminará apoyándose.

Con los sabidos vaivenes de partidos y personajes, la estructura está ya asentada, a pesar de las “transiciones”. Si no, recordemos las idas y venidas de Ángel Aguirre Rivero, actual gobernador del estado: era priísta hasta que renunció a su partido, apareciendo tres días después como candidato a la gobernatura por la alianza “Guerrero nos une”, del PT, PRD y Convergencia a principios del 2011; apoyado luego por su contrincante electoral del PAN, con el objetivo de derrotar en los comicios al candidato de la alianza del PRI, el PVEM Y PANAL, la cual por cierto se llamaba “Tiempos mejores para Guerrero”… una maraña de agrupaciones y nombres, lealtades momentáneas y carismas políticos en plena oferta. Los resultados siempre son iguales: estudiantes normalistas asesinados por marchar y repartir panfletos en la Autopista del Sol, activistas ecologistas desaparecidos. Todos los preocupados por que nos una Guerrero, no saben quién dio la orden para la represión a los normalistas, tampoco tienen idea, hasta la fecha, de dónde están Eva Alarcón Ortíz y Marcial Bautista Valle. Lo que sea por esos “tiempos mejores”, pero no dijeron ¿para quienes?, seguramente no para la mayoría de las y los guerrerenses que viven día a día los ametrallamientos de los comandos armados del narco y el crimen organizado, la violencia militar y paramilitar en las comunidades.

Esta inmensa red de omisiones, impunidad, abuso y millonarios intereses políticos y económicos, se mueve también entre familias herederas de los antiguos caciques. No era extraño pues, que en estos rancios linajes de patrones, haya sido un Figueroa, (Rubén Figueroa Figueroa, conocido como el “Tigre de Huitzuco”) quien recibiendo el poder cacical de su familia desde tiempos de la Revolución, haya asumido el 75, (aún durante el gobierno de Luis Echeverría) la gobernatura en Guerrero. Profusamente repartió palo y zanahoria a la vez: torturas a los simpatizantes de la guerrilla y planes económicos y productivos a organizaciones campesinas subvencionadas por el gobierno estatal, especialmente creadas para mantener a raya la rebelión campesina.

“Frijolitos y dinerito” decía Lucio Cabañas sobre la política del presidente Luis Echeverría y del gobernador Figueroa, mientras era sabido que cientos de personas, en los “vuelos de la muerte”, eran arrojadas al mar desde aviones por ser sospechosas de subversión.11Años más tarde, con el hijo del “tigre de Huitzuco”, se repetiría la historia familiar. Rubén Figueroa Alcócer, fue señalado como el principal responsable de la masacre de Aguas Blancas de 1995, donde fueron asesinados por la policia, 17 campesinos. Frijolitos, y, como no, también los plomazos, lo mismo pasa en Xochistlahuaca.12

Dentro de todo este panorama, en los últimos años, con la complicidad de dichas redes de poder caciquil, autoridades estatales de varias esferas locales y nacionales, los proyectos de explotación minera en Guerrero13 amenazan la integridad y la misma existencia de los pueblos indígenas y campesinos.

El sexenio calderonista también funda, regionalmente, su supuesta cara “democrática” en todas estas estructuras complejas. Las y los caciques, desconocen totalmente la política comunitaria asamblearia, están fuera de los sistemas comunitarios de autoridad y han agredido ya a varias autoridades de las comunidades.

Ahora (las y los caciques del PRI) en si ya se metieron a descomponer el tejido social, pero si es el sistema de partidos lo que nos ha hecho mucho daño, porque las decisiones se toman Ometepec, en Chilpancigo, en todos lados, menos aquí. Ahora la persona que es presidente es porque tiene mucho dinero para hacer la campaña, porque tiene vinculaciones con la clase política y no es porque la gente lo quiera o no, antes era porque ya fue mayordomo, comisario ejidal, o hay cargos, antes era así, era un sistema de cargos y la persona que llegaba a ser presidente, es una persona que ha demostrado que sabe servir, no es porque tenga un discurso, no es porque tenga o pertenezca a tal grupo político, y ahora es así.

En el Estado de Guerrero la figura del cacique o la cacique, puede ser mujer, es una figura negativa, en la comunidad. Porque el cacique, la cacique, es una persona que a partir de su poder económico adquiere un poder político y ese poder rebasa el poder formal, el poder digamos de la policía, de tener decisiones porque lo que hace una cacique es imposición, lo que hace son imposiciones, masacres, entonces nuestro estado de Guerrero, hay una familia que desde los tiempos de Emiliano Zapata han sido los caciques de Guerrero, que ha sido la familia Figueroa y en nuestra región aquí en la Costa Chica actualmente, en la historia ha habido varios caciques que en algún momento se levantan y bueno los corren o se derrumba su poder, pero surge otro, surge otro, es como la cara del capitalismo, el cacique es la personificación del capitalismo feo (Entrevista a David Valtierra)

No existe dominación sin resistencia, y mientras las autoridades estatales bailaban sobre los cadáveres de Vázquez y Cabañas, nuevos vientos de lucha surgieron en Guerrero. Esta vez no únicamente mediante las organizaciones campesinas, sino con la rearticulación de organizaciones indígenas en México, que desde fines de los 70 habían planteado un mirar la historia desmontando las versiones “oficiales” de ésta, concluyendo que: los pueblos indios de México, habían vivido, tanto en la colonización española como en la era republicana, la discriminación, el racismo y la exclusión, o una inclusión aparente.14 La dominación se vive pues no solo en términos culturales, sino políticos.

El Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas (CPNAB) y el Consejo Guerrerense 500 años de Resistencia Indígena, Negra y Popular, fueron espacios referenciales de confluencia de los reclamos de los pueblos indígenas. Posteriormente, en los últimos quince años se vivieron experiencias de carácter más local, muchas de ellas apoyadas en los logros del levantamiento zapatista de 1994. Éstas resistieron a la cooptación y el discurso de reconocimiento “pluri-multista” estatales, recuperando el derecho político de ejercer los “usos y costumbres”, fuera de los “reconocimientos” que pueda otorgar el estado.15 Esperar dicha aprobación estatal, hubiese significado una nueva supeditación ante los caciques, patrones, hacendados y partidos. Una de estas experiencias es la que se dio en Xochistlahuaca.

Contra esa cara fea del capitalismo que decía David Valtierra, por los abusos de la(o)s caciques, coludidos con autoridades estatales e incluso federales, se iniciaron varias movilizaciones amuzgas en el 2001 y el 2002, las cuales confluyeron en la iniciativa de noviembre de 2002, por parte de los pobladores de Xochistlahuaca, de conformar un municipio que debía recuperar el proyecto político indígena de “autogobierno”.16

Tuvieron que enfrentarse a los 70 años de “partidismo agudo” y toda la política estatal y caciquil consiguiente que, como en otros lugares, intentó por todos los medios aplastar la experiencia autónoma.

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NOTAS

1http://telemaiz.wordpress.com/66-mil-700-asesinados-por-danos-colaterales-en-la-guerra-contra-el-narcotrafico-sicilia/

2http://www.jornada.unam.mx/2011/01/15/agricultura.html

3http://desinformemonos.org/2011/12/un-balance-fatidico/

4Eva Alarcón Ortíz y Marcial Bautista Valle, son parte de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán. Ambos fueron secuestrados por un grupo armado el día 6 de diciembre de 2011, hasta la fecha no han avanzado las pesquisas judiciales y policiales respecto a su paradero. (/http://www.cencos.org/node/28140)

5Carbone Silvia y Benítez René, “Del territorio a la identidad travesías por la historia y el conflicto (propuesta de análisis identitario en Xochistlahuaca, Guerrero), En: Gutierrez, et.al., Antología de estudios territoriales. Fomento de los estudios territoriales en Iberoamérica, GEOTECH, México, 2008.

6Ibíd.

7Jacob, Ian, La revolución mexicana en Guerrero: una revuelta de los rancheros, Era, México, 1982.

8Ibíd

9Sánchez Serrano, Evangelina, “La certificación agraria en la montaña de Guerrero y las comunidades indias: problemas y perspectivas”, En: Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, Mayo-diciembre, año/vol. XLVI,

número 188-189, Universidad Nacional Autónoma de México, Distrito Federal, México, 2003.

10Carbone Silvia y Benítez René, op.cit.

11Bartra, Armando (Comp.), Crónicas del Sur. Utopías campesinas en Guerrero, Era, México, 2000, Bartra, Armando,Guerrero bronco. Campesinos, ciudadanos y guerrilleros en la Costa Grande, Era, México, 2000 yCarbone y Benítez, op.cit.

12Radio Ñomndaa, “’Suljaa’: la flor que se llama Rebeldía”, En: Gasparello y Quintana (comps.), Otras Geografías. Experiencias de autonomías indígenas en México, Redes Tejiendo la Utopía, México, 2010,

13http://desinformemonos.org/2011/02/comunidades-de-guerrero-articulan-la-resistencia-contra-proyectos-mineros/

14Bartra, Armando y Otero Gerardo, “Movimientos indígenas y campeisnos en México: la lucha por la tierra, la autonomía y la democracia”, En: Recuperando la tierra. El resurgimiento de movimientos rurales en África, Asia y América Latina, Sam Moyo y Paris Yeros, (coords.), CLACSO, Buenos Aires, 2008.

También: Sarmiento Sergio, El movimiento indígena en Guerrero, Ojarasca No 88, México, agosto 2004.

15Ibíd.

16Pronunciamiento del Municipio de Suljaa’ (Xochistlahuaca), Guerrero. México, 01 de diciembre de 2002.

Por Agencia de Comunicación Autónoma SubVersiones