domingo, 13 de noviembre de 2011

De la guerra sucia -II

"El arte de la guerra es de importancia vital para el Estado. Es asunto de vida o muerte... De aquí que sea asunto que merece estudio y que bajo ninguna circunstancia debe descuidarse" Sun Tzu


Historias de guerra sucia llenas de terror y de mentira.

Escribíamos en la primera entrega de esta serie de artículos dedicados a la guerra sucia que la contrainsurgencia no es una lucha centrada en lo militar sino una lucha integral que reparte sus operaciones en lo político, en lo económico, en lo religioso, en lo ideológico, en lo cultural, lo que la caracteriza como una guerra total, una guerra integral. Dichas operaciones contrainsurgentes, en el marco de la guerra sucia, buscan ante todo la derrota moral del contendiente. Nestor Kohan, en su libro Pensar a Contramano, explica que el viejo general Karl Von Clausewitz visualizó que en todo conflicto no sólo se producen bajas humanas y materiales (fundamentalmente armas) sino también bajas morales. Para derrotar definitivamente a un contendiente, explica Nestor Kohan siguiendo a Clausewitz, hay que desarmar no sólo materialmente sino también moralmente al oponente. Hay que destruirlo como sujeto. Hay que derrumbarle sus convicciones, no sólo su armamento. Y sobre todo hay que minar la resistencia moral de la juventud, de los posibles nuevos contendientes.

En esta segunda entrega sobre la guerra sucia pretendemos reseñar algunas historias de guerra sucia con la intención de reconocer sus constantes y sus particularidades, para aprender, tal como lo sugiere el manual de contrainsurgencia del pentágono (2009) y adquirir así la capacidad de combatirla y derrotarla. Esté artículo no pretende ser exhaustivo sino solamente dar algunos ejemplos de países donde la guerra sucia se ha dejado sentir con toda crudeza.


Operaciones psicológicas, ideológicas y culturales.


-Guatemala. Según el manual de operaciones psicológicas del Ejército guatemalteco escrito para aniquilar la subversión interna en los años 80's, las "operaciones psicológicas pueden definirse como el uso planeado de la propaganda y otras acciones designadas para influenciar en las emociones, actitudes, opiniones o conducta de grupos de personas, de manera que se apoye la consecución de los objetivos nacionales... las operaciones psicológicas no son más que la explotación deliberada de las emociones humanas: miedo, esperanza y aspiraciones, para vencer al enemigo y como tal, es una parte del arte de la guerra... sus medios son el ardid y la sorpresa y su desarrollo el pánico o el terror ...". En Guatemala estas operaciones estuvieron dirigidas a lograr un efectivo control y manejo de la población. Algunos medios utilizados para la ejecución de estas operaciones fueron los volantes y panfletos escritos, las radios comerciales y la televisión. Sin embargo, lo que más intimidó y aterrorizó a la población fue la bocina altoparlante, sobre todo cuando era utilizada desde un helicóptero. En muchas operaciones militares este procedimiento precedió a la comisión de masacres, o se verificaron durante ataques a personas desplazadas y bombardeos a aldeas de civiles, entre otras.


-Cuba. Durante más de 50 años el imperialismo yanqui ha tratado de destruir la moral que durante tanto tiempo ha permitido a los cubanos llevar adelante una revolución socialista -con todos los aciertos y errores que ha tenido. En 1961 intentaron invadirla desembarcando en Bahía de Cochinos y pronto salieron derrotados con la cola entre las patas. Pero este evento de gran importancia histórica no ha sido el único. Entre las muchos agresiones de guerra sucia que Estados Unidos ha emprendido contra cuba, tal vez el más importante sea la que realizan a nivel psicológico, ideológico y cultural las radiodifusoras que transmiten desde Maimi. En la actualidad trasmiten contra Cuba un total de 15 emisoras, a través de 34 frecuencias, para sumar un total de 2348 horas semanales. En el Plan Bush, recientemente descongelado por Obama está previsto aumentar el financiamiento a la subversión interna para lo cual se asignaron 80 millones de dólares. 24 millones para propaganda anticomunista, incluido internet pirata para blogueros como Yoani Sanchéz. 15 millones de apoyo a los esfuerzos internacionales para la subversión en cuba y otros tantos para la “planificación de la transición” al capitalismo neocolonial. Esta guerra sucia tiene un signo marcadamente ideológico pues pretende introyectar los valores individualistas del capitalismo en la conciencia de crisis que permea en los cubanos, ante la dura realidad económica con la que han estado viviendo los últimos 20 años. Es decir, pretende derrotar moralmente al pueblo trabajador cubano para así avanzar en una intervención militar para destruir/despoblar y reconstruir/reordenar Cuba. Para contrarrestar dichas operaciones contrainsurgentes, a finales de la década de los 90's y en medio del conflicto suscitado por la exigencia de repatriación del niño Elian González, el gobierno cubano puso en marcha lo que llamó “La batalla de las ideas”. La idea de esta campaña era realizar obras sociales en el campo de la salud, la cultura y la educación con la intención de fortalecer ideológicamente la conciencia del pueblo cubano en su lucha contra el terrorismo yanqui y por la defensa de la Revolución. En este sentido, con todo y que el imperio Yanqui ha conseguido apoyo de un pequeño sector de la población, es importante destacar que el pueblo trabajador cubano mantiene firme su decisión de defender su soberanía e independencia, lo que en otras palabras significa, asumir su responsabilidad histórica para profundizar la revolución socialista que han llevado adelante por tantos años.

