Los trabajos para recibir a la Caravana al Sur del Movimiento por una Paz con Justicia y Dignidad nos impidieron concluir este artículo dedicado a los 42 años de fundación de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), madres/padres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Efectivamente, de aquel 6 de agosto de 1969 han pasado más de cuatro décadas que, un grupo de combatientes fundaron en la Ciudad de Monterrey las FLN. El 31 de agosto de ese año la dirección de la FLN comunicaban al pequeño grupo de militantes:
“Esta lucha será larga y difícil, pero la victoria es segura, y lo decimos porque conocemos la nobleza y miseria de nuestro pueblo, y conocemos también la cobardía y desvergüenza de nuestros enemigos.
(…) La orden del día es prepararse y preservarse, y esto implica una constante superación física y moral.
La hora de iniciar la lucha final se acerca y debemos estar listos para no perderla.
Que nuestra divisa sea la del indomable guerrillero suriano Vicente Guerrero ‘vivir por la Patria o morir por la libertad’.”
Las FLN tenían como estrategia la “acumulación de fuerzas en silencio” y la táctica no “chocar con el enemigo”, sin embargo, a 5 años de su fundación, en 1974, las FLN recibieron su bautizo de fuego. El 17 de septiembre de 1973, había muerto - en un intento de secuestro -, don Eugenio Garza Sada patriarca de la oligarquía regiomontana. Se señaló, entonces, a la Liga Comunista 23 de Septiembre como los presuntos responsables del evento. La muerte del empresario desató una verdadera cacería de militantes en los movimientos armados. En monterrey cayó una “casa de seguridad” de las FLN, el 14 de febrero la “Casa Grande” en Nepantla y, más tarde, el primer campamento guerrillero de las FLN en la Selva Lacandona. Para tal efecto, el ejército federal había llevado a cabo la operación Diamante.
Una segunda etapa de las FLN fue la que se cubrió de 1974 a 1983, quizás la más complicada, y se caracterizó por: la persecución de las fuerzas armadas del Estado mexicano, el reacuerpamiento de la FLN, la búsqueda de sus compañeros desaparecidos en la selva, de luchas internas y “ajuste de cuentas”. [i]
La tercera etapa la podemos ubicar de 1983 a 1994. El 17 de noviembre de 1983 un pequeño grupo de combatientes fundó al sur de la Laguna Miramar, en el cerro Chumcerro y sin una ceremonia especial el segundo núcleo guerrillero Emiliano Zapata en un campamento al que llamaron La Garrapata. En 1985, Marcos se sumó al grupo armado en la selva.Había cumplido 28 años.
Para entonces habían pasado 9 años de la celebración del Congreso Indígena de 1974. Evento que animó la lucha de los derechos de indígenas y campesinos y que derivó, con mucha fuerza en la lucha por la tierra, la comercialización justa de sus productos, la salud y la educación. El trabajo pastoral de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, orientado por la Teología de la Liberación y la Opción Preferencial por los Pobres, el trabajo de diversas organizaciones políticas y político militares de la izquierda mexicana desarrollaron el trabajo de la organización y movilización indígena y campesina en medio de una brutal represión de las fuerzas armadas del Estado, de los rancheros y sus grupos armados conocidos como las “guardias blanca”. Se formaron diversas organizaciones campesinas e indígenas “amplias y abiertas” como: la Quiptic ta Lecubtesel (que derivó en la Aric Unión de Uniones), la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), la Unión de Ejidos 10 de Abril y la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ). Estas organizaciones transitaban por tres caminos: “la palabra de Dios”, la “lucha política” y la “lucha económica”. Con la llegada de las FLN iniciaron su camino por la cuarta vía: la armada. En algún momento Marcos comentó: “… lo único que hicimos nosotros fue ponerle un gatillo a la esperanza”.
Así fue. Después de ese noviembre de 1983, las FLN iniciaron un proceso de “10 años de silenciosa acumulación de fuerzas”. Organizaron a la población y el territorio desde una perspectiva político militar, crearon al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional y se prepararon para la guerra. No fue nada sencillo. Marcos comentaba: “luego veíamos como que se caía todo”. La Caídadel Muro de Berlín, la declaratoria de la “inviabilidad e la lucha armada” y el proceso de pacificación en Centroamérica complicaron el proceso. Varios “actores sociales” participamos en el intento des-animar a la población de la “lucha armada”. Como pudieron ver el 1 de enero de 1994… ¡Fracasamos! Después de 12 días de guerra y el “cese al fuego unilateral” del gobierno federal, Marcos declaró a la prensa: “lo que sigue es un largo periodo de lucha política”.