Más información sobre la guerra sucia contra cuba pueden encontrarla en el portal las Razones de Cuba. http://razonesdecuba.cubadebate.cu/


Operaciones de castigo y de extrema crueldad (canibalismo, tortura sexual, masacres)

-Guatemala. Las operaciones de castigo perseguían, mediante el uso de la violencia y la propagación del terror, infligir un castigo a las comunidades para inhibir cualquier intento de apoyo a la insurgencia. Cuando era detectada la presencia de la guerrilla en un área o se tenía conocimiento de la realización de una acción guerrillera, el Ejército se hacía presente en el lugar o en alguna población cercana y efectuaban una acción violenta contra la población civil. Acciones que en centenares de ocasiones han de caracterizarse como Actos de extrema crueldad. Durante el desarrollo de las operaciones contra insurgentes, el Ejercito cometió numerosas violaciones de los derechos humanos: En algunos de estos hechos se cometieron actos de extrema crueldad, con el evidente propósito de provocar en la población un mayor grado de terror del que habitualmente se causaba durante las incursiones. Estos actos fueron realizados por el Ejército, en forma pública, en las comunidades; o bien, dejaron rastros o huellas de estos hechos para que la población tomara conocimiento de ellos, una vez realizada la incursión militar, aumentando en ambos casos el efecto de propagar el terror en las comunidades. Estos casos registrados se refieren a actos de canibalismo, es decir, donde los agresores comieron miembros o vísceras de sus víctimas u obligaron a las víctimas a beber su propia sangre o miembros. La comisión de estas acciones refleja claramente el propósito de sembrar un "terror ejemplificante" para obtener la forzada colaboración de las comunidades con el Ejército y disuadir en ellas cualquier intento de apoyo a la guerrilla.

-Ex-Yugoslavia. El caso de la guerra en la Ex-Yugoslavia, es un caso particularmente aterrador. Aprovechándose de contradicciones étnicas y religiosas, los señores de la guerra exacerbaron un conflicto hasta llevarlo a un punto de no retorno, donde la población civil y particularmente las mujeres, fueron las más afectadas. Atroces crímenes de guerra fueron cometidos. Un ejemplo, de los muchos que se sucedieron en esta guerra por parte de todos los bandos en pugna, fue el de la violación masiva de mujeres musulmanas en Bosnia-Herzegovina. Entre 1992 y 1995 el ejército y paramilitares serbios implantaron como táctica de guerra la violación sistemática de mujeres. Grupos de derechos humanos pronto descubrieron que la violación de mujeres bosnias musulmanas era parte de un esfuerzo por "limpiar" de musulmanes la región. Miles de mujeres fueron torturadas y violadas salvajemente. Algunos cálculos hablan de entre 30 mil y 50 mil mujeres y niñas violadas por soldados serbios (oficiales y/o mercenarios) en todo el país. Muchas de ellas fueron violadas y mutiladas frente a sus esposos, padres e hijos.

La tortura sexual, como arma de guerra, como forma de destruir la moral de los oponentes, es a todas luces un crimen de lesa humanidad. El caso de la ex-Yugoslavia es paradigmático por la cantidad de mujeres que fueron torturadas sexualmente, sin embargo, diversos estudios han demostrado que las torturas sexuales contra mujeres y niñas han sido utilizadas en un sin número de conflictos bélicos e incluso como táctica represiva por parte de dictaduras militares. Lo mismo en Chile, que en Argentina, que en Guatemala, o en Guerrero, y en Atenco, la tortura sexual ha estado presente. Sin embargo, no ha sido suficientemente tipificada como una táctica de la guerra sucia, por lo que no ha sido reconocida la necesidad de combatirla y castigarla.

Pero la tortura sexual no solamente se aplica contra mujeres, sino también contra hombres. En 2005 se supo que decenas de presos musulmanes (hombres) capturados en Afganistan e Irak y recluídos en Guantánamo, habían sido torturados sexualmente. Erik Saar, ex sargento del ejército y traductor árabe trabajando con las fuerzas armadas estadounidenses en Guantánamo, ha expuesto en entrevista para el New York Times el uso de las mujeres como parte de las tácticas de interrogación de detenidos sospechosos de ser "terroristas". Erik Saar cuenta el caso de una interrogadora que se empezó a desvestir frente a un detenido, quitándose la blusa para revelar una camiseta muy pegada al cuerpo, y empezó a tocarse los senos, frotándolos contra la espalda del detenido y comentando sobre su aparente erección. El detenido le escupió a la cara, la mujer salió y regresó poco después para decirle al preso que estaba menstruando, puso sus manos dentro de su pantalón, y sacó lo que parecía sangre, pero en realidad era tinta roja, y se la embarró en la cara. El detenido gritó, escupió y finalmente empezó a llorar. Quebró su moral religiosa que lo impulsaba a pelear, y es que según el autor, la ley islámica prohíbe contacto físico con mujeres fuera de la familia, y en particular con cualquiera que esté menstruando.

La tortura sexual hace uso del dolor y del placer para poner en crisis los valores y creencias, incluso íntimas, de los individuos, para así poder doblegarlos, humillarlos, e intentar asestarles una derrota moral. Otro ejemplo del uso de la tortura sexual para infringir una derrota moral al oponente es el reciente caso del asesinato y violación del ex-líder libio Muamar Gadaffi.


Operaciones encubiertas, de inteligencia y paramilitarismo


-Guatemala. Operaciones encubiertas. Dentro de las operaciones contrainsurgentes, las encubiertas se caracterizaron por la utilización de técnicas clandestinas y de engaño a la población civil. En determinadas incursiones, el Ejército actuó uniformado como la guerrilla, utilizó armas similares, vehículos civiles y perpetró graves violaciones de los derechos humanos. El objetivo de este tipo de operaciones era evitar ser identificados como integrantes del Ejército y culpar a las organizaciones guerrilleras, engañando al menos inicialmente a la comunidad nacional e internacional.

Operaciones de inteligencia. Las operaciones de Inteligencia se desarrollaron en las áreas rurales y urbanas dentro del marco convencional de obtención de la información. Estas se realizaron a través de operaciones clandestinas, con modus operandi irregulares y precisos. La confección de listas negras, la tortura, las desapariciones y otras violaciones causadas por la Inteligencia, formaron parte de estas operaciones.

-Irak. A finales de 2010 Wikileaks reveló 400 mil documentos del Ejército de Estados Unidos en el que se detallan centenares, miles, de abusos, asesinatos y torturas realizados cotidianamente tanto por el ejército yanqui, como por el ejército iraquí (a cargo del nuevo gobierno), así como por unidades militares compuestas por mercenarios, decenas de ellas pertenecientes a la compañía de seguridad Blackwater, que actualmente labora bajo el nombre U.S Training Center. Los documentos revelados por wikileaks hacen posible contabilizar que al menos 80% de los caídos en Irak han sido civiles. Aun peor, esas muertes no han sido producto de grandes bombardeos sino de acciones cotidianas, sistemáticas, por parte de las fuerzas de ocupación.