Esa declaración marcó una cuarta etapa del zapatismo en Chiapas. Salvo el despliegue político militar del EZLN en diciembre de 1994 y algunas acciones militares de autodefensa – en respuesta a la criminal política militarista y paramilitar de la dupla Zedillo-Croquetas Albores -, esa cuarta etapa se va caracterizar por iniciativas políticas y de paz cuyas tareas concretas quedaron establecidas de la II a la VI declaraciones de la Selva Lacandona. Un periodo en el cual, también vamos a conocer una serie de comunicados y documentos en cuyo contenido está el soporte Ético, el análisis y los aportes teórico políticos del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.
El pasado 6 de agosto marcaron en el calendario 42 años de ese proceso de organización-lucha-resistencia… 42 años después, las FLN y el EZLN no son los mismos.
El EZLN en el 2011
¿Qué es del EZLN? ¿Existe? ¿Y Marcos? ¿Que ya se vendió? ¿No se sabe nada, no se oye nada? ¿Existe algún libro que de cuenta del EZLN hasta la actualidad? Son preguntas recurrentes cuando el EZLN y su vocero “guardan silencio”. Suelo responder en serio y en broma… Mmmm… “Marcos ha de estar tirado en su hamaca”… “Anda en Francia con su novia”… “De año sabático”… A veces sigue una larga charla, sobre todo con los grupos de estudiantes que siguen llegando para conocer y aprender del proceso zapatistas… o corto por lo sano: ¿Sabeeeeeer?
Para esto, va la versión breve, puntual y actual del EZLN al 2011, o mejor dicho, de la Autonomía de los pueblos Zapatistas del EZLN en Chiapas que se sustenta en:
- La participación de miles de mujeres, hombres conocidas como “bases de apoyo”. Si ponemos atención, al final, podremos ver que es soporte fundamental de ese proyecto son las mujeres - de todas las edades -, y sus quehaceres cotidianos.
- Cientos de comunidades indígenas de Chiapas y muchos más que cientos de comités responsables de organizar, dirigir y todas y cada una de las actividades cotidianas de esas comunidades.
- Los Consejos de Gobierno de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) unidades político administrativas que regulan y tienen bajo su jurisdicción y un número determinado de comunidades zapatistas.
- Las Juntas de Buen Gobierno (JBG), unidades político administrativas en 5 sedes llamadas Caracoles que regulan y tienen bajo si jurisdicción un número determinado de MAREZ.
- Sistemas de salud (con un mejor modelo de atención que el de Sector Salud del gobierno federal) y educativos en cada uno de los Caracoles, es decir, en los territorios de las JBG.
- Sistemas de comunicaciones (civil y estaciones de radio comunitarias), transporte.
- Sistemas de comercio local y regional.
- Unidades de producción agrícola, familiar tradicional, colectiva (sobre todo en predios recuperados).
- Unidades de producción colectiva de mujeres.
- Y en su ejército, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Una de sus últimas muestras de organización, capacidad de movilización, resistencia y de enorme solidaridad la dieron el pasado 7 de mayo cuando más de 25 mil “bases” se concentraron en San Cristóbal de Las Casas en apoyo al Movimiento por una Paz con Justicia y Dignidad. Para las mujeres, los hombres y los niños de las comunidades más lejanas de la Ciudad de Las Casas, la jornada inició a las 2 de la mañana del día 7 de mayo y concluyó a las 2 ó 4 de la mañana del día 8. Después de de 17 años de resistencia miles de zapatistas del EZLN se movilizaron con sus propios recursos. En fin, Marcos ha dicho, palabras más, palabras menos: “al final de nuestra jornada nuestro parte de guerra será: no nos rendimos, no claudicamos, no nos vendimos…”
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[i] Para mayor información ver los excelentes trabajos Adela Cedillo sobre las Fuerzas de Liberación Nacional: El fuego y el silencio. Historia de las FLN (1979-1974), El suspiro del silencio. De la Reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983). El siguiente estudio de la trilogía de Adela Cedillo abarcará el periodo de las FLN-EZLN de 1983 a 1993.
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