El periodista independiente Shane Bauer dio a conocer en 2009 la existencia de escuadrones de la muerte en Iraq Bauer escribió: “Las Fuerzas de Operaciones Especiales de Iraq (ISOF, en sus siglas en inglés) son probablemente el mayor equipo de fuerzas especiales creado nunca por Estados Unidos y está libre de los muchos controles que la mayoría de los gobierno utilizan para frenar a semejantes fuerzas letales. El proyecto empezó en los desiertos de Jordania en abril de 2003. Ahí las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense, o “Boinas Verdes”, adiestraron a varios iraquíes la mayoría de ellos de 18 años sin experiencia militar. La brigada resultante fue un sueño de los Boinas Verdes hecho realidad: una unidad mortífera, de élite y encubierta equipada completamente con material estadounidense que podría operar durante años bajo mando estadounidense y no estaría bajo la responsabilidad de los ministerios iraquíes ni del proceso político normal. Las ISOF cuentan al menos con 4.564 agentes, con lo que aproximadamente tiene el mismo tamaño que las Fuerzas Especiales del Ejército Estadounidense en Iraq”.

En un boletín emitido por IraqSolidaridad en 2006 sobre los escuadrones de la muerte, se afirma que tras los escuadrones de la muerte se encuentra el ministerio del interior, el ejército iraquí y las fuerzas de ocupación. Testigos, relata el artículo, afirman que han visto convoyes de hombres fuertemente armados, enmascarados y vestidos de negro, circulando con coches caros y modernos y en todoterrenos, insultando particularmente a los sunníes, disparando al aire y clamando venganza, atacando a personas y propiedades, secuestrando a personas o golpeándolas hasta la muerte. "Los nombres de Brigada Lobo, Trueno, Tigre, Imam Alí, Imam Huseín, Escorpión, Volcán se han convertido en nombres familiares de los comandos de las brigadas de la policía, en árabe: Maghawee. Supuestamente son comandos de actuación contra la resistencia, tropas de inteligencia en suma. Fueron creados, entrenados, armados y dirigidos por oficiales de inteligencia estadounidenses bien conocidos por haber prestado servicio en América Central y Sudamérica, donde los Escuadrones de la muerte fueron una parte fundamental de la escena política. Los Maghaweer fueron tan brutales que una de las personalidades prominentes iraquíes opuesta a la ocupación afirma que las cárceles estadounidenses son más clementes que las iraquíes."

El modo de actuar de los escuadrones de la muerte en irak, nos recuerda por mucho a lo que ahora sucede en México y antes sucedió en centroamérica (más adelante hablaremos de ello) y para muestra un botón: Relata el boletín de IrakSolidaridad de 2006 al que nos hemos referido antes: "En la provincia occidental de al-Anbar los asesinatos son tantos que se obvian dar los pésames, mientras que Ramadi -su capital- lleva asediada meses. En Diyala, al este de Bagdad, el descubrimiento de decenas de cuerpos mutilados en zonas aisladas ya ha dejado de ser noticia: esta semana, hombres armados dieron el alto a un autobús de pasajeros; obligaron a los 25 niños, a los ancianos y a los estudiantes a bajar y les tirotearon uno a uno". "Las familias tienen miedo de que las vean en la morgue o en los hospitales para recoger el cuerpo de su hijo asesinado debido a las milicias armadas que podrían estar camufladas a la vuelta de la esquina. Cabezas de jóvenes ruedan por las calles de Bagdad como si fueran sandías: fueron secuestrados cerca de la morgue".

La guerra en Irak inició en 2003. Han pasado 8 años y no hay visos de que la guerra pronto termine. Más aun, conforme la guerra continúe, es muy probable que resurja una moral (antiimperialista) que abone en la creación de una fuerza política, civil y militar, que cuestione la ocupación yanqui y que incluso pueda asestar severos golpes al ejército invasor, tal como actualmente sucede en Afganistan, 10 años después de la caída de las torres gemelas y la consecuente invasión contra ese país.

A continuación reproducimos algunos puntos destacados de la Guía de contrainsurgencia para Irak escrita por el comandante de la fuerza multinacional David Petreus:

Guía de Contrainsurgencia del Comandante de la Fuerza Multinacional-Irak*

General (USA) David H. Petraeus.

• Proteger y servir a la población.

• Convivir con la población. No puede vivir lejos de la zona de combate. Ubique, estratégicamente, puestos conjuntos de seguridad, puestos de combate avanzados y bases de patrulla en los vecindarios que pretendemos proteger. Convivir con la población es esencial para resguardarla y derrotar a los insurgentes.

• Ocupar las áreas que se hayan asegurado. Una vez que despejemos un área, tenemos que ocuparla y retenerla.

• Perseguir implacablemente al enemigo. Identifique y persiga. No les permita conservar áreas de apoyo ni refugios. Obligue al enemigo a reaccionar ante nuestras operaciones. Niegue al enemigo la capacidad de planear y llevar a cabo operaciones premeditadas.

• Usar todo recurso para aislar y derrotar a los terroristas e insurgentes.

• Derrotar la red, no sólo el ataque. Concentre sus esfuerzos en los culpables de la explosión. Empleé recursos de inteligencia para identificar la red detrás de un ataque y persiga a sus líderes, especialistas en explosivos, financieros y operadores.

• Pelear en una categoría de peso superior al propio. Esfuércese por ser "más grande de lo que es en realidad". Participe en operaciones con unidades militares y policíacas iraquíes y utilice los Hijos de Irak, contratistas y al pueblo iraquí para llevar a cabo tareas rutinarias en las bases de operaciones avanzadas, bases de patrulla y puestos conjuntos de seguridad, liberando, de esta manera, a nuestros soldados para concentrarse en las tareas fuera de la guarnición.

• Luchar por obtener información de inteligencia. Un entendimiento matizado de la situación constituye el todo. Estudie la información de inteligencia que se recolecta, compártala y empéñese para obtener más. Cada patrulla debe contar con tareas concebidas para mejorar el entendimiento del área de operaciones y del enemigo. Opere con base en tener que "compartir" en lugar de tener que "saber". Difunda la información de inteligencia, lo más pronto posible, a todos los que puedan beneficiarse de la misma.

• Caminar. Desplácese en vehículos, pero trabaje a pie. Deténgase, no sólo pase por un área. Haga su patrullaje a pie e interactúe con la población.

• Familiarizarse con el vecindario. Trace un mapa del factor humano y estúdielo detenidamente. Comprenda la cultura e historia del lugar. Aprenda sobre las tribus, líderes formales e informales, las estructuras gubernamentales, elementos religiosos y las fuerzas de seguridad en el área de operaciones.

• Cultivar relaciones. Las relaciones constituyen un elemento crucial en las operaciones de contrainsurgencia. Junto a nuestros homólogos iraquíes, luche por establecer vínculos productivos con los líderes del lugar, jeques tribales, oficiales gubernamentales, líderes religiosos y socios interagenciales.

• Manejar las expectativas. Sea cauteloso y prudente al anunciar adelantos. Analice lo que se ha logrado, pero también esté consciente de lo que hace falta hacer.

• Pelear implacablemente la guerra de información. Dése cuenta de que estamos en una lucha por la legitimidad que se ganará o perderá según la percepción del pueblo iraquí. Cada medida tomada por el enemigo y nuestras fuerzas inciden en el teatro de la opinión pública. Elabore y sostenga un relato eficaz y dirija permanentemente las ideas centrales hacia el objetivo a través de todas las formas posibles de medios de comunicaciones.

• Prepararse y aprovechar las oportunidades. "La suerte es lo que se da cuando la preparación se junta con la oportunidad." (Seneca el Joven) Elabore conceptos (tales como los elementos "reconciliables" y los "irreconciliables") previendo posibles oportunidades, y esté listo para correr el riesgo necesario a fin de aprovecharse de las mismas.

• Aprender y adaptarse. Evalúe permanentemente la situación y ajuste las tácticas, políticas y programas según sea necesario. Comparta las ideas eficaces. Evite la pereza mental o física. Jamás olvide que si hoy algo funciona en un área podría no funcionar mañana en la misma y lo que funciona en un área podría no funcionar en la otra. Concentre sus esfuerzos en garantizar que nuestras unidades sean organizaciones en un proceso continuo de aprendizaje. En la contrainsurgencia, los que aprenden y se adaptan más rápido obtendrán ventajas significativas.

*Fuente: Military Review, enero-febrero 2009



Operaciones de aniquilamiento, control y desplazamiento de población


-Guatemala. La guerra sucia en Guatemala, como en otros países, se inscribió dentro de la Doctrina de Seguridad Nacional. El ejército guatemalteco definía así al enemigo interno: "Enemigo interno son todos aquellos individuos, grupos u organizaciones que por medio de acciones ilegales, tratan de romper el orden establecido, representados por los elementos que siguiendo consignas del comunismo internacional, desarrollan la llamada guerra revolucionaria y la subversión en el país", así como a "aquellos individuos, grupos u organizaciones que sin ser comunistas tratan de romper el orden establecido". Según dicho informe, las principales operaciones contrainsurgentes ejecutadas por el ejército, fueron tres: operaciones de aniquilamiento, tierra arrasada, de desplazamiento, de castigo, de control y de aniquilamiento de población civil; acciones militares encubiertas, de Inteligencia y operaciones psicológicas. A continuación nos referiremos a algunas de ellas.

Operaciones de aniquilamiento se realizaron contra de los Comités Clandestinos Locales (CCL), las Unidades Militares Permanentes de la guerrilla (UMP) y Comunidades de Población en Resistencia, (CPR). Dichas operaciones tenían la intención de eliminar a los dirigentes comunitarios que eran enlace entre la guerrilla y la base social.

Operaciones de tierra arrasada. Las operaciones de aniquilamiento se extendieron en su aplicación táctica a la población civil que no estaba involucrada en el enfrentamiento, arrasando aldeas, matando indiscriminadamente a los habitantes de las comunidades por el solo hecho de ser sospechosos de pertenecer o de colaborar con la guerrilla, o por interferir en sus operaciones militares. Estas acciones fueron complementadas con la quema de plantaciones, cosechas, viviendas y en general con los bienes de las personas"

Operaciones de desplazamiento de población. La eliminación de la población civil a través de desplazamientos forzados permitió mantener ciertas áreas de operaciones "limpias" de población civil. Mediante estas incursiones el Ejército pretendía eliminar el supuesto apoyo de la población civil a la guerrilla y facilitaba la identificación de los guerrilleros o sus colaboradores. "Guerrillero visto, guerrillero muerto" era una de las consignas enseñadas a los soldados. Los desplazamientos fueron consecuencia de las más violentas operaciones militares contrainsurgentes: masacres y tierra arrasada. El desplazamiento forzado fue una de las causas de mayor sufrimiento a la población civil.


La guerra sucia, una guerra capitalista de exterminio: el caso colombiano


-Colombia. Si existe un país en América Latina donde la guerra sucia se haya mantenido permanente y manifestado con extrema crueldad, incluso peor de lo que se vivió en Guatemala y El Salvador, es, sin duda alguna, Colombia. 50 años de guerra contrainsurgente han dejado un saldo de miles de desaparecidos, ejecutados, cientos de masacres, bombardeos de poblaciones, fosas comunes, crematorios clandestinos, represión masiva, desplazamientos forzados, etc.

La guerra sucia en Colombia, en lo general, se ha expresado en al menos dos formas principales:

La guerra sucia "legal" ejecutada mediante montajes judiciales contra líderes sociales (estudiantiles, sindicales, etc.) y contra comunidades en resistencia. Miles son los presos políticos que se pudren en las cárceles colombianas.

La guerra sucia "ilegal" ejecutada tanto por fuerzas militares como (narco)paramilitares, y que al igual que en Guatemala, se ha visto expresada en operaciones de aniquilamiento, desplazamiento, de castigo... Sobre el particular está documentado que los paramiltares han sido patrocinados por empresas trasnacionales como Chiquita Brands, Repsol, BP, OXY, United Fruits entre otras, mientras que en el caso del ejército colombiano, su principal proveedor de armas, dinero y entrenamiento han sido los Estados Unidos (por medio de planes contrainsurgentes como el Plan colombia, el Plan patriota, etc.) e Israel.

Es el caso colombiano el que ha permitido con más claridad definir que el terrorismo de estado y la guerra sucia son una y la misma cosa, puesto que mediante la guerra sucia se manifiesta la voluntad del estado para obtener a cualquier precio la derrota de la "subversión interna" (guerra de exterminio). De esta manera "el estado colombiano ha dado rienda suelta a toda clase de atrocidades para lograr supuestos éxitos militares". Cómo dice el compañero José Antonio Gutierrez, "el Estado colombiano es un Estado terrorista, que secuestra, desaparece, asesina, forma escuadrones de la muerte, desplaza, fumiga (envenena), bombardea, amenaza, acosa, espía, organiza arrestos masivos (pescas milagrosas del Estado), tortura."

En cuanto al paramilitarismo ("insurgencia anticomunista" en la DSN), Colombia puede ser considerada un paradigma en el tema. Incluso recientemente se ha dado a conocer que en Colombia ha sido descubierta la mayor fosa común del continente en la que presuntamente están enterrados al menos 2000 personas, todas ellas víctimas principalmente de los paramilitares. Azalea Robles define así la actuación de los paramilitares en Colombia: "El Paramilitarismo es una herramienta del Estado colombiano, creada por y según recomendación de la CIA, con formadores estadounidenses y del Mossad, y financiado para sus masacres por el Estado, los latifundistas, y las multinacionales (Repsol, BP, OXY, United Fruits entre otras). La razón de haber creado el paramilitarismo es la neutralización de la reivindicación social: en todas sus expresiones. Por ello Colombia es el lugar más peligroso del mundo para ejercer la actividad sindical; por ello los estudiantes son asesinados, incluso en las universidades, por ello son asesinados los líderes campesinos, por ello son desaparecidas decenas de miles de personas por la Herramienta paramilitar: para acallar reivindicaciones."

Y es que "El 68% de la población de Colombia vive en la pobreza e indigencia. La concentración de la riqueza es escandalosa: Colombia es el 11º país con más desigualdad social del mundo (coeficiente GINI), y es el país más desigual del continente americano. Hay 8 millones de indigentes y 20 millones de pobres. Mueren anualmente más de 20 mil niños menores de 5 años por desnutrición aguda (cifras UNICEF), de cada 100 madres desplazadas gestantes, 80 padecen desnutrición crónica. Simultáneamente, y correlativamente a esta miseria, un solo banquero, Sarmiento Angulo, controla el 42% del crédito nacional y declaró ganancias de 1.250 millones de dólares en el último bimestre de 2009."

Pero no sólo eso, Colombia también es ejemplo, para otros estados asesinos, de cómo mantener un sistema criminal en pie. A continuación un breve recuento de daños por el terrorismo de estado en Colombia:

- 250 mil desaparecidos

- La eliminación física de todo un partido político, La Unión Patriótica (UP), más de 5.000 personas de la UP asesinadas por el Estado.

- más de 4 millones de personas desplazadas de sus tierras mediante las masacres de los militares y sus paramilitares, dentro de la Estrategia Estatal de “tierra arrasada”, para vaciar el campo de población y ofertar así a las multinacionales terrenos de alto interés económico, baldíos de reivindicaciones y habitantes;

- 6 millones de hectáreas de tierra han sido así robadas a las víctimas y desplazados, y ofertadas a multinacionales, gran latifundio, y nuevos gamonales paramilitares, ahora el escándalo del “agro ingreso seguro”, viene a consolidar este robo a las víctimas

- más de 4200 fosas comunes (denunciadas) con miles de cadáveres de colombianos masacrados por el paramilitarismo del Estado colombiano.

- más de 2649 sindicalistas asesinados

- más de 7.500 presos políticos, muchos de ellos víctimas de montajes judiciales en los que se les acusa de narcotráfico, terrorismo, etc.

- miles de ejecuciones extrajudiciales, entre ellas el escándalo de los “falsos positivos”: los militares raptan a muchachos y muchachas jóvenes, los disfrazan de guerrilleros y los asesinan, y presentan los cadáveres a los mass-media, para “mostrar resultados” en su guerra anti-insurgente, y también para asesinar a los civiles que les incomodan.

- centenares de auto atentados con coches bomba y similares con la intención de desprestigiar la acción guerrillera.

En Colombia la estrategia guerrerista de los gobiernos en turno ha tenido amplios frutos, por un lado el exterminio del pueblo trabajador colombiano que lucha por su liberación, y por otro lado, una cierta derrota moral al conjunto de la población que le impide dar un salto cualitativo en su organización y resistencia para lograr así asestarle una derrota histórica al capitalismo, lo que sin embargo, no ha evitado que la rebeldía se siga expresando en todos los rincones de la geografía colombiana.

...

Podríamos seguir dando cuenta de otros países que han sido víctimas de guerra sucia: Perú, Estados Unidos, Argelia, Indochina, Vietnam, Chile, Iran, Venezuela, Ecuador, España, Italia, Sudáfrica, Egipto, Sudán, Cada conflicto puede realizarse como un nuevo laboratorio de guerra sucia del que pueden obtenerse experiencias que más temprano que tarde serán puestas en marcha en otros lugares. Revisar las constantes tácticas y estratégicas, reconocer las vulnerabilidades, identificar los agentes de guerra sucia debe ayudarnos para enfrentar con mayor eficacia las embestidas criminales de los estados y las trasnacionales, y sobre todo a tipificar lo que es la guerra sucia (contrainsurgencia, paramilitarismo, contraterrorismo). Esas constantes son: uso del miedo, del terror, comisión de actos de extrema crueldad, masacres, genocidios, delitos de lesa humanidad, participación y apoyo de potencias imperialistas (particularmente EU) en la lucha contra la subversión interna, mentira, desapariciones, torturas, tortura sexuales, desplazamiento de población, aniquilamiento de líderes rebeldes, espionaje, persecución, asesinato de periodistas, impunidad, montajes judiciales, ejecuciones extrajudiciales, presos políticos, participación de fuerzas militares y paramilitares en la guerra sucia, el respaldo de grupos de derecha, empresas trasnacionales, etc.

La guerra sucia como estrategia dentro de la guerra total busca ante todo derrotar moralmente al oponente, así como a sus bases civiles. Para ello la guerra sucia siembra desconfianza, miedo, terror, desorganización, conflicto, duda, pero sobre todo, busca, como dice Nestor Kohan, derrumbar las convicciones para que otros posibles combatientes ni siquiera piensen en involucrarse en la lucha. Pero eso no es todo, la guerra sucia, por sobre otros objetivos, busca principalmente hacer posible el control de territorio para implementar megaproyectos económicos neoliberales. Las Farc-Ep en un comunicado de 2008 afirman, sin lugar a dudas, que la contrainsurgencia es también un instrumento de la globalización capitalista, siendo precisamente el caso colombiano un caso paradigmático para ejemplificar porque la guerra sucia es una guerra de exterminio capitalista: "Es la herramienta de guante de terciopelo blanco o de mano ensangrentada que garantiza la expansión de los intereses capitalistas, de los intereses de las multinacionales, artífices de la industria productora de armas, de la industria química y farmacéutica, del llamado bio-comercio, y desde luego, del negocio multinacional del narcotráfico y todos los circuitos legales e ilegales que éste activa. Es la herramienta de garantía de la configuración actual de las relaciones internacionales de la globalización capitalista, de los acuerdos leoninos extendidos con el Fondo Monetario y del neoliberalismo en general con su economía política de la guerra, con sus tentáculos económicos, jurídicos, políticos, propagandísticos, etc. que reeditan con mayor encono los conceptos de guerra interna ya conocidos en experiencias como el Plan LASO (Latin America Security Operation) de los años sesenta, pero ahora empotrados sobre nuevos presupuestos en cuanto a las justificaciones de la intervención. Y el contexto regional de la intervención norteamericana utiliza hoy todas las más avanzadas tecnologías de la guerra (“inteligencia tecnológica de punta”, armamento moderno, entrenamiento y uso de “fuerzas de despliegue rápido”, entre otros), y la guerra mediática, que apunta a deslegitimar la resistencia heroica de las guerrillas y de los luchadores populares propalando la falsa, peregrina y aviesa tesis que considera la degradación como rasgo esencial de sus opositores, argumentando pérdida del propósito político altruista del lado insurgente e ideando de paso falsas acusaciones para llevar a sus estrados judiciales asqueantes, mediante la extradición, que es entrega de la soberanía, a los revolucionarios, tal como ha ocurrido en el caso de los digno guerrilleros bolivarianos Sonia y Simón Trinidad". Es decir, la guerra sucia no busca en última instancia (o solamente) el aniquilamiento del enemigo, ni la derrota moral del mismo, sino principalmente asegurar la continuación hegemónica e impositiva de la dinámica capitalista de despojo, desprecio, represión y explotación, ejes sobre los que el capitalismo va destruyendo el planeta y oprimiendo a los seres humanos. En este sentido, la guerra sucia ha sido siempre un instrumento de conquista, y de colonialismo (interno y externo) que los grupos de poder han decidido poner en marcha para asegurar la reproducción del capital, asegurar el acrecentamiento de sus riquezas, así como asegurar la enajenación y explotación permanente y constante de miles de personas en el mundo. Es decir, toda guerra sucia es una guerra de exterminio. Toda guerra de exterminio es una guerra contra la humanidad misma.

La siguiente entrega será dedicada a la guerra sucia en México.

Gracias

Noviembre 2011

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